El balonmano español sigue en un estado de forma espléndido a pesar de sus problemas de profesionalismo. Lo demostraron primero las Guerreras en el último Mundial y después los Hispanos en el Europeo de este 2022. España siempre ha contado con duplas de hermanos que han liderado a la selección. Primero fueron Alberto y Raúl Entrerríos, ahora lo hacen Álex y Dani Dujshebaev y el futuro se presenta muy interesante para Djordje y Petar Cikusa.
Los Hispanos Juveniles están causando sensación en los últimos meses. Primero ganaron el Campeonato Scandiberico en Ciudad Real en noviembre. Ahora están tratando de conseguir el mismo resultado en el Campeonato Mediterráneo que se disputa en Ankara, donde cuentan sus partidos por victorias. La generación de 2004 y 2005 busca revalidar el trono que posee el país en este torneo con un gran grupo de jugadores donde son estos hermanos serbocroatas los que más destacan.
Los dos Hispanos Juveniles, que militan en las filas del FC Barcelona entrenados por el ilustre Raúl Entrerríos, han dado un salto de nivel a sus 16 años. Djordje describe a Petar como un "saltamontes" porque "lo que salta no es normal". "Mi hermano ha cambiado mucho físicamente y como jugador. Ahora tiene más tiro, más finta, tiene más visión de juego. Nuestra conexión es brutal", explica el '15' de esta selección sobre el '6'. Todos disfrutan de ellos.
Comparten selección con una gran generación entrenada por Daniel Sánchez-Nieves. Entre los jóvenes también destaca Ian Barrufet, el hijo del gran David que se ha alejado de las porterías que defendía su padre. El extremo izquierdo destaca de la pareja de hermanos que todos se entienden muy bien sobre la pista, pero que "fuera el ambiente aún es mejor". Este es el grupo que tiene que mantener el nivel para llegar al Europeo 2028 con opciones de ganar en casa. Estos dos hermanos que renunciaron a sus orígenes por España serán importantes.
Su españolidad
El balonmano está presente en el ADN de Djordje y Petar Cikusa desde niños: su padre Zoran fue jugador profesional durante muchos años, militando además en las filas de varios equipos internacionales en Zagreb y españoles en Gijón o Bordils. Allí es donde comenzó la pasión de los hermanos. "Empezamos a jugar en la escuela. Nuestro padre jugaba al balonmano y vivíamos en el pabellón de pequeños. Lo que hacíamos con cinco años era coger la pega que se le caía a los jugadores y nos la llevábamos a casa para jugar como si fuéramos profesionales", explica Djordje.
A pesar de su origen balcánico, el arraigo y cariño hacia España hizo que mantuviese su residencia y naciesen aquí sus dos hijos. Por ello, los Cikusa cuentan con triple nacionalidad, pero se decantaron por los Hispanos antes que por Serbia o Croacia, dos países con gran tradición en este deporte. "En Serbia y Croacia no nos conocen mucho, solo conocen el nombre de nuestro padre", explica Petar.
Zoran lo tuvo claro; él también quería que sus hijos se desarrollasen en España y jugasen para esta selección. "Lo mejor que puedo decir de ellos es que están viviendo su sueño. Primero querían jugar en el Barça y después llegar a la selección. Yo veo que ellos viven España. Teníamos muy claro desde el principio. Nos llamaron desde nuestro país, pero a ellos les encanta jugar con los Hispanos", explica el exjugador de balonmano.
El Europeo 2028 de España
Esta generación, junto a otros que componen el equipo nacional en la actualidad, debería de estar asentada ya para una gran cita del balonmano. Si en 2021 se vivió un Mundial femenino en casa, en 2028 se celebrará en el país el Europeo masculino. La competición se disputará entre el 13 y el 30 de enero de ese año con la participación también de Portugal y Suiza. Ese es el objetivo que se marcan los dos hermanos desde este 2022: "Ganar en casa es una de las cosas más bonitas".
La Federación ha puesto mucha atención en este proyecto que, además, podría contar con la presencia de un escenario único para su celebración. La intención es utilizar el nuevo Santiago Bernabéu para que albergue la gran final de la competición. Ese día 30 de enero, el coliseo blanco sería el epicentro del balonmano mundial y la intención es que esta generación sea la que brille bajo la mirada de un posible récord de espectadores. El presidente Francisco Blázquez avisaba en EL ESPAÑOL sobre la intención de que 45.000 personas ocupen las gradas.
En cualquier caso, el balonmano nacional está de enhorabuena con el trabajo de la cantera. Los Pau Panitti, Álvaro Pérez, Petar Cikusa, Ferran Castillo, Javier Miñambres, Ezequiel Conde, Carlos Ocaña, Djordje Cikusa, Marko Ojeda, Ian Barrufet, Alejandro Díaz, Xavier González, Jorge Barroso, Josu Arzoz, Víctor Romero y Jokin Aja demuestran que este deporte puede seguir dando alegrías al país en un futuro no muy lejano.
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