La Premier League va camino de convertirse en la gran batalla deportiva de los países del golfo Pérsico. De momento, ya cuenta con dos potentes estados que están invirtiendo fuerte en el campeonato inglés para intentar colonizar a la región en la que se inventó el fútbol. El primero en llegar fue Emiratos Árabes Unidos con la compra del Manchester City y el último en aterrizar ha sido Arabia Saudí con el Newcastle.
De esta manera, solo faltaba un país para cerrar el triunvirato de grandes potencias asiáticas: Qatar. Y esa vía se está abriendo en estos momentos ya que la realeza qatarí se encuentra negociando con los Glazer, la familia propietaria del club, para estudiar una posible compra. Se habla de cantidades que podrían ir desde los 4.500 hasta los 6.000 millones de libras.
Mientras que la familia poseedora de la entidad de Old Trafford sigue buscando posibles estrategias de venta, Qatar se enfrenta ahora a diversos problemas para afrontar la compra del club. Por un lado, la normativa de la UEFA que impide que dos entidades de un mismo propietario se midan en una competición del organismo europeo. Hay que recordar que Qatar, bajo la figura del emir Sheikh Tamim bin Hamad al-Thani, ya posee el PSG.
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El otro problema, que también supone un aliciente para la exportación de la Premier League como producto, es el conflicto internacional que surgiría con el desembarco del otro país fuerte económicamente del golfo Pérsico. La división del mercado podría ser total ya que Qatar amenaza con robar la cuota de popularidad y seguimiento conseguida durante años por el Manchester City y más recientemente por el Newcastle. Y todo haciendo frente a la hostilidad recibida por una afición que está harta del rumbo que ha llevado su club en los últimos años y que no solo detesta a los Glazer sino que no quiere ver ni en pintura la aparición de los 'petrodólares'.
La llegada de Qatar
Qatar quiere aterrizar en la Premier League y ha puesto su punto de mira en el Manchester United. La familia Glazer, propietaria del club, decidió poner en el mes de noviembre el club a la venta. Eso sí, sería un proceso sin prisa, ya que buscarían una estrategia de venta sólida y valoraron el club en unos 6.000 millones de libras.
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La salida al mercado del Manchester United llamó la atención del estado qatarí y de su dirigente más importante, el emir Sheikh Tamim bin Hamad al-Thani. Su intención era poner fin a los más de 17 años que el club de Manchester había estado en manos de la familia estadounidense.
Raine Group, quien supervisó la reciente venta del Chelsea, club que pasó de las manos de Abramovich a Todd Boehly tras el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, se ha encargado de realizar la tasación de la entidad de Old Trafford. Sin embargo, de momento desde Qatar parecen haberse plantado en los 4.500 millones de libras. Unas cifras que parecen condenadas a entenderse si desde Qatar consiguen esquivar todas las barreras sociales, legales y deportivas que tienen ahora mismo enfrente.
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El estado árabe tiene prisa ya que ha habido muchos posibles candidatos a la compra de un club histórico en Inglaterra. Desde súper estrellas del deporte como David Beckham, Lewis Hamilton o Conor McGregor, apoyados lógicamente por otros grandes inversores, hasta personajes como Elon Musk o el gigante petroquímico INEOS liderado por Sir Jim Ratcliffe, quien ya posee el Niza e inversiones en deportes como la Fórmula 1, el ciclismo o la vela. Candidatos todos ellos mejor vistos a la luz de todos, ya que el ofrecimiento de Qatar ya ha sido condenado por Amnistía Internacional y por otras grandes instituciones defensoras de los Derechos Humanos.
Contra la Premier y Old Trafford
Sin duda alguna, Qatar no va a tener nada fácil llegar a la Premier League porque tendrá que remar contra dos grandes impedimentos. El primero lo tendrá en su propia casa, su afición. La hinchada de Old Trafford está muy harta de los bandazos que ha dado en los últimos años el club, sumido en una profunda crisis institucional y deportiva.
El Manchester United, que parece haber recuperado algo de nivel y de entidad de la mano de Ten Hag, lleva ya varias temporadas sin conseguir competir por el título de la Premier League. La última vez que se quedaron relativamente cerca fue en el año 2021, cuando terminaron segundos tras el Manchester City, pero a 12 puntos de los de Pep Guardiola. Lo mismo sucedió en 2018, cuando finalizaron a 19 puntos de su máximo rival. El último título llegó en el año 2013 de la mano de Sir Alex Ferguson.
Los red devils no solo han perdido su poderío en Inglaterra, sino que han quedado borrados del mapa también en Europa. Llevan sin llegar a una final de Champions desde el año 2011 y su último continental fue la Europa League ganada con José Mourinho en el año 2017. Por eso, la hinchada mancuniana espera que su club recupere la grandeza que tuvo antaño para poder volver a sentirse orgullosos de la entidad.
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Durante la última etapa de los Glazer todo han sido reproches, críticas y ataques a la propiedad. Tanto es así que la primaria entrada en la Superliga Europea provocó manifestaciones alrededor de la ciudad deportiva y que los hinchas más enfervorizados terminaran incluso asaltando Old Trafford por la fuerza. Este tipo de conflictos han creado un mal caldo de cultivo que ha provocado la salida de los Glazer de manera definitiva.
Sin embargo, la Premier League, como organismo, también tendrá algo que decir al respecto. Al igual que ya se opusieron hace unos 18 meses a la entrada de Arabia Saudí con la compra del Newcastle, ahora también tendrán que valorar que un estado como Qatar aterrice en su campeonato. En el caso de las 'urracas' terminaron cediendo con ciertas condiciones.
Desde muchos sectores se ha pedido que la Premier reforme sus normas de propiedad y esta podría ser una buena oportunidad para realizar esa remodelación de su reglamento. Y, sobre todo, para intentar conseguir las mayores garantías de que los nuevos propietarios que lleguen trabajen en pro del respeto a los Derechos Humanos y no con el único propósito de lavar su imagen con meros proyectos deportivos. Aunque si Qatar ha conseguido organizar un Mundial, también podrá orquestar una compra de este tipo.
Guerra contra UEFA y el mercado
Por encima de todos los problemas anteriormente citados, Qatar se enfrenta a dos: la UEFA y el influyente mercado del golfo Pérsico. El primero de ellos parece ser el más duro y el más complicado de librar. El organismo que preside Aleksander Ceferin no se opone a la llegada de Qatar a la Premier, pero su reglamento contiene un punto que sí podría afectar a este movimiento de piezas.
Dos clubes de un mismo propietario no pueden jugar el uno contra el otro en una competición UEFA. Por lo tanto, si Qatar y Sheikh Tamim bin Hamad al-Thani compraran el Manchester United, el club inglés no podría disputar la Champions, ya que en ella también compite el PSG, club comprado por el mismo estado a través del fondo Qatar Sports Investment. Recientemente incluso han adquirido una pequeña participación del SC Braga portugués que promete ir en aumento.
El emirato tendría que buscar la fórmula para que, aunque en el fondo la operación siguiera estando sustentada por Qatar, como titular debería figurar otra propiedad totalmente diferente y que no se pudiera vincular de manera directa. Una especie de artilugio financiero, pero que ni mucho menos parece inalcanzable para esta potencia.
Ahí entrarían empresas como el Qatar National Bank, compañía que se encuentra también bajo el paraguas de QIA, marca que sustenta también al fondo de inversión QSI. En este caso, serían la UEFA y el Organismo de Control Financiero de los Clubes los que tendrían que estudiar este acuerdo para medir la relación entre todas estas operaciones. Fueron estos organismos los mismos que permitieron excepciones como la del Red Bull Salzburg y el RB Leipzig, dos clubes bajo la misma propiedad que compiten juntos en la Champions.
En el otro lado estaría el conflicto de mercado que se produciría en el golfo Pérsico y, sobre todo, entre dos potencias como Arabia Saudí y Qatar, las cuales compiten de manera persistente por controlar el deporte. Pádel, golf, boxeo, lucha libre, atletismo, motor o baloncesto son algunas de las disciplinas que han abierto un conflicto entre dos estados que, aunque ahora son amigos, en el fondo son grandes rivales.
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La llegada de Qatar a la Premier League abriría un gran duelo entre el estado de Sheikh Tamim bin Hamad al-Thani, Arabia Saudí (Newcastle) y Emiratos Árabes Unidos (Manchester City). Estos fueron los primeros en llegar y ahora mismo son los dos mejores posicionados en la carrera por pelear el título de la Premier League año tras año.
La intención de Qatar, con el potencial económico que ya ha tiranizado la Ligue-1, es dar ese pequeño impulso que le falta a los de Ten Hag para ponerse al nivel del equipo de Guardiola y también al del Arsenal, los líderes actuales de la liga. Ahora mismo, los tres clubes con potencias árabes se sitúan a la caza de los londinenses como segundos, terceros y cuartos clasificados de una Premier con claro olor y color a 'petrodólar'.