Carlos Alcaraz y Pablo Carreño junto a sus técnicos en Basilea

Carlos Alcaraz y Pablo Carreño junto a sus técnicos en Basilea

Tenis ATP BASILEA

Cómo Pablo Carreño se convirtió en el 'hermano mayor' de Carlos Alcaraz desde que tenía 14 años

Carlos Alcaraz tenía 14 años cuando conoció a Pablo Carreño y este viernes se mide a él en Basilea siendo el número 1 del mundo. Así es su amistad.

28 octubre, 2022 02:15

Cuando Carlos Alcaraz y Pablo Carreño llegaron a Basilea a comienzos de semana lo hicieron juntos y acompañados de tres personas: Juan Carlos Ferrero, José Antonio Sánchez y Juanjo Moreno. Los dos primeros son los entrenadores de cada uno -aunque el principal de Pablo sea Samuel López, ausente en la cita- y el tercero es el fisio que comparten. La prueba de lo unidos que están.

Este viernes (a partir de las 16:20 horas) se enfrentarán en la pista. Será un duelo fraternal, entre dos tenistas que se conocen desde hace casi cinco años. Es su segundo duelo profesional, ya que en abril se midieron en una final del Conde de Godó que ganó Carlos. Mes y medio antes, Alcaraz también había superaba por primera vez a Carreño en el ranking ATP. El hermano pequeño adelantaba al mayor.

Pablo Carreño es una de las personas que más de cerca ha vivido la explosión de Carlos Alcaraz. Aquel niño que conoció con 14 años y con el que pasó horas y horas entrenando a partir de entonces es ahora el número 1 del mundo. Le ha sorprendido tanto como al resto de las personas que trabajan día a día con ellos, como es el caso de un Antonio Martínez Cascales con quien ha hablado EL ESPAÑOL.

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"Pablo sabía cómo Carlitos jugaba, pero no que iba a ir tan rápido", dice Antonio, director de la JC Ferrero Equelite y entrenador del ahora entrenador de Alcaraz. Carreño ha sido testigo directo de la meteórica progresión del murciano, al que saca doce años. Esa diferencia de edad marca, en parte, la relación que siempre han tenido.

Todo empezó en 2017 y así lo recordaba hace unos meses Carreño ante los medios: "La primera vez que conocí a Carlos fue en el O2 Arena de Londres. Yo estaba Top 10 y jugaba el Masters, él tenía 14 añitos y fue a jugar un torneo sub14 allí y, como nos lleva el mismo agente -Albert Molina-, antes de jugar mi primer partido con Dominic Thiem me dijo: 'Tengo aquí a un chavalín, pelotea con él, juega muy bien'. Y en la pista central del O2 falló menos bolas que yo. Simplemente con eso me dije: '¡Ostras, este chaval, con 14 años, en un escenario como este, no sé! Yo, con 14 años, no hubiera podido ni coger la raqueta en esa pista, pero él casi estaba para jugar con Thiem".

La influencia de Pablo en Carlitos

Al año siguiente, Alcaraz ya se mudó a la Equelite de Villena y él y Carreño empezaron a entrenar más asiduamente. Es el centro el principal punto de unión entre ambos, además del agente. Allí pasa todo el año Carlos cuando no está de torneos y Pablo se concentra en él durante algunas semanas o quincenas a lo largo del curso.

Carreño hace toda la pretemporada en la academia y es ahí cuando más tiempo pasa con Alcaraz. Antonio hace recuento: "Han hecho cinco pretemporadas juntos". Él ha seguido de cerca esa amistad: "Pablo es muy serio y responsable, y vimos que era un buen ejemplo de profesionalidad para Carlos. Llevan ya mucho tiempo conviviendo, compartiendo entrenamientos y sin el más mínimo problema. Son dos personalidades distintas, dos caracteres diferentes, pero a lo mejor por eso son tan compatibles".

En el crecimiento de Alcaraz, hay que poner en relieve la parte de culpa que tiene Carreño: "Cuando con 15 o 16 años puedes entrenar con un Top 10 o Top 20 del mundo, te ayuda a evolucionar muchísimo. Y te fijas en todo lo que hace él. Yo creo que [Pablo] ha tenido muy buena influencia", detalla el director de la Equelite.

En una entrevista que realizó ATP Tour con Carreño el pasado mes de marzo, el tenista de Gijón explicaba qué cosas había intentando enseñar a Alcaraz: "Las dejadas, las contradejadas, el engañar al rival… cosas que haces en los entrenamientos cuando estás más distendido, pero que a la hora de los partidos te puede servir mucho. Cosas como esas, él las copia, y muy fácilmente porque aprende muy rápido en cuanto le enseñas algo", decía.

Carlos Alcaraz y Pablo Carreño tras la final de Conde de Godó 2022

Carlos Alcaraz y Pablo Carreño tras la final de Conde de Godó 2022 EFE

En su relación entra casi todo tiempo en juego la competitividad de los dos: "La ha habido siempre, desde el principio. Son competitivos en todo". Antonio, además, cuenta una anécdota sobre ellos: "Recuerdo un torneo de exhibición que se hizo en 2020, en agosto. Invitamos a seis jugadores y jugaron ellos la final. Pablo ganó fácil en ese momento, pero se le vio desde el principio más que concentrado. Ya sabía dónde se metía. Y en los entrenamientos es lo mismo y eso es muy bueno para conseguir entrenamientos de máxima calidad". 

Aquel partido duró hora y cuarto y acabó 6-1, 6-4. Alcaraz esperó hasta el pasado 24 de abril para tomarse la revancha Barcelona, ganando la final por 6-3, 6-2 en una hora y cinco minutos. Con ese espíritu saldrán ambos a la pista este viernes. La visión de Carreño en la citada entrevista va acorde a esto: "Somos competitivos hasta jugando ajedrez y al golf. En cualquier cosa. Por eso hay pique sano entre ambos".

Vida fuera de las pistas

Fuera de la pista es todo lo contrario. "Ellos comparten siempre comida y cena en la academia. Desayunos también, pero a lo mejor los horarios no coinciden del todo. Pero siempre se sientan en la misma mesa y tienen una relación muy buena", explica Cascales.

Es lo que se busca en una academia como la Equelite donde "la característica principal o una de las principales es la familiaridad". "Aquí están a gusto", dice su director. Y para dar mayor contexto retrocede a hace dos años: "Hubo que pedir un permiso especial, que parecía complicadísimo, para que Pablo viniera durante el confinamiento a la academia. Llevábamos ya un mes y pico, incluido Carlitos, y él decía: 'Ojalá haber venido antes'. Se conocen todos y entre ellos comparten todo, no solo fisio". La figura de Juanjo Moreno, a la que se hacía mención al principio, es fundamental para uno y otro.

Cuando viajan juntos a los torneos ocurre lo mismo. Comparten siempre algún entreno, se ven los partidos del otro y van a cenar con sus equipos todos juntos. Son una piña. Carlos y Pablo también han jugado algunos torneos como pareja de dobles. Este viernes, eso sí, les tocará tenerse enfrente.

Cascales analiza así el duelo, que será por un billete para las semis del ATP de Basilea: "Es un partido muy bonito. Pablo viene jugando mejor desde agosto. Carlos está volviéndose a poner las pilas después de tanto compromiso tras el US Open. Será un partido competido. Los dos pueden hacer un final de año muy bueno".

Al acabar el duelo volverán a ser 'hermano mayor y pequeño' y seguirán haciéndose compañía la semana que viene en París, donde se disputa el último Masters 1.000 del 2022. Después, Carlos se irá a jugar sus primera ATP Finals. El año lo cerrarán juntos Alcaraz y Carreño, ya confirmados como parte del equipo de España para la fase final de la Copa Davis.