Aston Martin se puso las tres primeras carreras del Mundial de Fórmula 1 como plazo para conocer su posición real en la parrilla. Cumplido el periodo, más claro no podía haber quedado: Fernando Alonso tiene el segundo mejor coche tras los Red Bull y solo el Mercedes de Hamilton, en Australia, se ha podido colar entremedias.
La F1 se va de parón durante cuatro semanas, las que quedan para la disputa del siguiente Gran Premio que se celebra en Bakú (Azerbaiyán). Es el momento de hacer balance y, clasificación en mano, Aston Martin puede tirar cohetes: Alonso es tercero en el Mundial de pilotos y el equipo marcha segundo en el de constructores.
Es cierto que Red Bull se encuentra a una distancia abultada respecto al resto. En Baréin, Alonso cruzó la meta 38 segundos por detrás de Verstappen y en Arabia Saudí, a 20 de Checo Pérez. La misión, ahora, es rebajar dicha diferencia en la denominada 'batalla del desarrollo'. La partida se vuelve a poner en manos de los ingenieros.
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A Fernando Alonso no se le puede pedir mucho más de lo demostrado en estas tres carreras. Su conducción ha sido impecable combinada con esa inteligencia que saca brillo en momentos de tensión y ha dejado alucinados a todos en Aston Martin. En el circuito de Albert Park, en medio del caos, lo hizo una vez más.
Cuando Sainz le embistió en la resalida, su cerebro fue capaz de hilar al segundo: "Regla estúpida… ¿Cómo diablos puedes sacar antes una bandera roja? Quizás, si no completamos la vuelta volvamos a las posiciones anteriores -las previas a la salida-. Ya ocurrió en Silverstone", dijo por radio recordando el último GP de Gran Bretaña. Es solo un ejemplo de lúcido que se mantiene Alonso a sus 41 años y por lo que se puede seguir considerando un aspirante al título mundial tras 17 años de 'sequía'.
En la marca británica, que ya ha conseguido algo tan importante como darle un coche competitivo, el primero que tiene en una década, recogen el guante. Soñar es posible, aunque conocen la dificultad de combatir contra equipos (Red Bull, Mercedes y Ferrari) expertos en el desarrollo de sus bólidos durante el Mundial.
El mejor ejemplo fue Mercedes, que el año pasado erró en el tiro al crear su W13 y acabó mejorándolo durante el año hasta llevarlo a ser un coche capaz de luchar por las victorias (George Russell ganó en Brasil, el penúltimo Gran Premio del Mundial).
Mike Krack, el jefe de Aston Martin, hizo en DAZN este análisis tras la carrera en Melbourne: "Ahora empieza una carrera por el desarrollo con los otros equipos, quién pueda traer mejoras y cuándo. Será difícil mantenerse con los grandes jugadores. No estamos luchando con equipos pequeños, estamos luchando contra equipos muy grandes, muy experimentados y con grandes infraestructuras, pero lucharemos. Somos un equipo lleno de gente muy dedicada a su trabajo, que además es buena. No nos vamos a quedar cruzados de brazos".
El discurso es el de no renunciar a nada. Razones tiene, en vistas del trabajo realizado durante el invierno. La escudería ha pasado de ser la séptima mejor del Mundial, de acuerdo con el resultado final de 2022, a la segunda. Eso se ha conseguido gracias a los otros fichajes 'galácticos' realizados como el de Alonso, pero en las trincheras: Dan Fallows, exjefe de aerodinámica de Red Bull y ahora director técnico de Aston Martin, y su adjunto Eric Blandin, que tenía en Mercedes el mismo rol que Fallows en la escudería austriaca.
La cuenta pendiente sobre la que trabajan desde ya en Aston Martin es mejor la velocidad punta del AMR23. El bólido verde es, en este aspecto, de los más blandos de la parrilla y sufre en las rectas más largas. Lo compensa con su carga aerodinámica, un agarre mecánico que es clave en las curvas lentas y la gestión que hace de los neumáticos.
El salto, por tanto, está en todo lo que Fallows y su equipo puedan progresar en cuanto a la velocidad punta en los paquetes de mejoras que irán llegando desde el GP de Emilia Romaña, el sexto del calendario mundial.
¿Y la '33' para cuándo?
Tal y como están las cosas, en Aston Martin se ven capaces para, como mínimo, luchar por alguna victoria de carrera y, por tanto, llegue durante el año la ansiada '33' de Alonso. Más allá de pistas en las que una carambola pueda alzar al español hasta el cajón más alto del podio, hay dos señaladas que creen que son ideales para el AMR23 actual.
Son Mónaco y Barcelona. "Venga, lo intentaremos", decía sonriente Krack al nombrar estas como las más factibles para lograr la primera victoria de Alonso en casi diez años. La más favorable es la del Principado, donde ser rápido no es tan importante y la incidencia del DRS es de apenas 0,2 segundos. Fernando, que no se ha bajado del podio en el arranque del Mundial, se frota las manos.