Fernando Alonso alcanzó la velocidad de despegue de un avión Boeing 747 en su accidente en Austin

Fernando Alonso dejó a todos los aficionados con el corazón helado durante el Gran Premio de Estados Unidos en Austin. El piloto asturiano sufrió un terrible accidente que podría haber tenido consecuencias realmente graves. De hecho, el español se libró por suerte y también por su enorme manejo de los monoplazas de Fórmula 1, ya que no soltó el volante en ningún momento del golpe. 

El bicampeón rodaba por la recta más imponente del trazado de Austin justo por detrás de Lance Stroll, quien será su compañero el próximo año en Aston Martin. Justo cuando le fue a adelantar, este cambió de dirección bruscamente y de manera tardía para intentar proteger su posición. Una decisión errónea que pudo haber salido muy cara. 

Fernando esquivó por muy poco una zona en la que la valla de protección se abría generando un borde que hubiera sido infinitamente más peligroso que la zona con la que se golpeó, ya que era paralela al sentido de la pista. Sin embargo, las imágenes más espectaculares no estuvieron ni en el choque contra el canadiense ni tampoco contra la valla. Fue en los segundos que hubo entre los dos impactos. 

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Alonso voló literalmente con su A522 y es que las dos ruedas delanteras se despegaron del suelo de manera impactante recorriendo decenas de metros sobre las traseras. El asturiano estuvo a un suspiro de despegar y dar paso a una tragedia mayor. Si el monoplaza de Fernando se hubiera impulsado un poco más, hubiera perdido contacto con el asfalto y las consecuencias del vuelo podrían haber sido fatales. 

La Fórmula 1, que analiza todos los accidentes que se producen en la Fórmula 1 al milímetro, ha hecho lo propio con el vuelo de Alonso. Y una de las conclusiones más impactantes es que el ovetense alcanzó la velocidad de un avión Boeing 747 en el momento de su despegue durante los segundos en los que estuvo a dos ruedos sobre el trazado de Austin. Así lo ha afirmado el experto Sam Collins. 

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Un análisis escalofriante

Mientras Fernando aseguraba que se le había quedado el susto en el cuerpo durante el resto de la carrera, Sam Collins, periodista, ingeniero y analista técnico, intentaba explicar lo que había sucedido en el momento en el que Alonso empieza a despegar del suelo: "Lance Stroll mira a la izquierda, yo supongo que a su retrovisor izquierdo. Si seguimos adelante, se puede ver qué pasa: un gran impacto en la parte trasera del coche. Sabemos lo que causa ese gran impacto: fue el Alpine de Fernando Alonso moviéndose para hacer una maniobra de adelantamiento".

"Stroll se está moviendo a la izquierda de la pista para cubrirse del rápido Alpine y el resultado del contacto de las ruedas traseras lanza al Alpine muy alto. Se puede ver que va sobre dos ruedas un poco. El coche se mantiene a dos ruedas muy alto". El coche de Fernando alcanzó una altura límite porque si hubiera subido un poco más podría haber llegado a despegar del suelo, lo que hubiera sido terrible. 

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Collins arroja un dato estremecedor y es la velocidad que alcanza el A522 durante su vuelo. Similar a la del despegue de un avión Boeing 747: "Apunta hacia arriba y la razón de esto es que si miramos los datos, la velocidad de ese coche eran 296 kilómetros/hora cuando apuntaba hacia el cielo. Si queréis saber por qué apuntaba al cielo, es la velocidad de despegue del Boeing 747".

"Adquirió más velocidad que la que necesita un avión como un Cessna 172, estos despegan a 177 kilómetros/hora. La superficie de las alas es similar a la superficie del suelo del Alpine. Un momento terrorífico para el piloto español". Así fue el tremendo susto de Alonso. Un choque fortísimo, velocidades de vértigo y una experiencia similar a pilotar un avión sin control en el momento de su despegue, pero camino de las protecciones. Un milagro que no pasara nada y que el asturiano pudiera terminar en séptima posición.