Mientras se recupera de una pequeña intervención para seguir conviviendo con la enfermedad de Müller-Weiss, una displasia del escafoides tarsiano que le ha llevado a vivir una temporada de sinsabores (solo 29 partidos jugados), Rafael Nadal (Mallorca, España; 1986) responde por teléfono para repasar en EL ESPAÑOL una de las grandes fechas en la historia del deporte: la retirada de su amigo Pau Gasol, que este martes anunció que lo deja a los 41 años tras una carrera llena de éxitos.
¿Dónde se conocieron?
Se me hace difícil recordar cuando nos conocimos…
Pudo ser en una tienda Nike en Barcelona.
Hemos compartido tantas cosas que se me hace difícil acordarme del lugar en el que nos conocimos, pero creo que fue a través de Tuts [Jordi Robert, la persona de confianza que ambos deportistas comparten en Nike]. Quizás sí, en un evento de Nike, en la inauguración de una tienda en Barcelona… No se lo puedo decir a ciencia cierta porque no tengo tan buena memoria.
¿Cómo ha sido su relación?
Desde el principio tuvimos buen feeling, y de ahí surgió una buena relación. Mantuvimos el contacto. El hecho de tener a Tuts como persona encargada de los dos en Nike favoreció que la relación se mantuviera en el inicio. Siempre que hemos estado juntos nos hemos entendido muy bien.
¿Qué momentos han compartido?
Hemos compartido momentos bonitos, tanto personales como profesionales. Para mí, ha sido importante haberlo tenido varias veces en Roland Garros, viviendo esos momentos a mi lado. Yo también estuve en la final del Eurobasket, en Lille [2015]. Aunque he vivido buena parte de su carrera por la televisión porque con nuestro estilo de vida se hace complicado coincidir.
Y más cosas.
Compartimos unos Juegos Olímpicos fantásticos en Pekín. Los recuerdo con gran cariño porque pasamos mucho tiempo juntos. Y luego hicimos ese anuncio de Time Force [se ríe], otro con Nike en una nave… También hemos compartido momentos muy buenos aquí en Mallorca.
Sus valores conjugan a la perfección con los que lleva usted demostrando desde hace muchos años.
Pau es un ejemplo en muchos aspectos. En lo profesional ha destacado durante muchísimos años. Ha sido una persona con una gran pasión, responsabilidad y determinación para perseguir sus sueños. Y haciéndolo siempre desde una manera adecuada, con respecto, educación y con unos valores positivos, dando ejemplo al resto. Siempre me fijo en gente de este tipo. Él es alguien a imitar, a seguir en su forma de proceder en muchas cosas. Pau ha sido una leyenda, uno de los grandes deportistas de la historia de España, pero también un ejemplo de cómo llevar el éxito.
¿Qué significado tiene su retirada?
Significa que los años pasan, y pasan para todos. Después de toda una vida dedicada a la alta competición, también merece descansar. Tras unos años complicados a nivel físico, con muchos problemas, estoy feliz de que haya podido terminar cuando él ha decidido, y jugando. El año pasado peleó por la Euroliga y este verano estuvo en los Juegos Olímpicos de Tokio. Ha acabado como merecía.
Parece una buena decisión.
Si la ha tomado está claro que es la mejor decisión para él, su familia y su futuro. A nivel profesional, y también personal, es un momento triste porque se acaba una etapa fantástica dentro del deporte español. Pau ha sido uno de los mayores responsables de las grandes victorias de la selección española de baloncesto, de haber conquistado cosas muy importantes en la NBA, ganando el anillo dos veces y jugando muchos All-Stars. En definitiva, de abrir camino hacia un mundo que parecía imposible. Ha sido un pionero. Su recuerdo y su legado quedarán de por vida.
Gasol ha dicho adiós como ha querido. Eso es algo que no todos los deportistas pueden elegir…
La vida te lleva a retirarte por diferentes motivos, pero hay uno que es siempre el máximo culpable: el reloj, que no se para ante nadie. Y a todos hay un momento en el que nos llega el fin.