Mason Greenwood (Bradford, Inglaterra; 2001) disputó su último partido de fútbol como profesional el 22 de enero de 2022. Ocho días después era arrestado por la policía tras publicarse imágenes y audios en las redes sociales que le señalaban de haber abusado de la que entonces era su pareja. Este jueves su caso dio un vuelco al ser retirados todos los cargos sobre él.
368 días pasaron desde que Greenwood fuera detenido y le libraran de tres cargos: intento de violación, asalto y comportamiento coercitivo y controlador. La "retirada de testigos clave", así como el "nuevo material que salió a la luz", hicieron que el caso fuera desestimado esta semana.
El Manchester United, club que le mantenía suspendido desde su detención, volvió a incluir el mismo día a Greenwood en el apartado de sus jugadores dentro de su página web. Eso hizo preguntarse a los fans sobre qué pasará con la carrera del delantero inglés de 21 años desde este punto.
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Greenwood llegó a ser considerado como la gran estrella del futuro del fútbol inglés. A los 17 años y 156 días jugó su primer partido oficial con el primer equipo del Manchester United, club al que se unió cuando solo tenía seis años. Tardó apenas unos meses, de marzo hasta septiembre de 2019, en marcar su primer gol rompiendo algún récord de precocidad en los red devils.
Su carrera, sin embargo, se congeló cuando fue detenido. Para entonces tenía 20 años, pero ya había marcado 35 goles y repartido 10 asistencias en 129 juegos con el United. Además, ya había sido internacional en una ocasión con la selección inglesa que dirige Gareth Southgate.
De pronto, Greenwood se esfumó. El United le suspendió sin jugar ni poder entrenar con sus compañeros hasta que se resolviera el caso. Desapareció de la web del club y en las tiendas oficiales se dejaron de vender camisetas y todo tipo de mercancías con su nombre y su dorsal. La mayoría de sus compañeros de equipo le dejaron de seguir en redes sociales.
Suspendido su contrato con el club de Old Trafford, con vigencia hasta 2025, a nivel económico también sufrió la pérdida de sus patrocinadores (Nike y EA Sports) que rescindieron sus contratos. El United ganó tiempo apartándole del equipo, pero ahora se encuentra en el peor escenario posible según fuentes del club señalaron a Daily Mail.
División en el United
La situación mete en un aprieto al Manchester United, que este jueves anunció la apertura de una investigación sobre los sucesos para tomar una decisión sobre Greenwood. Por tanto, no se producirá por ahora el regreso a los entrenamientos y resto de actividades del club del jugador, que habría aceptado esto "a regañadientes" según medios ingleses.
En el United hay preocupación sobre las consecuencias que podrían tener de cara a la opinión pública que Greenwood se volviera a poner la camiseta roja. Hay que recordar que entre los sucesos que se han hecho públicos, el jugador publicó en 2018 mensajes amenazantes e insultantes hacia su ex y, supuestamente, espió y hackeó sus perfiles en redes sociales. El intento de violación se produjo presuntamente en octubre de 2021.
Además de ser detenido en enero de 2022, cuando la denunciante colgó vídeos y fotos con la cara ensangrentada y el mensaje "para cualquiera que quiera saber qué me está haciendo realmente Mason Greenwood", el futbolista fue detenido nuevamente en octubre por violación de su control judicial.
Hay división dentro de los red devils, con algunas voces que mantienen que el club "tiene el deber de cuidar" a Greenwood, como se apunta en The Guardian, al pertenecer a la institución desde que fuera un niño. A Erik ten Hag, técnico del United desde el pasado verano, se le preguntó en sala de prensa este viernes por el caso, pero se limitó a decir que "no puede comentar sobre el proceso".
Greenwood, "decepcionado"
La única comunicación que ha llegado por parte de Greenwood desde la reciente decisión judicial fue un escueto mensaje: "Estoy aliviado de que este asunto haya terminado y me gustaría agradecer a mi familia, seres queridos y amigos por su apoyo. No habrá más comentarios en este momento".
Greenwood tampoco estaría convencido de regresar a la disciplina del United. En el pasado, se dijo que el delantero había comentado a su entorno que no tenía intención de volver a jugar para los red devils porque "no lo apoyaron" durante el caso del que ha quedado libre sin cargos.
Además, el propio Greenwood es consciente de a lo que se tendría que enfrentar si volviera a jugar en el United o cualquier otro equipo inglés. Aficiones rivales han cargado contra él y es de esperar un escarnio público en su contra en caso de regresar a los terrenos de juego de la Premier League.
De ahí que se haya empezado a hablar del plan b que estaría trazando Greenwood paralelamente a la investigación del United. El jugador vería con buenos ojos mudarse a otro país si no se queda en Mánchester y las primeras cábalas hablan de China, donde podría encontrar acomodo para volver a jugar y con unas condiciones económicas buenas. No hay que olvidar que ahora mismo está sin patrocinadores.
El siguiente paso en el 'caso Greenwood' será conocer el resultado de la investigación llevada a cabo por el United. Hay pocas esperanzas sobre la posibilidad de que el jugador, aunque está inscrito está temporada con ficha sub21 en la Premier -no ocurre lo mismo en la Europa League-, vuelva a vestir la camiseta roja. Y de hacerlo podría enfrentarse a una pesadilla frente a los aficionados ingleses.
Quien hace no tanto era la ilusión del fútbol británico es ahora el repudiado por todos. Ni sus excompañeros ni los fanáticos ni el club en el que creció desde los seis años. Una bonita historia de amor en el fútbol rota por unos actos despreciables.