La encrucijada de Laporta: la fuga de estrellas para salvar el club o preservar el equilibrio deportivo

Hace ya tiempo que en el Fútbol Club Barcelona miran tanto o más el plano económico que el puramente deportivo. Los números rojos amenazan las cuentas y han puesto en entredicho incluso la viabilidad del club durante los últimos meses, obligando a Joan Laporta a activar las famosas palancas que suponen pan para hoy pero hipotecar la entidad a largo plazo. 

Como causa o como consecuencia de las finanzas, futbolísticamente este Barça no atraviesa su mejor momento. En las últimas temporadas ha sufrido reveses muy importantes a nivel europeo y pese a que la pasada campaña logró ganar La Liga, es muy probable que este curso tenga que verse resignado a irse de vacío aunque siga vivo aún en la Champions. 

Así, sin lo deportivo siendo capaz de tapar los agujeros del desastre económico, la discusión sobre si en la planta noble del Camp Nou deberían centrarse en la salud financiera del club o en la deportiva, parece cada vez tomar más cuerpo.

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, durante su participación en el Sports Tomorrow Congress 2024. EFE

Y por si fuera poco, en las últimas horas han salido a la luz varias informaciones que alimentan este debate. El interés que han mostrado diferentes clubes con potencial económico por hacerse con los servicios de varios jugadores importantes de la plantilla abonando grandes cantidades de dinero provoca una disyuntiva importante en el seno de Can Barça.

Lewandowski, Araujo o incluso Lamine Yamal han sido algunos de los 'tocados' durante los últimos días. En algunos casos, se ha llegado a hablar de montantes económicos desorbitados cercanos a los 200 millones de euros, unas cifras que ayudarían mucho a solventar la época de crisis económica en el Barcelona pero que por otro lado harían mucho daño en lo futbolístico.

Lluvia de millones

Joan Laporta no tuvo reparos hace unos días en admitir que habían sido capaces de rechazar una oferta por valor de 200 millones de euros por Lamine Yamal. No desveló el equipo que se había atrevido a llamar a las oficinas culés con esa cantidad de dinero por delante, pero todo apunta a que fue el París Saint-Germain, uno de los pocos clubes que pueden permitirse tal circunstancia.

"Nos vienen ofertas por jugadores como Lamine Yamal, de 200 millones de euros, y hemos dicho que no. Confiamos en el chico, en su proyección deportiva y, en la actualidad, no tenemos la necesidad de vender", aseveró públicamente el máximo mandatario blaugrana.

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Con apenas 17 años Yamal ya está asentado como jugador de la primera plantilla del Fútbol Club Barcelona y sus artes sobre un terreno de juego están llamando la atención de todo el mundo. El Barça tiene un diamante en bruto en su poder, una pieza que podría jugar a su favor incluso financieramente para dar un gran pelotazo, pero parece que al menos por el momento no quiere deshacerse de él. 

No es el único que ha tratado de ser seducido por cantos de sirena que llegan desde lejos. Otra pieza importante de la plantilla como es Ronald Araujo está en el punto de mira de algunos de los grandes clubes europeos. Se habla del interés de algunos equipos de la Premier League, pero sobre todo de que el Bayern de Múnich estaría dispuesto a llevárselo a Alemania pagando cerca de 100 millones de euros por él.

Incluso Robert Lewandowski, pese a su veteranía, ha sido tentado por el fútbol saudí. Al parecer un club de la liga de Arabia estaría dispuesto a ponerle sobre la mesa unos 100 millones de euros por temporada al jugador polaco, y como tiene contrato en vigor con el Barcelona tendría que pasar por caja.

La negativa

El Barça tiene por lo tanto en su mano varios ases de mucho valor que le podrían sacar del apuro económico en el que se encuentra. El Fair Play financiero sigue ahogando y los problemas para fichar siguen acuciando, por lo que una inyección económica extra en forma de traspasos no le sentaría nada mal a la salud financiera de la entidad culé.

Sin embargo, Joan Laporta, que siempre ha encontrado a través de las palancas una forma para salirse con la suya e incluso gastar más de lo que parecía que podía, se niega a vender. El presidente, siempre orgulloso, se niega a aceptar que la realidad económica del Barcelona sea mala y lo deja claro en sus intervenciones públicas.

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"No tenemos la necesidad de vender", aseveró cuando proclamó a los cuatro vientos que había rechazado 200 millones de euros por Lamine Yamal. Una manera de mandar un mensaje claro al resto, nadie se aprovechará de la delicada situación financiera del club.

Laporta contó que el Barça se encuentra en un "proceso de recuperación económica" y que también "están viendo la luz al final del túnel", aunque en el club se han seguido topando de bruces recientemente con problemas para inscribir jugadores y la necesidad de seguir aligerando gastos es real.

Es el debate entre darle un gran impulso a la recuperación económica o seguir apostando fuerte por recuperar la grandeza deportiva que parece haber perdido el Barça en los últimos tiempos. Por el momento, al menos bajo el mandato de Laporta, parece que sigue primando el gasto y las ambiciones futbolísticas.