Sólo quedan seis días para que se apaguen los semáforos en el circuito de Sakhir, Bahréin, y de comienzo la temporada 2023. Una interminable espera que tiene como protagonista principal a uno de los grandes campeones de la Fórmula 1, uno de los más que más expectativas genera. Y no es otro que Fernando Alonso, que se estrenará con su AMR23 en una carrera oficial.
Hasta el momento, las credenciales presentadas por Aston Martin y el piloto español demuestran que se ha trabajado lo suficiente en el garaje y en el túnel de viento. Al menos, eso es lo que se ha reflejado sobre el asfalto de Bahréin durante los únicos test de pretemporada. Mientras unos y otros sufrían más de lo esperado o no encontraban sus sensaciones, él y su monoplaza dejan un dulce regusto.
Principalmente se ha debido gracias a varios aspectos como la fiabilidad o el ritmo mostrado. Ambas fueron mucho mejor de lo que se esperaba en un principio, especialmente en el simulacro de carrera donde se pudo ver brillar a Fernando Alonso. Con su AMR23 y con los datos extraídos de los tres días de pruebas, el sueño de dar un paso adelante y juntarse con la élite, formada por Red Bull, Ferrari y Mercedes, está muy presente.
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Unos resultados que han provocado que el bicampeón del mundo esté en las quinielas para hacer un podio en la primera carrera de la temporada. Nada es descartable, pero sí que hay que tener una cierta cautela porque todavía no ha empezado el Gran Circo. Eso sí, Alonso ya ha demostrado con su monoplaza que sigue teniendo mucha cuerda en sus manos en este 2023.
Sakhir será el primer juez de la temporada, pero parece que 'La Misión' va cogiendo forma poco a poco. Con sus actuaciones en los test, ha demostrado que hay mucho donde exprimir en su monoplaza. Lo cierto es que parece haber encontrado esa fiabilidad y ese refuerzo que le faltó en sus dos años en Alpine y, por qué no, esa suerte que siempre es necesaria.
Fernando Alonso con su AMR23 en el circuito de Sakhir en Bahréin
Fiabilidad y ritmo
Si por algo ha destacado durante los tres días de pretemporada Fernando Alonso ha sido por obtener unos resultados casi sobresalientes. Las expectativas eran altas, pero él ha sabido demostrar que estaban conforme a lo que podía esperarse de su monoplaza. El AMR23 se ha dado a conocer como una máquina fiable y con ritmo, capaz de enfrentarse a casi cualquier coche de la parrilla y que no acumula debilidades alarmantes.
Aunque lo cierto es que no es que no se pueden sacar conclusiones precipitadas, las imágenes de Fernando Alonso en el primer día de los test sí desataron la ilusión. El asturiano terminó segundo esa jornada y solo fue superado por Max Verstappen, el actual campeón del mundo, con su Red Bull. Les separaron 29 milésimas, una diferencia muy exigua.
El segundo día también acabó con Alonso en las posiciones de honor. Por delante, Zhou y Verstappen, que aventajó al de Aston Martin en más tiempo que en la jornada anterior. Si bien es cierto, el tiempo del asiático fue ficticio, pues utilizó unos neumáticos más blandos que no estarán en la próxima carrera. Además, el español pudo completar 130 vueltas sin ningún percance mecánico, algo a resaltar.
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Y, por último, el tercer día olvidó los tiempos y se centró junto a Aston Martin en realizar un simulacro de carrera. Depósito de combustible lleno y los neumáticos de la carrera calzados (C1, C2 y C3), el resultado fue un éxito gracias a un ritmo elevado durante los giros al circuito.
Sin duda, la mejor noticia de esa simulación fueron los resultados con los neumáticos. La degradación presente en los diferentes stins utilizados a lo largo de las 58 vueltas que realizó dejaron plasmado que el Aston Martin cuida sus gomas mucho más de lo esperado. Algo que no sucedió, por ejemplo, con Carlos Sainz y su Ferrari y que provoca que pueda sacar ventaja en ese aspecto.
Lo cierto es que el AMR23 se ha mostrado como un monoplaza perfectamente acoplado. El motor proporcionado por Mercedes parece rugir lo suficiente, el chasis está bien adaptado y los neumáticos responden a la perfección en cuanto a degradación se refiere. O sea, es una máquina bien engrasada y dispuesta para competir, especialmente con sus rivales más directos como Alpine o McLaren, tras lo visto en las tres fechas de pretemporada de pretemporada.
Es decir, tres días llenos de noticias positivas que refuerzan la mentalidad de Aston Martin para la primera carrera del campeonato. Además, hay otro dato que también resalta el paso adelante dado por la escudería británica. Tras cambiar más del 90% del coche, han conseguido mejorar hasta 2,371 segundos respectos a los test de la temporada pasada.
Fernando Alonso con el AMR23 de Aston Martin en Bahréin
Un dato que únicamente supera Williams, que rebajó los cronos marcados en 2,378 segundos. Una marca que deja su avance respecto al pasado año transformada en un gran salto hacia adelante. Mercedes logró bajarla en algo más de 2 segundos y Ferrari en poco más de 1,3 segundos, por lo que la distancia entre la parte noble de la parrilla parece reducirse de cara a esta temporada.
Elogios y temor en la parrilla
Tras lo demostrado por Aston Martin durante estos tres días, muchos han reflexionado y les señalan como uno de los grandes animadores del campeonato. A pesar de la precaución de Alonso para el primer Gran Premio de la temporada, ya hay muchos que le ponen en la parte alta de la clasificación.
"El coche ha sido fácil de conducir los tres días y en tandas largas, donde los neumáticos siempre se degradan, cometes algún error, empiezas a bloquear o empiezas a pasarte en alguna curva... Eso no nos ha pasado, porque tenemos, como digo, un coche bastante fácil de predecir sobre lo que está pasando y eso ha sido una ventaja, seguramente en el ritmo de carrera", declaraba el piloto español una vez terminados los test.
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"En las primeras carreras seguiremos completando esto en boxes. Hemos echado de menos a Lance también, porque algunas de las cosas o sensaciones que yo doy al equipo no sabemos si son una cosa que es verdaderamente está por mejorar o es una cosa que Aston Martin la tiene así", era su manera de rebajar la euforia, esperando el regreso de su compañero Lance Stroll.
Una de las figuras dentro del paddock como Adrian Newey, artífice de los éxitos de Red Bull en las últimas temporadas, puso sobre el foco a Fernando Alonso y Aston Martin tras observar su rendimiento sobre el trazado de Sakhir, asegurando que solo temía a Mercedes, Ferrari y al nuevo equipo del bicampeón del mundo.
Sin embargo, Pedro de la Rosa, figura importante para Alonso en Aston Martin, quiso quitarle importancia a las palabras de ingeniero jefe de Red Bull. "Hay que tener los pies en el suelo. Esto no ha hecho más que empezar. Todavía estamos aprendiendo sobre nuestro coche", sentenciaba el expiloto.