Moncloa presiona a Rubiales para que dimita como presidente de la RFEF por el polémico beso

El Gobierno presiona a Luis Rubiales para que dimita como presidente de la Real Federación Española de Fútbol por su comportamiento en la celebración del Mundial femenino. Moncloa considera el beso a Jenni Hermoso como un "gesto inaceptable" y cree que las disculpas no son suficientes. 

Por su parte, Rubiales descarta dimitir. El Consejo Superior de Deportes también deberá pronunciarse sobre la denuncia realizada por Miguel Ángel Galán, presidente de CENAFE, por el comportamiento del máximo dirigente de la RFEF. En caso de que sea admitida, el Tribunal Administrativo del Deporte tendría que decidir sobre el caso. 

Rubiales se enfrentaría a una inhabilitación que podría llegar hasta los 15 años en caso de ser sancionado. Además, Fiscalía podría entrar de oficio si el CSD admite la denuncia de Galán.

El hasta ahora presidente de la RFEF, Luis Rubiales. Europa Press

El presidente de la RFEF está viviendo sus horas más críticas desde que llegó al cargo y todos los representantes políticos han condenado su actuación, no sólo por el beso a Jenni Hermoso sino también por agarrarse los genitales en el palco delante de la Reina Letizia y de la Infanta Leonor.

Pedro Sánchez, que recibió esta mañana a la Selección en La Moncloa y tuvo un frío saludo con Rubiales, afirmó: "A lo mejor la ciudadanía no lo sabe, pero la RFEF no pertenece a la estructura ni al organigrama del Gobierno de España. Nos parece que sus disculpas son insuficientes y tiene que dar más pasos para aclarar un comportamiento que a todas luces es inaceptable. Lógicamente hemos visto su petición de disculpas y son insuficientes. Debe ser más claro y contundente".

[Jenni Hermoso rechazó salir en el vídeo que grabó Luis Rubiales para pedir disculpas por el beso]

En Moncloa han pedido en privado a Luis Rubiales que dimita del cargo por su comportamiento y para no seguir ensombreciendo el éxito de la Selección femenina. La vicepresidenta tercera y líder de Sumar, Yolanda Díaz, ya solicitó públicamente al máximo mandatario del fútbol español que cesara en sus funciones por haber "agredido y vejado a una mujer". 

Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, también mostró su malestar con Luis Rubiales en una entrevista ofrecida en Catalunya Ràdio. Expresó que para considerar el beso como un delito, según la ley, tan sólo se requiere que la víctima o el agresor sea español y que este último se encuentre en el país: "Todo eso se da en este caso, así que sería perseguible".

[Sánchez ve "inaceptable" la conducta de Rubiales y considera "insuficientes" sus disculpas]

Por su parte, Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso, tachó de "bochornosa" la actitud de Rubiales y evitó hablar de las posibles consecuencias de su gesto para no "ensombrecer" el éxito deportivo. "Un eje fundamental debe ser el respeto a las mujeres y lo que vimos fue bochornoso pero quiero destacar lo que han conseguido", aseguró. 

A pesar de las presiones, Rubiales asegura en privado que continuará en el cargo y que pedirá disculpas las veces que haga falta por un "acto sin mala fe", pero del que se siente "profundamente arrepentido".