El TJUE hará pública la sentencia sobre el caso de la Superliga Europea el próximo 21 de diciembre

El futuro de la Superliga Europea se resolverá en cuestión de meses. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dará a conocer el próximo 21 de diciembre la sentencia, prevista inicialmente en primavera, sobre la denuncia de A22 y European Super League Company (ESL) por posible abuso de posición dominante de la UEFA y la FIFA.

El pasado 15 de diciembre, el Abogado General del TJUE, Athanasis Rantos, avaló la creación de la Superliga Europea, pero también señaló que UEFA no incurrieron en abuso de su posición dominante bajo la amenaza de veto a los principales clubes promotores (Real Madrid, FC Barcelona y Juventus).

El Tribunal, compuesto por 15 jueces, resolverá si asume o no el dictamen del abogado general. Su fallo será vinculante para el Juzgado de lo Mercantil número 17 de Madrid, el cual elevó a la corte europea en abril de 2021 la denuncia de los promotores de la Superliga por el posible monopolio de UEFA y FIFA. El Juzgado de lo Mercantil deberá reanudar el procedimiento y dictar una sentencia acorde a los postulados del TJUE.

[El decálogo de la Superliga: abierta con hasta 80 equipos, divisiones, salarios regulados...]

El 19 de abril de 2021, doce clubes europeos, entre ellos el Real Madrid, el FC Barcelona y el Atlético de Madrid, anunciaban la fundación de la Superliga Europea. Sin embargo, dos días después, ante las presiones de la UEFA, nueves clubes anunciaron que se retiraban de la Superliga.

El pasado mes de junio, la Juventus la que comunicó por carta su intención de iniciar conversaciones con Madrid y Barça para abandonar el proyecto ante las amenazas de la UEFA de sancionar al club italiano por el 'Caso Plusvalías'. Sin embargo, tal y como desveló EL ESPAÑOL, once de los doce clubes fundadores continúan en la sociedad de la Superliga. Sólo el Inter de Milán pudo abandonarla al tener una cláusula especial de salida por un tema privado de la propiedad del equipo.

Florentino Pérez, Bernd Reichart, CEO de A22 Sports Management, y Joan Laporta Javier Carbajal

En los últimos meses ha habido otros movimientos favorables a la Superliga. En julio, la juez del 'Caso Osasuna' desestimó la cautelar solicitada por el club navarro para jugar la Conference League alegando que la Superliga sí lo habría logrado sobre sus equipos precursores.

En el auto, al que tuvo acceso EL ESPAÑOL, la juez aseguraba que no era casos comparables, ya que ante la Superliga sí se vio alterada la "libertad de competencia en el mercado" y reconoció la existencia de indicios de "un uso abusivo de la potestad de inelegibilidad" contenido en el Reglamento de la UEFA.

En marzo, el primer abogado general del TJUE, Maciej Szpuna, también abrazó las tesis de la defensa de la Superliga en su informe sobre el denominado 'Caso Amberes'. Szpuna ofreció su dictamen, no vinculante, respecto a si las reglas de la UEFA sobre los jugadores formados localmente suponen una violación de la libre competencia y de la libre circulación de trabajadores, unos principios básicos de la UE.

La declaración de A22

A la espera del fallo, la Superliga ha ido dando pasos preparando el terreno en el caso de recibir una sentencia favorable. Así, en febrero fue el CEO de A22, Bernd Reichart, el que presentó un decálogo para entender mejor esta nueva competición.

En estas bases fundamentales, Reichart apuntó a la meritocracia deportiva de una competición abierta, unos ingresos estables y sostenibles, unas normas de sostenibilidad financiera firmes y la posibilidad de llegar hasta 80 equipos en diferentes categorías.

Esperamos que el TJUE ponga fin al monopolio de la UEFA y haga respetar las libertades fundamentales de la UE en el fútbol

Bernd Reichart, CEO de A22

Reichart reaccionó al conocerse la fecha de la resolución: "El fútbol de clubes está en vísperas de un gran cambio. Esperamos que el TJUE ponga fin al monopolio de la UEFA y haga respetar las libertades fundamentales de la Unión Europea en el mundo del fútbol. Los aficionados, los clubes, los jugadores y el fútbol saldrían ganando en una industria abierta a la competencia de ideas y propuestas y en la que los clubes pudieran gobernar y organizar una competición europea sin temor a amenazas".