Siete temporadas, una sola final de Champions League y cero títulos de la Liga de Campeones. En su día Kylian Mbappé eligió firmar por el ambicioso proyecto del París Saint-Germain, ese que amenazaba con poner patas arriba el mundo del fútbol a base de talonario, pero la idea se ha ido dando de bruces una y otra vez con la cruda realidad.
El último episodio negro lo forzó el Borussia Dortmund. Cuando todo parecía de cara para que los franceses y Kylian Mbappé regresaran a una final de Champions para quitarse de encima el maleficio, de nuevo volvieron a tropezar con la misma piedra. El PSG ni siquiera fue capaz de marcar ni un solo gol en toda la eliminatoria, así que el Parque de los Príncipes presenció el enésimo batacazo de su equipo en Europa.
Nasser Al-Khelaïfi había conseguido retener a Kylian Mbappé en París con una lluvia de billetes. Lo había hecho hasta esta temporada, cuando el delantero ya dejó claro hace unos meses que al final de la misma pondría punto final a su estancia en el PSG. Lo deportivo le llama ahora mucho más que lo económico y ha vuelto a comprobar que con el París es complicado convertirse en un jugador con un palmarés de leyenda.
El partido ante el Dortmund supuso su último baile con el París Saint-Germain en Europa. Kylian Mbappé se despedirá con la sensación amarga de no haber podido llevar a su equipo, como gran estrella, al anhelado éxito que persigue el club desde hace tanto tiempo.
La impotencia
Todo parecía encarrilado para que el París Saint-Germain volviera a tener la oportunidad de disputar una final de Champions cuatro años después. Tras eliminar al Barça, el Dortmund parecía la 'Cenicienta' de las semifinales y el favoritismo recaía al completo sobre el conjunto francés.
Kylian Mbappé apuntaba a ser el elemento diferencial de la eliminatoria. Ya lo fue en los cuartos de final con su doblete en Montjuïc, y no se atisbaba una figura tan importante en ninguno de los dos equipos como la suya. El morbo, buscando una hipotética final de la Champions ante el Real Madrid, ya estaba servido.
Sin embargo, no fue la mejor actuación del delantero francés. Una mezcla de mala suerte y de impotencia se apoderó de Kylian, que ya en el encuentro de ida se encontró con el poste en una ocasión. En la vuelta repitió, y la madera volvió a interponerse en su camino hacia el gol.
Todos los ojos estaban puestos sobre Mbappé. El París Saint-Germain tenía la obligación de remontar en casa y se esperaba que uno de los mejores jugadores del mundo se echara el equipo a la espalda y se convirtiera en el héroe de la eliminatoria. No en vano, iba a ser uno de sus últimos servicios en la capital francesa.
El delantero lo intentó, pero ni mucho menos firmó su partido más brillante. En la primera mitad es cierto que estuvo presente en casi todas las acciones de peligro de su equipo, pero más bien como un elemento de conexión y en un papel de asistente. No se le vio cerca del gol pese a que fue el primero en disparar a portería con peligro.
En la segunda mitad se mostró más incisivo a la hora de buscar el arco alemán. Un centro suyo terminó en el remate al palo de Zaire-Emery, y ya con su equipo por debajo en el marcador protagonizó varios disparos más. Un remate lejano que se marchó por encima del larguero, un disparo escorado tras un pase de Mbappé o un lanzamiento mordido desde el punto de penalti que se estrelló en el travesaño metieron el miedo en el cuerpo al Dortmund.
El ejemplo de que Kylian jugó un papel más propio de un mediapunta que de un delantero que está cerca del gol lo reflejaron los números. Con quien más conectó fue con Fabián Ruiz, de quien recibió 12 pases y a quien dio otros 6 a lo largo del encuentro, una muestra de que enlazó con el centro del campo de manera constante.
El último servicio
Pese a que el favoritismo era todo para el PSG, el partido tenía cierto aroma de despedida en el aire. Los que acudieron al Parque de los Príncipes lo hicieron conscientes de que podían estar viendo el último partido de Kylian Mbappé con su actual equipo en la Champions League, y efectivamente los peores augurios se cumplieron.
Con su adiós al PSG al final de la presente temporada, el delantero francés ya no volverá a vestir más la camiseta del París en la máxima competición continental. Tan sólo le quedan unos últimos coletazos este curso. Con la Liga ya en el bolsillo, la única manera de resarcirse para el crack galo llegará con la disputa de la final de la Copa ante el Olympique de Lyon.
Será un 'no va más'. El día en el que Mbappé cerrará su historia en París para, presumiblemente, poner rumbo a Madrid. Siete temporadas con el escudo del PSG al pecho no han sido suficientes para cumplir el anhelo de levantar la Champions League.
El palmarés de 'Orejonas' para el delantero francés sigue estando en blanco, y eso para alguien que es campeón del mundo y uno de los mayores talentos de los últimos tiempos es algo muy duro. El proyecto del PSG no ha podido brindarle las necesidades deportivas que él necesita y al final de la temporada volará para, quién sabe, poder por fin levantar una Champions League en un futuro próximo.