Susan Sontag
No sé qué son los intelectuales
16 octubre, 2003 02:00Susan Sontag, por Gusi Bejer
Susan Sontag (Nueva York, 1933) es una de las intérpretes más lúcidas de la realidad contemporánea. Novelista y ensayista, la definen un profundo conocimiento de la cultura europea y una capacidad ilimitada para reinterpretarla desde el punto de vista norteamericano. En 2003 ha obtenido, junto a Fátima Mernissi, el premio Príncipe de Asturias de las Letras, que recogerá en Oviedo el día 24. Estos días publica en España su último ensayo, Sobre el sufrimiento de los demás (Alfaguara).
Respuesta: No puedo hablar de Auster, pero es algo que suele ocurrir con muchos autores. Arthur Miller, por ejemplo, parece ser más apreciado en Inglaterra que en EE.UU., y según dice también ocurre lo mismo con Auster en España.
P: ¿A qué cree que se debe?
R: Estados Unidos se ha movido en una dirección distinta a la de Europa y quienes son críticos con el sistema tienden a ser marginados. Es algo normal cuando se tiene visiones distintas a las comunmente aceptadas.
P: ¿Cree que los intelectuales deben expresar otro punto de vista, concienciar en cierta forma de otra realidad posible?
R: No sé que son los intelectuales, no me interesa el concepto de intelectual. Lo que debe hacer el escritor es decir la verdad. Las generalizaciones no me interesan.
P: Apoyó la intervención en los Balcanes y se opuso a la guerra en Iraq. ¿No es una contradicción?
R: No, porque no se trata de dos posturas distintas. En el caso de Sarajevo me oponía a Milosevich y al genocidio que estaba llevando a cabo. El caso de Iraq es totalmente distinto. Lo que ocurre allí es una invasión y una ocupación.
P: En sus apreciaciones sobre distintos acontecimientos históricos resultaron especialmente "significativas" las expuestas en el New Yorker sobre el 11 de septiembre...
R: Fui muy atacada por ese artículo, incluso llegué a recibir amenazas de muerte. Llegaron a decir que lo que tenían en común Sadam, Bin Laden y Susan Sontag era que los tres querían la destrucción de América. Simplemente expresaba mi punto de vista sobre lo acontecido.
P: El personaje de Ryszard en su novela En América dice: "La gente como nosotros no debiera vivir en América". ¿Está expresando una postura crítica respecto a América?
R: No. Esa frase no debe separarse del contexto de la novela. En la obra los distintos personajes expresan punto de vista distintos y el de Richard es el suyo. Cuando yo quiero decir algo sobre América lo digo y no utilizo ningún personaje.
P: En esa misma novela trata de alguna forma el tema de la utopía.
R: Vuelvo a decir lo mismo. Se trata de una novela, no de un ensayo. No pretendo transmitir ningún mensaje y tampoco considero apropiado entrar en generalizaciones.
P: Su respuesta parece negar la capacidad interpretativa del lector lo que resulta especialmente significativo cuando se trata de alguien que editó a Roland Barthes.
R: Hice una antología de Barthes, pero eso no significa que esté necesariamente de acuerdo con él. Admiro el trabajo de Barthes pero eso no debe inducir a considerar que me parecen bien sus planteamientos.
P: ¿Qué le sugiere la teoría barthiana sobre "la muerte del autor"?
R: No estoy de acuerdo con esa teoría.
P: ¿Cómo ha evolucionado su escritura desde El benefactor hasta El sufrimiento de los demás?
R: Se trata de dos obras distintas. Son dos caminos distintos, pero si se trata de enfatizar algún tipo de evolución diría que ahora soy mejor escritora. Pero no reniego de nada de lo que he escrito.
P: En ese camino parece haber un punto crítico. Usted sufrió un cáncer...
R: Lo cierto es que han sido dos, uno hace vinticinco años y otro hace sólo cinco. Y efectivamente fue importante; pero en la vida de una persona ocurren muchas otras cosas importantes, uno se casa o se divorcia, tiene hijos... todo eso forma parte de la vida y en ese contexto debe entenderse la enfermedad. La enfermedad como metáfora no es sobre mí, sobre mi experiencia, sino que trata otros temas que se derivan de la enfermedad.
P: Nunca me "atreví" a leer su libro sobre esa experiencia.
R: Si lo hubiera hecho entendería mucho mejor lo que quiero decir. La obra no trata de mi experiencia con el cáncer, no resulta necesariamente doloroso desde el punto de vista personal porque lo narrado no tiene que ver con la enfermedad en sí misma.
P: La semana próxima irá a Oviedo para recoger el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, que ha compartido con Fátima Menissi. ¿Conoce su obra?
R: No, no la conocía, pero internet me proporcionó información sobre su trabajo y tengo ganas de conocerla. No entiendo muy bien por qué han concedido el premio a dos personas con trayectorias y obras tan distintas. Tal vez hubiera sido más apropiado que hubieran premiado a una sola; o a ella o a mí.
P: ¿Con qué calificativo se encuentra más cómoda Susan Sontag: novelista, filósofa, crítica...?
R: Yo me considero una autora de ficción, en ningún caso crítica ni filósofa.