Mal partido de España que no pudo presentar batalla en la final de consolación del Mundial de balonmano femenino. La selección nacional cayó derrotada con claridad ante Dinamarca por un resultado de 35-28 y finaliza el campeonato en una meritoria cuarta plaza, aunque con la espina clavada de no colgarse una medalla que hubiera sido muy merecida.
La pelea por el bronce estuvo muy igualada en su primera mitad, cuando el equipo de José Ignacio Prades pudo mantener a tono su defensa y aprovecharse de los pocos errores que cometió el equipo danés, muy sólido durante todo el encuentro y en especial en un segundo tiempo donde rompieron el choque sin dar opción a réplica.
España arrancó el partido con un cambio en su sistema defensivo pasando a formar con un 1-5 atrás que dejaba espacios en el medio, pero que impedía una circulación nítida de las danesas. Además, el papel de Merche en la portería iba a ser clave para que el equipo español pudiera correr y desestabilizar el partido por esa vía. El primer tanto del partido lo hacía Carmen Campos tras superar en el uno contra uno a su defensora.
Las 'Guerreras' mantenía una ligera ventaja en el marcador en los primeros minutos, pero teniendo demasiadas pérdidas, lo que provocaba que las contras del equipo nórdico fueran letales. La primera ventaja visitante, ya que el campeonato se ha celebrado en territorio nacional, en Granollers principalmente, llegó con el 4-3. Acto seguido empataba Mireia González y Eli Casero volvía a dar ventaja a España.
No fue hasta mediado el primer tiempo cuando España dispuso de su primera superioridad. Esos dos minutos, unidos a una fase del juego danés repleto de pérdidas, hicieron a España soñar con poder romper el marcador. Sin embargo, Burgaard hizo su primera gran aparición para dar la vuelta al electrónico y conceder la primer ventaja importante de Dinamarca. Una oportuna doble exclusión permitió a España recuperar su sitio en el partido gracias a Cabral y Gassama.
Con la recuperación de la igualdad, Dinamarca mejoró en ataque y lanzó su primera ofensiva por el partido abriendo una renta de cuatro goles (14-10). El primer aviso serio de la danesas por el bronce. Jensen con una vaselina genial se gustaba por encima de Merche, y aunque España pudo contener la hemorragia, empezaba a dictar el destino del partido. Al descanso, 16-13 para las visitantes.
Dinamarca rompe el partido
Un pésimo inicio de España en el segundo tiempo con un parcial de 3-0 provocó que el choque se rompiera definitivamente con una diferencia de seis goles. Dinamarca estaba exhibiendo una enorme eficacia en sus lanzamientos, por encima del 70%, mientras que España rozaba el 50%. Era una moneda tirada al aire que podía salir cara o podía salir cruz. Y a las chicas de Prades les salió cruz durante toda la segunda parte.
Carmen Martín y Carmen Campos intentaron liderar el impulso de España hacia una pequeña reacción, pero la diferencia no baja de los cinco tantos (22-17). El partido estaba casi sentenciado a medida que Burgaard seguía rompiendo la portería nacional sin fallo. Por si fuera poco, Jensen también estaba intratable, especialmente desde los 7 metros, y la diferencia crecía también hasta los siete goles (26-19).
Las prisas empezaron a hacer acto de presencia en el juego español y eso se tradujo en imprecisiones y pérdidas que terminaron por echar por tierra cualquier sueño de remontada. Carmen Campos volvió hacer un intento a la desesperada de reducir la diferencia, pero Dinamarca abrió la brecha hasta los ocho goles, dejando el final del encuentro completamente sentenciado. España entró en los últimos diez minutos jugando de manera más relajada, ya que Dinamarca también bajó revoluciones en defensa. Al final, victoria y medalla danesa por 35-28.
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