Buenas sensaciones para Rafa Nadal en la previa a Wimbledon. Más allá del resultado en el torneo de exhibición de Hurlingham, donde el tenista balear superó a Stan Wawrinka en dos sets (6-2, 6-3), lo mejor es que su pie izquierdo respondió a la perfección. El español se sometió al tratamiento para aliviar sus problemas y había dudas sobre cómo podría reaccionar su cuerpo en los partidos. El suizo está lejos de su mejor nivel, pero ha servido para que el manacorí siga cogiendo ritmo.
Nadal comenzó la transición de las pistas de tierra a las de hierba en sus islas natales, pero tenía la complicación de esa intervención en el pie. Tanto en esos entrenamientos como este miércoles ante Wawrinka, ese Síndrome de Müller-Weiss no ha aparecido. Ha ofrecido un gran nivel de juego, mostrándose como un coloso sobre la hierba del club de Hurlingham. Es el nivel que esperaba Rafa y el que hace que su entrenador Carlos Moyá tenga tanta confianza en sus opciones.
Nadal estuvo muy fino con su drive y ofreció una espectacular intensidad de piernas, lo que demuestra que ese nervio que han 'matado' no le afecta para tener buena movilidad sobre la pista. En el pasado, a Rafa siempre le costó varios partidos para hacerse a la pista de hierba. Este miércoles demostró una versión más que interesante que tendrá que confirmar ante un rival más serio como es el canadiense Felix Auger-Aliassime en su última exhibición antes de Wimbledon.
En apenas una hora de juego ha derrotado a Wawrinka en un partido en el que ha sacado bien, ha golpeado la bola con confianza con su derecha y ha estado incisivo al resto. Nadal rompía de inicio el saque de su rival y se adueñaba del juego. Tan dentro estaba jugando que lograba un segundo break ante los errores con el revés del suizo. Disparaba su ventaja en el primer set hasta el 5-1. Pudo cerrar así el parcial, pero Stan conseguía un break que fue respondido con un contrabreak de Rafa.
Nadal se lanzaba y comenzaba el segundo set con ventaja. Se colocaba 3-1 arriba en el parcial y el partido parecía que no iba a tener color. En ese momento, Wawrinka sacó su revés que carburaba para llegar al contrabreak. También aparecieron algunos errores no forzados de Rafa con su derecha, más bien provocados por el riesgo que estaba corriendo. El balear recuperaba el break otra vez y se iba en el marcador para enfocar el 6-3 final.
El viernes espera Auger-Aliassime en su segundo y último partido en Hurlingham. Para entonces ya conocerá el cuadro de Wimbledon, que se sortea este viernes a partir de las 11:00 horas. Ya se conoce quiénes serán los cabezas de serie, ocupando Nadal el segundo puesto por detrás de Novak Djokovic. De esta manera, no se podrán ver las caras hasta una hipotética final. El próximo 27 de junio comenzará el torneo con las primeras rondas.