El truco de los tenistas a la hora de elegir la pelota con la que jugar un punto: ¿En qué se fijan?

El tenis es un deporte que se decide por detalles. Una disciplina en la que cada punto puede ser determinante y en el que tanto estar fino en tu servicio como en la rotura en el saque del rival puede ser clave.

Existen tenistas cuyo fuerte es el revés, otros que brillan en el intercambio de golpes y unos cuantos que basan gran parte de su juego en su poderoso saque. Un claro ejemplo de ello es Isner, uno de los mejores sacadores de la historia.

No cabe duda que gran parte de las opciones de un tenista para llevarse un partido es mostrarse sólido con su servicio. En esta faceta hay un ritual que se repite en casi todos los puntos: el jugador que tiene el servicio pide tres (o incluso cuatro) pelotas. Solo necesita dos, una para el primer servicio y otra para un eventual segundo servicio. Por ello, el jugador termina descartando una de las pelotas de la mano.

[Alcaraz cae frente a Rublev en el Mutua Madrid Open y vuelve a generar dudas con su juego]

Muchos pensarán que solo están escogiendo la bola más bonita, y no es así. Las pelotas que están en mejor estado, es decir, lo más nuevas posible, caen como anillo al dedo para el primer servicio, pues aportan mayor velocidad ante un saque plano.

Ya para el segundo servicio, las bolas más "desgastadas" o que comienzan a desprender su fibra tienden a ser un poco más lentas, encajando con el segundo servicio. Sin embargo, esto puede varias según el tipo de juego de cada tenista, aunque por lo general termina siendo así.

El problema con las bolas

Desde hace varios meses una corriente se ha instaurado en el circuito y no es otro que el problema de las pelotas. Los numerosos cambios de bolas producidos en cada torneo han dado lugar a que los tenistas que adaptarse a distintas formas de jugar cortos tiempos de juego. Un inconveniente que ha generado lesiones en las articulaciones como el codo o las muñecas en distintos jugadores.

Grandes estrellas como Carlos Alcaraz, Stefanos Tsitsipas, Daniil Medvedev o Novak Djokovic alzaron la voz contra ello. "La inconsistencia es un problema, y esa es nuestra queja. Tiene que haber más uniformidad para evitar problemas en muñecas, codos y hombros", espetaba el serbio.

[El tenis se vuelve un caos total: de las críticas por las bolas a la búsqueda de la igualdad de las jugadoras]

"Para los tenistas, es un problema si la pelota es diferente en cada torneo. Sería bueno jugar todos durante todo el año con la misma", señalaba Carlos Alcaraz. Una gestión inadecuaba que provocó que los tenistas levantaran la voz.