Los casos de acosos y abusos han perseguido a la gimnasia durante años por todo el mundo. Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña o Australia han sido algunos de los países que se han visto obligados a denunciar, años después, este tipo de comportamientos deleznables contra los deportistas que, no solo minan su rendimiento deportivo, sino que además les provocan grandes y graves trastornos en su vida y en su día a día.
Sin embargo, quien ha sido ahora señalada por un caso de abusos y acoso ha sido la gimnasia española y su federación, y más concretamente, el Centro de Alto Rendimiento de León, elegido como base central del equipo nacional júnior. El escándalo y la polémica han hecho saltar la estabilidad del deporte nacional en un asunto de máxima gravedad que ya ha contado con la intervención del Consejo Superior de Deportes.
Abusos en España
El Centro de Alto Rendimiento de León ha sido el lugar en el que dos atletas españolas de tan solo 15 y 16 años han recibido abusos y acoso por parte de sus entrenadoras en los últimos tiempos. Esa fue la denuncia de la madre de una de las gimnastas agredidas, lo que provocó la apertura de una investigación por parte del Consejo Superior de Deportes que ahora ha reconocido que, efectivamente, las denuncias están fundamentadas en unos hechos reales y que no queda más remedio que reconocer que en dicho centro se ha producido tan indeseable episodio.
La madre de Claudia Jiménez, una de las víctimas, fue quien dio la voz de alarma y quien llevó a cabo el proceso de denuncia que ha propiciado la posterior investigación del CSD, la cual ha concluido con el reconocimiento de un episodio de acoso verbal en el CAR de León. Sin embargo, el caso de Claudia no es aislado, ya que hay otra chica que también figura como víctima en esta denuncia, Carla Vilasánchez.
Además, la resolución del CSD ha provocado que se reconozca también la existencia de un delito incluso mayor que los abusos y acosos sufridos por parte de las jóvenes. Se trata de la omisión de actuación correctora por parte de la Real Federación Española de Gimnasia, quien no ha estado a la altura de los acontecimientos, algo que han pagado las jóvenes atletas.
Los nombres del caso
Este terrible caso de agresiones verbales destapado por la madre de una de las denunciantes y que ha sido confirmado por el CSD tiene a varios protagonistas claramente identificados y sobre los que deberá recaer, no solo el peso de las decisiones que tome el propio Consejo Superior de Deportes, sino también el de la ley, ya que este episodio ni debe quedar impune ni se debe limitar a unas sanciones deportivas o profesionales.
El primero de los nombres que aparece en el caso, y seguramente el más importante, es el de Ruth Fernández, entrenadora con más de 20 años de experiencia. Además, esta preparadora de gimnasia es la responsable del equipo júnior nacional, concentrado siempre en el CAR de León, y la responsable también del Club Ritmo. Su gran fama en la gimnasia española se debe a haber sido entrenadora de deportistas tan importantes como Carolina Rodríguez o Sara Llana, con las que ha acudido incluso a Juegos Olímpicos. Además, está inscrita en la relación de la Federación Española para los próximos Campeonatos de Europa.
Los otros nombres que rodean al de Ruth Fernández son el de Nuria Castaño, también inscrita por la Federación para el europeo de gimnasia, Eva Pelayo y Beatriz Brito. Todas ellas han sido reconocidas por el CSD como copartícipes de esas prácticas de abuso y acoso. Sobre ellas también está puesta la lupa de cara a futuras sanciones y a futuras medidas disciplinarias.
También ha quedado señalado en el caso, sobre todo por su falta de actuación y por su omisión en su labor correctora de la situación el presidente de la Federación Española de Gimnasia, Jesús Carballo, máximo responsable último del equipo júnior de gimnasia que tiene su base central en el Centro de Alto Rendimiento de León. De momento, no ha sido señalado a título personal por el CSD, pero sí forma parte de este complicado caso que ha manchado por completo el deporte español. Se espera por su parte una respuesta más contundente a lo sucedido.
La lacra del peso
La investigación llevada a cabo por el CSD y que ha obligado a la propia institución y a la Federación Española de Gimnasia a reconocer la veracidad de los hechos y de las fuertes acusaciones, ha descubierto cuál ha sido el motivo que ha provocado el desastre. Los acosos y abusos cometidos contra estas chicas, y se cree que contra alguna gimnasta más, han estado relacionados con agresiones verbales relacionadas con el peso.
El peso de los deportistas y en particular de los gimnastas se han convertido en una lacra y en un arma arrojadiza contra los atletas, presente siempre o casi siempre en este tipo de casos. Muchos son los episodios de desnutrición que se han denunciado a lo largo del mundo cuando se han descubierto escándalos de este tipo, así como insultos, vejaciones y abusos por temas relacionados con el peso que terminan provocando enfermedades mentales en los deportistas como depresiones.
En el caso denunciado de abusos en la gimnasia española, el peso ha sido el arma utilizado por Ruth Fernández y todo su equipo para atormentar a Claudia, Carla y a varias chicas más del CAR de León. Las jóvenes denunciaron comentarios ofensivos hacia su forma física así como un maltrato psicológico relacionado con su valía para el deporte. Buscaban su control mental y romper su autoestima sometiéndolas a insultos y comentarios para convencerlas de su falta de trabajo, talento y disciplina.
La resolución de este caso por parte del CSD ha sido realmente llamativa y preocupante teniendo en cuenta que solo hace unos meses, en 2020, se puso en marcha un protocolo especial para la prevención, detección y actuación frente a la violencia en el deporte, motivo por el cual se ha señalado directamente a la Federación, ya que unos meses después de su aprobación, este plan ha fracaso completamente.
Ahora la RFEG, tras conocer el dictamen del CSD, ha anunciado que está a la entera disposición de lo que decidan las autoridades para llevar a cabo cambios estructurales dentro del CAR de León y dentro del equipo técnico de gimnasia rítmica nacional. Una vez ha estallado el escándalo, el propio Jesús Carballo ha anunciado medidas para luchar contra este tipo de casos como la constitución de una comisión con profesionales externos para atender denuncias similares o cursos de formación para los equipos nacionales para la detección y prevención de abusos.
Dentro del caso ha destacado también la labor de Dani Mateos, director del Centro de Alto Rendimiento de León, quién ha formado parte activa y fundamental del comité que ha instruido e investigado durante meses la situación, y que finalmente ha determinado que hubo abusos contra las deportistas que formaban parte del equipo júnior nacional de gimnasia.
El cambio más importante que se espera próximamente será la salida, tanto del CAR como del equipo nacional, de la entrenadora Ruth Fernández, así como del resto de miembros de su equipo implicados. Además, el CSD, la RFEG y sobre todo la dirección del centro se encuentran ya trabajando en la creación de un nuevo proyecto deportivo para el CAR de León, quien también deberá tomar sus propias medidas en base a su reglamento de régimen interno.
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