El Bautista más peligroso
El castellonense, que busca romper su techo en un Grand Slam ante Tomas Berdych, aterriza en octavo en un buen momento de forma.
24 enero, 2016 01:08Noticias relacionadas
Hay trenes que no pasan dos veces. Roberto Bautista jugará este domingo contra Tomas Berdych por una plaza en los cuartos de final del Abierto de Australia, ronda que nunca ha alcanzado en un Grand Slam. El castellonense, que llega lanzado al cruce (nueve victorias en 2016 y título en Auckland), no es fruto de la casualidad. Lo suyo es trabajo de alfarero, de mancharse las manos en el barro y ser paciente hasta que el proceso de fabricación esté listo: Bautista terminó 2011 fuera de los 150 primeros, a finales de 2014 formaba parte de los 15 mejores y hoy es uno de los jugadores más peligrosos del circuito.
“Hace cuatro años no me veía aquí”, explicó Bautista, que sufrió para romper la barrera de los 100 mejores, compitiendo hasta los 24 años en torneos Challengers, la categoría inferior del circuito profesional. “Mi tenis ha dado un gran cambio y ahora estoy entre los mejores del mundo”, recordó el castellonense, que protagonizó una meteórica ascensión en 2014. “Al principio, tuve problemas con mi entrenador y perdí bastantes años de mi carrera, pero encontré el equipo perfecto que me ayudó a mejorar y a creer en mí”, celebró el español.
“Es un proceso difícil”, le siguió Pepe Vendrell, entrenador del número 21 y uno de los responsables de su éxito. “Hay que ser fuerte y aguantar, esperando el momento. Ha entrado tarde a la élite, pero ahora se está viendo con confianza, consolidado entre los mejores”, continuó su técnico. “Es un trabajo de mucho tiempo. Uno no piensa cuando está 180 del mundo que va a llegar tan arriba, piensa en crecer poco a poco, en ir consolidando cosas y dando pasos. El año pasado fue muy importante para plantear partidos con gente buena de la forma adecuada. Hay que darle tiempo a las cosas. No somos gente que vayamos a romper moldes de la noche a la mañana. Vamos poco a poco”.
Pese a su tardío aterrizaje entre los mejores, Bautista suma tres trofeos (’s-Hertogenbosch, Stuttgart y Auckland) y un puñado de triunfos de primera línea que le han construido una fama de enemigo peligroso en la caseta, algo potenciado en 2016 tras su impecable comienzo de temporada. Ahora, además, cuenta con un equilibrio que vale oro, un arma para decantar partidos porque es casi tan importante como la raqueta.
“Lo más importante es la estabilidad que ha encontrado”, apuntó Vendrell, que volvió a sentarse en el banquillo del español después de que el jugador rompiera con Javier Piles, técnico de David Ferrer durante casi toda su vida (hasta 2014). “Ahora, tiene un punto interior que le permite competir muy cómodo. A nivel familiar, de amigos, de pareja… ha ido encontrando una estabilidad que le está ayudando a plantear el día a día con más tranquilidad”, añadió. “Es una persona dedicada en cuerpo y alma a su trabajo, que es ser profesional del tenis. Vive las 24 horas centrado en la mente, en el cuerpo, en poder prepararse. Y el gen competitivo que tiene es lo que le marca las diferencias. Está gestionando muy bien los momentos importantes de los partidos. Eso está por encima de jugar bien o mal”.
UNA PRETEMPORADA AMBICIOSA
El sábado a mediodía, y bajo los picotazos del verano australiano, Bautista se entrenó en la pista 21 con Carla Suárez, que buscará también llegar a cuartos contra Daria Gavrilova. Lo que demostró esa práctica, los automatismos que se pudieron ver sobre el cemento, confirmaron que lo más importante ya está hecho, porque la preparación en noviembre y diciembre fue a conciencia para arrancar 2016 a toda velocidad, intentando aprovechar los primeros torneos del calendario y dar un salto de nivel.
“He hecho un buen trabajo esta pretemporada con mi equipo”, explicó Bautista tras vencer a Marin Cilic, campeón del Abierto de los Estados Unidos en 2014. “Estamos intentando no centrarnos en los resultados y seguir el día a día con máxima intensidad, aunque los resultados han ido llegando a principios de año”, recordó el castellonense, que logró hace unos días su tercer título en Auckland. “Es imposible empezar mejor. He tenido muy buenas victorias, triunfos que quizás el año pasado me faltaron contra jugadores de buen ránking. Eso me da una confianza tremenda”, confirmó.
“La pretemporada ha ido muy bien”, coincidió su entrenador. “Hemos hecho un trabajo físico muy bueno y hemos recuperado algunas cosas que llevábamos persiguiendo desde final de la temporada pasada. Las cosas han salido muy bien en esta gira. El título de Auckland le ha dado mucha tranquilidad y eso se está reflejando en la pista”, contó Vendrell. “Si vienes de ganar un título, algo que no pasa todos los días, es más difícil. Venía aquí con un poco de responsabilidad. Sin querer, porque son cosas que no se controlan, pero vienes de ganar y tienes más obligación mental. Y las cosas van fantásticamente por ahora”.
EL RETO DE BERDYCH
El domingo, sin embargo, Bautista tendrá un partido de los que cambian el rumbo de un torneo porque se mide contra el checo Berdych, al que ha ganado en dos de los cinco partidos que ambos han disputado. La prueba no es cualquier cosa: nunca el castellonense superó los octavos de final en un Grand Slam, donde llegó cuatro veces (Abierto de Australia 2014, Wimbledon 2015 y Abierto de los Estados Unidos 2014 y 2015). Esta vez, en cualquier caso, afronta el reto mejor que nunca.
“Bautista es un tenista que se adapta muy bien al juego del rival”, fotografió Daniel Vallverdu, el entrenador de Berdych, antes técnico de Andy Murray. “Es muy inteligente en la pista y con confianza no da oportunidades, falla muy pocas bolas. Los partidos contra él son bastante complicados, pero Berdych ha preparado el encuentro preocupándose por lo que pase en su lado de la pista y no en el otro, sobre todo por su forma de jugar. Es muy agresivo y lo importante es centrarse en que las opciones pasen por su raqueta”, avisó el hombre que pilota la carrera del checo, de imponente planta física y tiros directos.
“Pero es que nosotros vamos a centrarnos en nuestro juego”, respondió Vendrell. “Tiene que ser muy agresivo en el inicio de las jugadas. Es un poco lo que llevamos trabajando las últimas semanas, ser muy agresivo en el arranque de los intercambios porque es lo que marca el punto”, desgranó sobre la estrategia. “Tenemos que intentar coger nuestra derecha para que el otro no tenga la sensación de dominar todos los puntos”, cerró.
“Berdych no va a cambiar su estilo de juego”, insistió Vallverdu. “Él siempre compite de la misma forma. Va a estar concentrado en ponerle mucha presión a Bautista intentando lo de siempre: no dejarle jugar, que es básicamente lo que hace con todos los jugadores”.