Pasearse en un Mundial es lo más similar a una misión imposible que existe en el fútbol. Inglaterra lo hizo en su primer partido ante Irán en su debut y en el país británico ya lanzaron las campanas al vuelo, pero al segundo día los pies volvieron a bajar al suelo. Puede que la selección de los Tres Leones entre en la lista de favoritas de este campeonato, pero su realidad es que le queda mucho para mirar de tú a tú a otros grandes equipos. [Narración y estadísticas del Inglaterra 0 - 0 Estados Unidos]

Los de Southgate podían firmar su presencia en los cruces pero dejaron escapar una gran oportunidad. Se encontraron enfrente con un buen nivel de Estados Unidos, que seguramente merecieron más y que incluso llegaron a encontrarse con el larguero en un disparo de Pulisic. 

Pese a que el inicio de los ingleses fue fuerte e hizo pensar en que podían de nuevo arrollar, poco a poco Estados Unidos fue poniendo las cosas en su sitio, demostrando que, aunque no sea una de las selecciones más brillantes de este Mundial, tampoco es una de las Cenicientas. Con el empate, ni los ingleses están clasificados, ni los norteamericanos solventan sus problemas, así que todo queda abierto para una última jornada preciosa en el grupo B donde puede pasar cualquier cosa. 

Un lance del encuentro entre Inglaterra y Estados Unidos REUTERS

Inglaterra empieza fuerte

Era la primera selección de todo el Mundial que podía certificar su pase a los octavos de final y, como queriendo hacer los deberes casi antes de tiempo, como los buenos estudiantes, Inglaterra saltó al terreno de juego decidido a hacerlo por la vía rápida. El conjunto de los Tres Leones le metió mucha intensidad al juego, aprovechando ese físico que se le presupone a los ingleses, y trató de sacar rédito.

A punto estuvo de hacerlo a los nueve minutos, momento en el que Sterling cogió el balón, comenzó a sortear rivales y, ya dentro del área, sirvió la bola atrás para el remate de Harry Kane. Allí estaba el delantero, en la posición de '9', perfectamente posicionado, pero su disparo se encontró con varias piernas rivales y el esférico se marchó a córner. El ariete del Tottenham es la gran referencia inglesa en ataque y todo lo que tiene son grandes detalles de calidad.

Esto le dio alas a los de Southgate, que se vieron superiores en el arranque, aunque fuera solo por intensidad. Jugaban con el viento a favor y con el campo inclinado hacia la portería estadounidense, así que las llegadas al área norteamericana se sucedían con mucha asiduidad. No obstante, le faltó algo más de definición a los británicos porque Turner no tuvo que emplearse a fondo.

Aquello fue un espejismo. Esas sensaciones de los primeros 20 minutos no volvieron en todo el partido para Inglaterra. De repente, su juego se afogonó y Estados Unidos, superada hasta el momento, le cogió el pulso al choque. McKennie avisó con un remate clarísimo desde el punto de penalti que se marchó milagrosamente por encima del travesaño, y después Musah lo intentó desde fuera del área.

Sterling se lleva la bola en el Inglaterra - EEUU REUTERS

Los norteamericanos habían borrado del mapa a Inglaterra. Más necesitados que su rival, se lanzaron abiertamente a por la victoria y a punto estuvieron de encarrilarla si el larguero no se hubiera cruzado en el disparo de Pulisic. Tiene mucha clase el jugador del Chelsea, así que solo la madera pudo detenerlo. Una pequeña reacción, aunque fuera solo por orgullo, de los ingleses antes del descanso personificada en Mount puso la réplica.

Más de lo mismo

La segunda parte planteaba muchas incógnitas, como si Southgate iba a tocar muchas cosas para hacer reaccionar a los suyos. No tocó nada, y de eso se le acusa en ocasiones al seleccionador inglés, de cierta inmovilidad durante los partidos. Por eso la película del partido no cambió demasiado en la segunda mitad, al menos en el arranque.

Estados Unidos comenzó fuerte el segundo acto con una doble ocasión finalizada por McKennie, pero su disparo se marchó otra vez desviado. Más tarde fue Pulisic el que probó suerte sin fortuna, aunque la gasolina empezaba a escasear en el tanque de Estados Unidos. Los norteamericanos tuvieron que bajar el ritmo y ahí apareció de nuevo Inglaterra, aunque con posesiones inútiles y lentas que no generaban ningún peligro sobre la portería de Turner.

Henderson y Maguire, en el Inglaterra - Estados Unidos REUTERS

No fue ni mucho menos brillante el partido, es cierto, y por eso en los últimos veinte minutos se abrió el carrusel de los cambios para tratar de buscar algo diferente. Buenas intenciones de los seleccionadores que, sin embargo, no se vieron reflejadas sobre el terreno de juego. 

Eso sí, Inglaterra pudo encontrar un premio que seguramente hubiera sido excesivo en el último minuto del partido. En una falta lateral desde el costado zurdo, un centro medido encontró la cabeza de Harry Kane, de nuevo donde tienen que estar los delanteros de verdad. Su remate, sin embargo, se marchó directamente fuera mientras que Turner y todo Estados Unidos respiraban. Un empate que no define nada y que deja todo abierto para una última jornada en la que todos van a tener que apretar los dientes.

Inglaterra 0 - 0 Estados Unidos

Inglaterra: Pickford; Trippier, Stones, Maguire, Shaw; Rice, Bellingham (Henderson, m.68), Mount; Saka (Rashford, m.78), Kane y Sterling (Grealish, m.68).

Estados Unidos: Turner; Dest (Moore, m.78), Zimmerman, Ream, Robinson; Adams, McKennie (Aaronson, m.77), Musah; Weah (Reyna, m.83), Wright (Sargent, m.83) y Pulisic.

Árbitro: Jesús Valenzuela (VEN).

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del Grupo B disputado en el estadio Al Bayt de Al Khor (Doha) ante 68.463 espectadores.