Instantánea de la boda civil de Caster Semenya. Instagram
La fastuosa boda civil de Caster Semenya, la atleta sudafricana cuestionada por su sexo
La vigente campeona olímpica de 800 metros se casó con su novia de toda la vida en una ceremonia que tuvo lugar en Pretoria y que coincidió con su 26 cumpleaños.
7 enero, 2017 21:43Noticias relacionadas
- Ruth Beitia: cuando la ilusión pesa más que sus 37 años
- El creador de la San Silvestre: “Yo era un zumbado del deporte”
- El técnico denunciado por acoso sexual, iniciador de una saga y un histórico del atletismo español
- Marta Domínguez no acude al primer examen teórico de la Policía: ya sólo opta a agente 'raso'
- Raúl Chapado, nuevo presidente de la Federación Española de Atletismo
- Usain Bolt también sabe rapear: "Corro en 10 segundos, los que tú duras en la cama"
La atleta sudafricana Caster Semenya, campeona olímpica de 800 metros en Río 2016, se ha casado por lo civil este sábado en Pretoria con Violet Raseboya, su novia desde hace años, según informan medios sudafricanos. La ceremonia ha tenido lugar en una lujosa mansión de la capital de su país en el día del 26 cumpleaños de la deportista.
Semenya y su novia bailan durante la boda. Instagram
Semenya le cedió el tradicional traje blanco a su compañera Violet, eligiendo un color oscuro con tonos dorados para su vestimenta, como se puede comprobar en las fotos subidas a su perfil de Instagram. La pareja ya se había casado por el rito tradicional en diciembre del 2015 en la provincia sudafricana de Limpopo (norte).
Caster Semenya y su novia vestidos de forma tradicional. Instagram
La carrera atlética de Semenya fue objeto de controversia después de ganar el título mundial de 800 metros en Berlín 2009 con un tiempo de 1:55.45. La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) sometió a Semenya a un proceso de verificación de sexo porque sus niveles de testosterona eran tres veces superiores a los normales en una mujer.
Pero en julio de 2010, la IAAF aceptó las conclusiones de un grupo internacional de expertos y autorizó a Semenya a competir como mujer sin limitación alguna. Desde entonces, logró la plata mundialista en Daegu 2011, otra en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y, como culmen, el oro en Río.
