El Leverkusen de Xabi Alonso no cede ante el West Ham y se mete en semis de Europa League

No hay quien pare al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso. El conjunto alemán se clasificó para las semifinales de la Europa League después de empatar frente al West Ham (1-1) y hacer valer el resultado de la ida.

No fue un partido fácil para el Leverkusen que desde el minuto 13 de partido ya iba por detrás en el marcador. El West Ham estaba a un gol de igualar la eliminatoria, pero los germanos supieron sufrir y acabaron empatando el partido en los últimos minutos para dinamitar cualquier opción de remontada local.

Lo celebró con rabia Frimpong, autor del gol, no solo por dejar la eliminatoria vista para sentencia sino también porque el invicto del Bayer Leverkusen se fue hasta los 44 partidos. Ahora, su rival por entrar en la final será la Roma.

El conjunto teutón sigue soñando con el triplete. La Bundesliga la lograron el pasado fin de semana, están en la final de la Copa Alemana y están a tres partidos de conseguir la Europa League.

Sufrimiento

El equipo de David Moyes, que ha dejado mucho que desear toda la campaña y se encomendaba a un milagro para batir al Leverkusen, lo hizo todo bien en la primera mitad.

A los diez minutos, Bowen puso un centro perfecto para que Michail Antonio se adelantara a un poco inspirado Kovar e hiciera el 1-0 por pura fuerza. Instantes después, Mohammed Kudus puso un centro a la desesperada y Bowen, solo en el segundo palo, se topó con la pierna salvadora de Kovar, que enmendó su error y mantuvo al Leverkusen en la eliminatoria.

Florian Wirtz, invisible en los primeros 45 minutos, empezó a asumir responsabilidad y Exequiel Palacios a dominar el centro del campo y controlar el ritmo de juego. Cuanto más lento se jugaba, mejor para los alemanes, que si no sentenciaaron antes la eliminatoria fue porque Frimpong, en un contraataque completamente solo, fue poco generoso, se la jugó de forma individual, y la mandó al segundo anfiteatro.

Con el West Ham ya volcado, en el minuto 89, Frimpong enmendó su error. Estuvo otra vez egoísta, pero contó con la suerte de que su disparo tocó en un defensa y despistó a Fabianski, que sólo pudo desesperarse mientras veía la pelota pasar lejos de su alcance.