Cómo los aficionados de la final de Copa del Rey se ‘convierten’ en árboles para reforestar Doñana
La RFEF se ha convertido en una federación líder en España en política de sostenibilidad y su concienciación la expresa tanto en su sede de Las Rozas como en los partidos que organiza.
20 diciembre, 2023 11:06La táctica de la Real Federación Española de Fútbol no empieza ni termina en un campo de fútbol, se extiende a las gradas, a la calle y a la sociedad. Quiere ser modelo que desprenda valores positivos dentro y fuera del terreno de juego, de ahí que se haya propuesto ser una referencia en un tema tan importante como es la sostenibilidad. La RFEF tiene una Estrategia de Sostenibilidad 2023-2027 encaminada en dos sentidos: una que desarrolla en los partidos de fútbol y otra en La Ciudad del Fútbol. Sólo así se ha hecho posible que, por ejemplo, se haya impulsado una reforestación en el Parque Nacional de Doñana única.
La RFEF está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de Naciones Unidas -conocida como Agenda 2030-, y en este marco ha desarrollado un plan hacia la organización de partidos sostenibles. Este objetivo es todo un reto por lo que implica la movilización de miles de personas, como puede ser la final de la Copa del Rey en La Cartuja, que atrae a unos 60.000 aficionados. Este es el partido más fuerte para la RFEF y es que ha tomado de referencia en política de sostenibilidad para poder extrapolarlo al resto de encuentros que organiza, tanto de clubes como de selecciones.
La Cartuja de Sevilla, donde se lleva disputando dos veces consecutivas la final de la Copa del Rey, ha hecho las veces de laboratorio en la búsqueda de alcanzar un partido sostenible. Es el evento que conlleva una mayor complicación en la organización -con aficionados de que se mueven desde diferentes puntos de España-, con la mayor afluencia, mayor taquilla y el que tiene un mayor impacto en la huella de carbono. De hecho, lo primero que se hizo fue medir dicha huella de carbono a través de distintas encuestas -previo acuerdo con diferentes administraciones- con los aficionados desplazados hasta allí, algo que a partir de ahora se realizará con una herramienta proporcionada por UEFA, organismo que colabora con la RFEF en esta búsqueda de la sostenibilidad.
Reducir la huella de carbono y compensarla
Conociendo la huella de carbono de un partido, el Departamento de Igualdad, Responsabilidad Social y Sostenibilidad de la RFEF puede establecer líneas de trabajo para reducirla y también para compensarla. Tras analizar los datos, para esta última edición de la final de Copa, la RFEF impulsó campañas en medios de comunicación promoviendo el uso del transporte público -aconsejando evitar el coche por las bondades del tren, por ejemplo-, se llevó a cabo campañas informativas en el propio estadio resaltando la importancia de reciclar y repartió a cada aficionado una bolsa reciclable y tematizada de la final de Copa en la que el fan depositaba sus desperdicios para poderlos reciclar al término del encuentro en diferentes cubos de reciclaje puestos para la ocasión.
Además, la RFEF activó un mecanismo de reciclaje y reutilización de las lonas que tematizan el estadio. Una gran mayoría del material -que es plástico- se ha convertido y reutilizado en productos de segundo uso. En este proceso, la Federación trabaja con empresas de reinserción laboral y personas vulnerables para realizar una acción 100% sostenible e integradora.
A partir de aquí -y una vez visto la viabilidad y éxito de cada acción- este tipo de medidas se han comenzado a implantar en otros encuentros y localidades. Teniendo en cuenta la particularidad de cada estadio, la RFEF ha comenzado a potenciar el consumo de envases reutilizables (en lugar del plástico) y a trabajar con diferentes proveedores para ofrecer un catering saludable -que no genere residuos-, al tiempo que está estudiando cómo reciclar todas las acreditaciones que genera en cada encuentro. En definitiva, desde impulsar campañas informativas y de concienciación en materia de transporte a incentivar medidas para que el mundo del fútbol sea modelo para reducir la huella de carbono y su ejemplo se traslade a la sociedad.
De la reforestación de Doñana a la del País Vasco
Este año, a todas estas iniciativas sostenibles se ha sumado una de compensación mediante la Fundación Plant for the Planet, compañía internacional especializada en la reforestación. En el caso de la RFEF, para compensar la huella de carbono generada tras la final de Copa del Rey -2.225 toneladas de carbono- se llegó a un acuerdo con la Junta de Andalucía para plantar lo equivalente a esa huella en un sitio tan icónico como el Parque Nacional de Doñana. Fue una reforestación única por la cantidad de nuevas plantas y árboles -más de 9.000- que ayudarán a compensar dicha huella y a que este emblema de Andalucía y España continúe siendo un lugar de orgullo para toda nuestra sociedad.
Atendiendo el éxito de esta acción pionera en España, la RFEF comenzará a repetir el gesto con partidos de la Selección, en cuyo caso la reforestación será en la zona donde tenga lugar el encuentro. Y en 2024 se unirá UEFA en esta misión a través de la final de la Champions League femenina, que se disputará en Bilbao. El impacto generado por la huella de carbono en este evento permitirá a la RFEF realizar nuevas acciones dado que el máximo organismo del fútbol europeo compensa económicamente cada tonelada de carbono producida en nuestro país.
Una Ciudad del Fútbol sostenible y ejemplar
Como entidad corporativa, la RFEF también ha trabajado en estos últimos años para que su Ciudad del Fútbol de Las Rozas sea una sede sostenible y con trabajadores concienciados sobre la necesidad de reducir la huella de carbono. Actualmente, con la ayuda de Iberdrola, en su párking hay estaciones de carga eléctrica de vehículos y se han instalado paneles solares. Además, se ha suprimido casi en su totalidad el uso del plástico, por ejemplo, eliminando el uso de botellas de agua de plástico de un sólo uso por botellas permanentes individuales (personalizados con el nombre de cada trabajador) y por fuentes para rellenarlas. También se han tomado otras medidas como la de acoplar a los grifos reductores de caudal para ahorrar más de un 50% de agua y se ha iniciado un estudio para cambiar los campos de hierba artificial por otros más ecológicos, con medidas correctoras para evitar la contaminación de microplásticos.
Todas estas medidas han provocado, entre otras cosas, que la estación de reciclaje que se instalara hace unos años para los trabajadores ahora se use mucho menos porque no se genera tanto material para reciclar, todo se aprovecha más. En el futuro, La Ciudad del Fútbol de Las Rozas será sostenible o no será y esta mentalidad ha conducido a una colaboración especial de la RFEF con el Comité Olímpico Español en la medición de la huella hídrica -con el riego de sus campos- para buscar la sostenibilidad en este sentido.
Toda esta concienciación y las medidas verdes adoptadas en estos últimos años han situado a la RFEF en una federación líder en España en desarrollar estas políticas e internacionalmente en una de las que están situadas en el tren delantero. Aunque para ser la campeona del mundo en sostenibilidad, como con la Selección en el césped, la RFEF necesita el apoyo -e involucración- de toda la afición. En juego está la victoria más importante de nuestra vida, la de salvar el planeta.