Los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en Pekín el próximo año están recibiendo multitud de ataques. Después de tener que lidiar contra los efectos de la pandemia y con otras irregularidades como la falta de condiciones climatológicas o la necesidad de establecer una red de conexiones a internet que permita sostener la gran demanda que existirá en una competición en la que casi todos los actos se celebrarán de manera telemática, ahora se enfrentan a un boicot internacional a gran escala.
Los problemas a los que tendrá que hacer frente en las próximas semanas el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Invierno se multiplican. Pekín persigue hacer historia y ser la primera ciudad que albergue una cita tanto en verano como en la temporada invernal, después de que en el año 2008 organizara sus primeros Juegos, pero no lo va a tener nada fácil.
Hay varios países que la tienen tomada con China y que están intentando hacer fuerza para que el estado ponga al corriente varias de sus polémicas, centradas casi todas en las violaciones de los derechos humanos que se producen en el país. Por ello, los Juegos Olímpicos de Invierno están en seria amenaza.
Boicot a China
El país que está liderando esta guerra es Estados Unidos. Los americanos han decidido plantar batalla y han llevado a cabo un boicot político y diplomático para intentar forzar la situación y que se halle pronto una solución. No tienen intención de impedir a sus deportistas acudir pues consideran que ellos no tienen la culpa, pero sí quieren acentuar la lucha contra la mala imagen que proyecta China hacia el exterior con algunas de sus artimañas.
El anuncio todavía no es oficial, pero Estados Unidos tienen decidido no enviar a ninguna representación política a los Juegos Olímpicos de Invierno, una medida con la que pretenden protestar por una serie de causas que consideran justas. Hace unos días era el propio Joe Biden, presidente de la nación, quien confirmaba que se estaban planteando llevar a cabo esta medida.
Esta decisión ha provocado un enfrentamiento a escala mundial entre los países que tienen previsto unirse a esta conducta y aquellos que defienden la posición de China. El portavoz de Exteriores del gobierno chino se encargó de responde a Joe Biden para buscar apoyos por todo el mundo e intentar echar abajo este boicot.
La alianza China-Rusia
Zhao Lijian concedió una rueda de prensa en la que manifestó que "no se puede politizar el deporte porque eso es algo que va en contra del espíritu olímpico al dañar los intereses de los atletas". Además, insistía en que "los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022 son un escaparate para deportistas de todo el mundo. Politizar el deporte va en contra de eso y de los intereses del deporte".
China siempre ha considerado este tipo de comportamientos como una campaña de difamación que busca afear el éxito que van a tener los considerados como los Juegos Olímpicos de Invierno más complicados de la historia por la aparición de la pandemia provocada por la Covid-19.
De momento, China no está sola en su batalla ya que existen países como Rusia que no ven adecuado este boicot al estado. Desde Moscú han criticado muy duramente las decisiones que ha tomado Estados Unidos en las últimas horas en lo referente a este tema, resucitando una vieja guerra que siempre ha sido protagonista en el planeta.
La llegada de Reino Unido
Poco a poco, cada vez más países van sumándose al conflicto y van decantándose por un bando o por el otro. De hecho, ya se están formando conatos de disputas internacionales que recuerdan y mucho al inicio de conflictos bélicos del pasado. Para apoyar a Estados Unidos ha llegado el Reino Unido.
Aunque Joe Biden sí ha sido más claro en sus intenciones, las altas instancias gubernamentales del país están valorando muy seriamente unirse a este boicot planteado por Estados Unidos para hacer visible la indignación que se vive en el caso.
La idea de Reino Unido será la misma que la puesta en marcha por Estados Unidos, evitar que ningún representante del gobierno británico acuda a la cita olímpica, aunque dan total libertad a sus deportistas para viajar a la cita de Pekín sin ningún tipo de restricciones. En este caso, la decisión la tendrá que tomar el primer ministro Boris Johnson, quien todavía no ha tomado una determinación para posicionarse en esta batalla.
Quien sí lo ha hecho es Liz Truss, ministra de Exteriores del Reino Unido, quien se muestra en una postura muy cercana a la expuesta por Joe Biden y Estados Unidos. Truss quiere seguir con este boicot y para ello tendrá que convencer a los responsables deportivos del país y Johnson, para que secunde este modo de actuación.
Violaciones de los derechos humanos
El origen del conflicto internacional que se está creando en torno a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022 gira alrededor de unas fuertes acusaciones de violaciones de los derechos humanos en la zona de la región noroccidental de Xinjiang y en Hong Kong.
Xi Jinping y Biden han celebrado un encuentro esta semana, pero no ha evitado que la postura de Estados Unidos no haya cambiado. China se ha tomado esta decisión como una profunda ofensa ya que consideran intolerable que otro estado se meta en sus asuntos. Existe una corriente mundial que ha alzado la voz por la poca consideración que reciben los derechos humanos en el país y en especial en las zonas citadas y en el Tíbet.
En estas zonas, la minoría uigur está viviendo bajo la enorme represión que está llevando a cabo el gobierno chino desde hace un tiempo. Además, el gobierno del país está realizando peligrosos acercamientos de colaboración con las fuerzas talibanes de quienes esperan encontrar protección especial, otro comportamiento que está siendo mundialmente criticado y que tiene a Estados Unidos enfrente como principal oponente.
Legisladores demócratas y republicanos, incluida la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, han abogado por el boicot diplomático en protesta por los abusos contra los derechos humanos en China.
El escándalo Peng Shuai
Por si esta situación no fuera suficientemente tensa, China se ha visto salpicada en las últimas semanas por el escándalo de la tenista Peng Shuai, la cual ha desaparecido después de haber denunciado abusos y agresiones sexuales por parte de Zhang Gaoli, exvicepresidente del país.
Esta jugadora en dobles, que llegó a ser número 1 del mundo y ganadora de dos Grand Slams, denunció a su presunto agresor a través de sus redes sociales y desde entonces ha recibido la ira del gobierno chino mediante conductas de censura y ahora con un posible secuestro, ya que nadie sabe nada de Peng desde que se salió a la luz el caso.
La desaparición de la tenista ha provocado que multitud de asociaciones políticas y grandes personajes del mundo del deporte hayan pedido una investigación para conocer lo que ha sucedido con la jugadora. Desde la Organización de las Naciones Unidas hasta la WTA pasando por la figura de jugadores como Novak Djokovic o Paula Badosa han pedido justicia. El Comité Olímpico Internacional también está intentando mover sus hilos para acabar con la represión china e intentar salvar a la jugadora.
A raíz de este caso, muchos países han empezado a pedir que los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022 no pueden celebrarse si no se aclara lo que ha sucedido con Peng Shuai. Entre el caso de la tenista desaparecida y el boicot que plantean Estados Unidos y Reino Unido, y al que podrían unirse más países, la cita olímpica de China empieza a estar manchada y eclipsada por un gran boicot internacional.
[Más información: Pekín, amenazada por los JJOO de invierno: miedo a la Covid y falta de agua para crear nieve artificial]