Raúl Bravo, el 'cabecilla' de los amaños del caso Oikos queda limpio y se pasa al interiorismo

El caso Oikos hizo tambalearse los cimientos del fútbol español. Hace seis años comenzó una instrucción larguísima con decenas de investigados y con el foco puesto en el presunto amaño de varios partidos para sacar rendimiento económico a través de las apuestas deportivas. 

Sin embargo, este pasado miércoles la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Huesca decidió acordar el sobreseimiento provisional y el archivo de este caso al considerar que no existen suficientes indicios para probar estos supuestos fraudes. 

Una gran noticia para todos los implicados, especialmente para los exfutbolistas Carlos Aranda y Raúl Bravo. Ambos fueron señalados por las investigaciones policiales como los dos 'cabecillas' de esta trama que, supuestamente, se aprovechaban de futbolistas en activo para hacer de intermediarios en los presuntos amaños. 

Raúl Bravo, saliendo de los juzgados EFE

Los encuentros Sariñena-Cariñena (abril 2017), Huesca-Nástic de Tarragona (mayo 2018), Valladolid-Valencia (mayo 2019), Reus-Valladolid (junio 2017) y Getafe-Villarreal (mayo 2019) centraron las sospechas. Los distintos implicados fueron acusados de delitos de corrupción deportiva, blanqueo de capitales, fraude a casas de apuestas y organización criminal, pero ahora todo eso ha quedado en nada.

Esta nueva situación permite a los implicados pasar página y olvidarse de las acusaciones a las que habían sido sometidos durante los últimos años. Cada uno seguirá con su vida, como es el curioso caso de Raúl Bravo, el exfutbolista del Real Madrid entre otros muchos equipos, que ahora se vuelca en cuerpo y alma con su otra gran pasión más allá del fútbol, el interiorismo. 

Su nueva pasión

A sus 42 años y dos temporadas después de su retirada del fútbol, Raúl Bravo ha regresado a Gandía para establecer allí su lugar de residencia. Natural de esta localidad valenciana, allí encuentra la paz y el entorno que busca para este momento de su vida. 

Este exdefensa estuvo en la élite durante varias temporadas. Se codeó con los mejores en Europa y su currículum habla de que ha jugado en equipos como el Real Madrid, el Olympiacos, el Rayo Vallecano, el Numancia o el Aris de Salónica. Sin embargo, su carrera fue decreciendo hasta retirarse en el año 2022 tras unas últimas temporadas lejos de la cúspide del deporte. 

En el momento de su adiós sintió un gran vacío, una sensación que él mismo llegó a definir como uno de los días más feos de su vida, pero pronto encontró una manera de cubrir el hueco que le había provocado el hecho de colgar las botas.

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El interiorismo se abrió paso en su día a día. De repente, le llamó la decoración de pisos y emprendió un nuevo camino en su vida. Jamás habría pensado en dedicarse a ello, pero debía buscar una nueva motivación más allá del deporte una vez retirado. 

Él presume de que su trabajo pronto dejó a la gente encantada y que no tardaron en llegar los primeros clientes con facilidad. Incluso en un contexto económico complicado para el sector. Bravo encontró una conexión inesperada con el interiorismo y de hecho lo ve más como un pasatiempo y una diversión que como un nuevo trabajo de su día a día. 

Su propia empresa

Esta faceta que Raúl Bravo tenía oculta durante su etapa como futbolista profesional salió a relucir cuando se vio alejado del primer nivel deportivo. De hecho, fue en 2020 cuando arrancó su nueva aventura, en un momento muy complicado por la llegada de la pandemia de la Covid-19.

"Creo que este va a ser el nuevo capítulo de mi vida después del fútbol", llegó a comentar hace un par de años en una entrevista. Ha quedado claro que no se equivocaba por entonces, porque sigue manteniendo su negocio con la ilusión del primer día. 

Raúl Bravo en una imagen de archivo con el Real Madrid EFE

De esta forma, Raúl Bravo trata de alejarse de aquellas acusaciones de amaño de partidos de fútbol en las que se ha visto envuelto durante los últimos años. Ahora la decisión de la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Huesca de archivar el caso Oikos ha sido recibida de buen grado por el exfutbolista. 

El exjugador llegó a vivir un breve paso por la cárcel en los primeros pasos de este caso Oikos. De hecho, compartió presidio con el también exfutbolista Carlos Aranda en la cárcel de Zuera, en Zaragoza, aunque ambos consiguieron salir tras reunir los 100.000 euros que se exigía para su libertad.

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Ahora el exjugador espera que esta decisión de la magistrada sirva para empezar a limpiar su nombre, ese que tantas veces ha sido señalado en los últimos años como 'cabecilla' de una trama de amaño de partidos.