Las portadas son todas para Messi desde que Argentina se ganara el pase a la final del Mundial de Qatar. El sueño del '10' está más cerca que nunca, pero no sería posible sin otra figura crucial: Scaloni (Santa Fe, Argentina; 1978). El otro Lionel de la 'Albiceleste' es el arquitecto del rival de Francia en la final de las finales.
Lionel Scaloni aterrizó en el banquillo de Argentina en 2018 y desde entonces ha ido colocando ladrillos hasta armar un vestuario sólido. En 2021 rompió una racha de 28 años sin ganar la Copa América -con cuatro subcampeonatos entremedias- y ahora solo le separa un partido de romper otra de 36 sin ganar el Mundial.
Argentina o Francia. Una de las dos selecciones volverá de Qatar con tres estrellas en su pecho. En el país de la 'Albiceleste', el del mate, la cumbia y, sobre todo, la tierra de Diego Armando Maradona, se deposita toda la fe sobre la magia de Messi y el plan de Scaloni para la final.
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Scaloni trajo al banquillo de Argentina la calma que necesitaba. Desde la Copa América que se ganó en 1993, el conjunto sudamericano tuvo diez seleccionadores diferentes hasta que se encontró con Lionel. Dramático fue especialmente el tramo desde que se perdió la final del Mundial de 2014: Tata Martino, Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli pasaron por el sitio en apenas cuatro años.
Fue con Sampaoli, que ya le había tenido de asistente en el Sevilla, cuando Scaloni llegó al cuerpo técnico de la selección argentina. Tres años antes, Lionel había colgado las botas tras una carrera de más de dos décadas en la que brilló, sobre todo, en el Deportivo de La Coruña y la Lazio. También trabajó en las inferiores del Mallorca -otro de los clubes en los que jugó- hasta que se unió al equipo del 'Sabio de Casilda'.
Lo de Sampaoli en Sevilla duró un año hasta que la Federación argentina (AFA) le llamó durante el verano de 2017. El objetivo era preparar al equipo para el Mundial de Rusia. Scaloni le siguió y en el torneo mundialista hizo la función de analista de rivales. Aquello salió mal, con Argentina cayendo en octavos ante Francia. Entonces era difícil de imaginar que en Qatar se podría cobrar la venganza en la gran final.
A Sampaoli le despidieron y Scaloni pidió encargarse de algún equipo de inferiores. Le dieron la Sub20, que llevó junto a Pablo Aimar durante poco tiempo. Los buenos resultados en unos meses provocaron que la AFA le ofreciera ocuparse temporalmente del primer equipo, dado que la búsqueda de un entrenador estaba siendo compleja. Arrancó ahí lo que ahora se conoce cariñosamente como la 'Scaloneta'.
Creciendo en el puesto
De interino a ir ampliando su contrato progresivamente. Sin hacer ruido. Un recorrido de 56 partidos, que empezó el 8 de septiembre de 2018. Argentina solo ha perdido cinco duelos con él, por lo demás son 37 victorias y 14 empates. Se sostuvo imbatido en más de la mitad de esos choques, 33 (57 por ciento), de los que venció 29 e igualó cuatro. Sólo se quedó sin marcar algún tanto en siete, la última vez el 18 de noviembre de 2021 en un 0-0 contra Brasil en la clasificación para el actual Mundial. Ha anotado algún gol en sus últimos 15 partidos.
Ganador de la Copa América 2021 y de la 'Finnalissima', con un 3-0 sobre Italia, campeona de Europa, volvió a reencontrar a Argentina con un título después de casi tres décadas, al lado de su cuerpo técnico, rodeado de exjugadores que ya han sentido la 'Albiceleste' como futbolistas en su mayoría. Pablo Aimar se mantuvo siempre a su lado y luego se unieron Walter Samuel y Roberto Fabián Ayala. También están Matías Manna y Hugo Tocalli, como preparador de porteros, entre otros. Scaloni reconoce que sin ellos no habría podido construir un ambiente en el vestuario como el que tiene, en el que Messi se encuentra bien rodeado dentro y fuera del campo.
Scaloni rejuveneció el grupo, revitalizó el espíritu del vestuario y encadenó buenos resultados. Tan importante es la victoria de la Copa América, ganando a Brasil en Maracaná, como la racha de partidos sin caer derrotada que llegó a tener la 'Albiceleste'. De los últimos 42 partidos solo ha perdido, el del debut en el Mundial contra Arabia Saudí.
El estreno en Qatar, hace solo tres semanas, cayó a plomo en Argentina. "Se siente como una eliminación", decían en las narraciones de la derrota por 1-2 contra el combinado saudí. Las caras de los jugadores argentinos, incluido Messi, eran poemas y de repente todo amenazó con desmoronarse.
Los 'niños' de Scaloni
Empezar así dejó sin margen de maniobra de Argentina, que llegó a verse fuera del Mundial si no ganaba a México en la segunda jornada. En ese partido empezaron los ajustes de Scaloni, venció su selección y vio cuál era el camino que debía seguir. Alexis Mac Allister había sido titular y Julián Álvarez y Enzo Fernández habían sido diferenciales desde el banquillo, especialmente este último.
Scaloni fijó en el once a los tres jóvenes (Mac Allister, el mayor, nació en 1998), algo que aceptó de buen grado Messi. A Leo le beneficia jugar con ellos tres, liberándole de tareas que frenaban su cometido: ser diferencial desde la frontal del área. Aquella decisión del seleccionador de meter a los 'nuevos' cambió el Mundial de Argentina.
Reducir la presencia de los tres a que así se libera Messi sería injusto. Mac Allister se ha convertido en el pulmón del equipo, Enzo aporta equilibro y fantasía a partes iguales y Julián Álvarez no perdona una dentro del área. Un mini cambio de ciclo en mitad de un Mundial y a correr. Gasolina para la 'Scaloneta'.
El once de Argentina está claro: 'Dibu' en portería, defensa con Nahuel Molina y Acuña a las bandas y Romero y Otamendi por el centro, medular con Enzo, Mac Allister y Rodrigo de Paul y ataque con Messi y Julián. Solo hay un puesto que baila, que ha sido ocupado por el central Lisandro, el centrocampista Paredes y el delantero 'Papu' Gómez según qué se ha necesitado.
"Para el que no es argentino es difícil entenderlo, porque es normal, porque no todos tienen la cultura que tenemos nosotros", decía Scaloni tras ganar a Croacia en semis. Se refería a la forma en la que su cuerpo técnico, cargado de estrellas del fútbol argentino, se empachaba de euforia e ilusión después de meterse en la final. Igual que los jugadores.
Así viven la vida los argentinos. Que se lo digan a Scaloni, que en 2019 sufrió el susto de la suya al ser atropellado en Mallorca mientras iba en bici. Acabó con la cara destrozada, pero su única reacción fue: "Unos puntos y para casa". El resto de seres vivos del planeta no lo comprenderíamos. Son cosas de argentinos, como su Mundial hasta la fecha.