"No puedo dormir". Paula Badosa (Nueva York, Estados Unidos; 1997) responde a la llamada de este periódico pasadas las dos de la madrugada en California. Hace unas horas que ha derrotado a Victoria Azarenka para convertirse en la primera española campeona de Indian Wells, coronando con victoria la semana más importante de su carrera y entrando de golpe en la historia. Lógicamente no hay manera de que cierre los ojos para descansar. Pese a la naturaleza intempestiva de la conversación, la tenista no rehúye a ninguna pregunta.
¿Ha conseguido bajar los niveles de adrenalina?
No, y menos tras la final de hoy. Han sido tres horas y pico de partido, y ahora mismo es imposible dormir.
¿Qué ha pensado tras tirarse al suelo después de ganar?
Que lo había conseguido. Ahora, que han pasado algunas horas, sigo sin creérmelo mucho. Es una sensación rara. Estoy muy feliz y contenta, a la vez cansada y un poco incrédula. ¿Yo he ganado un WTA 1000? Debe ser un error. Lo he soñado mucho, pero está siendo una realidad. Mi cabeza está en una nube rara.
Ha tumbado a tres campeonas de Grand Slam para celebrar el título. ¿Qué le dice eso?
Venía entrenando bien, pero cuando vi el cuadro sabía que sería muy duro. Empecé con Yastremska, que es una jugadora muy peligrosa y te puede dar un susto. Luego, cuando gané a Gauff y Krejcikova, me sentí muy bien. Empecé a encontrarme genial. Me estaba midiendo a jugadoras muy buenas, con mucha experiencia, que habían ganado títulos de Grand Slam y disputado finales importantes, pero encontré un punto en el que todo fluía.
¿Le sorprende su manera de afrontar el desempate decisivo en la final?
Sabía que podía hacerlo. Nunca he ganado un torneo así, pero siempre he soñado con hacerlo. Tenía muy claro que si algún día estaba en esa situación, quería aprovechar la oportunidad. Es algo que estaba en mi cabeza y en mi corazón. Cuando ha llegado el tie-break, justo en ese momento, he encontrado la paz mental para demostrar que quería el título. He ido convencida a por cada bola, con agresividad. Era ahora o nunca, el momento de demostrar lo que llevaba tanto tiempo esperando.
¿Cómo entrena esa decisión de ir siempre a por la bola, incluso en momentos de la máxima tensión?
Es mi gran batalla. Estoy intentando dar este paso, jugar todos los puntos de la misma manera, esté con el marcador 1-1 o 6-6. Sé que es muy fácil decirlo, pero es lo siguiente que debo hacer para mantenerme en esta posición.
Era ahora o nunca, el momento de demostrar lo que llevaba tanto tiempo esperando
Va a ser inevitable que las rivales la vean de otra forma de ahora en adelante.
Supongo que sí. Es lo que me pasa a mí cuando juego contra Swiatek, Azarenka o Jabeur. Las respeto porque han hecho cosas grandes. La parte mala es que cada vez te conocen más, así que habrá que reinventarse y trabajar más duro.
Volvamos a sus peores días después de ganar Roland Garros júnior en 2015, cuando se enfrentó a la depresión y la ansiedad. Imagine que le hubieran dicho entonces que acabaría ganando Indian Wells.
No, imposible. Y encima, ganándole a Azarenka. Como referente he mirado siempre Sharapova, pero el ejemplo a seguir, la que me ha parecido la mejor del mundo, ha sido Azarenka. He visto alguna foto mía levantando la copa con ella detrás y me ha parecido surrealista… Ganarle a Azarenka, y en una final así, de tú a tú, era algo impensable para mí en aquellos días.
¿Qué le diría a las personas que estén pasando por una situación similar a la suya? Aunque no sean deportistas.
Solo puedo decir la verdad, y contar lo que yo pensaba en esos momentos. Siempre he sido una persona muy soñadora, y eso me mantuvo con fuerzas para pelear por seguir siendo tenista. Yo no sé si voy a acabar mi carrera con un Grand Slam, pero me despierto todos los días con el objetivo de ganar uno. Soñar con una meta me ayudó a salir de ahí. Al final, eso te da mucha fuerza, aunque estés en un mal momento. Y trabajar, claro. Pese a todo, hay que tener unos mínimos porque el talento solo no sirve de nada.
Dentro de la pista hay un cambio brutal, ¿y fuera?
No tengo nada que ver. Era extremista, impulsiva y caótica. Tenía muy poca estabilidad en mi vida, quizás por mi entorno o por mi carácter. Soy una persona muy emocional. He vivido un proceso de maduración y he encontrado una tranquilidad que no tenía. Antes vivía en contra del mundo, ahora he encontrado paz en mi vida. Estoy bien, disfrutando del camino. Las derrotas todavía duelen, pero me las tomo de otra manera.
Tras ganar el título, recuperó su historia y normalizó de nuevo los problemas de salud mental.
Por eso ayer volví a hablar del tema. Lo consideraba importante. Aunque lo dije en su momento, llevaba tiempo sin recordarlo. Quería recuperarlo ahora que me van bien las cosas. Si hay gente que lo está pasando mal, pueden salir adelante y triunfar. Los problemas de salud mental se han normalizado, afortunadamente. Y eso es muy bueno.
Está con uno de los trofeos más importantes del mundo bajo el brazo, roza el top-10… ¿le da asusta lo que puede venir?
En su momento sí, y me fue muy mal. Ahora mismo agradezco haberlo pasado porque creo que no me ocurrirá de nuevo. Las expectativas ya no me hacen daño. Lógicamente, una carrera no va siempre hacia arriba, habrá momentos malos, pero estoy muy preparada para poder gestionar todo eso. Por ejemplo, sé que en el tenis femenino está el lado de la moda, revistas, fotos… Como en su momento no lo supe gestionar, ahora tengo muy claro cómo hacerlo. Sé que hay tiempo para trabajar y tiempo para eso, aunque la prioridad siempre será el tenis. Sin el tenis, lo otro no existe.
Si hay gente que lo está pasando mal, pueden salir adelante y triunfar
La victoria en Indian Wells le ha dejado octava en la carrera por estar en la Copa de Maestras de Guadalajara. ¿Le queda energía para asaltar la clasificación?
Haré lo que haga falta. De momento estoy clasificada. Tengo que esperar a ver qué pasa esta semana en Moscú. Si lo necesito, jugaré en Rumanía.
¿Y la final de la Billie Jean King Cup?
Tengo pensado jugarla. Si llegó a Guadalajara, tendré menos días de adaptación y deberíamos ver cómo lo hago. De momento, las dos primeras eliminatorias [1 y 3 de noviembre] quiero estar en Praga para jugarlas con España.
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