La justicia acorrala a Nasser Al-Khelaïfi, presidente del PSG. Tras ser registrado su domicilio por la policía francesa el pasado 6 de julio por su supuesta implicación en el secuestro del empresario franco-argelino Tayeb Benabderrahmane, ahora una nueva denuncia pone en jaque al directivo qatarí. Las acusaciones incluyen el presunto intento de rapto del lobista que ya depositó su propia querella.
La demanda se realizó a finales de junio por Hicham Karmoussi, de origen marroquí y antiguo asistente del presidente del PSG. La identidad del denunciado se mantuvo anónima hasta que el diario Le Monde ha revelado que es Al-Khelaïfi contra el que va la querella. Sigue a otra que ya había presentado él mismo en febrero relativa a sus condiciones ilegales de trabajo.
Utilizando la fórmula legal francesa querella "contra X" (la habitual cuando no se presenta directamente contra un particular identificado en concreto), Karmoussi aborda ahora en su nueva denuncia los detalles de ese presunto secuestro y, en concreto, las condiciones en las que firmó un acuerdo en julio de 2020 para la liberación de Benabderrahmane.
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Esa puesta en libertad se produjo a cambio de la entrega de soportes de memoria digitales que contenían presuntamente datos comprometedores sobre la adjudicación del Mundial de 2022 a Qatar y que el propio Karmoussi había facilitado antes a Benabderrahmane.
Este último pudo finalmente abandonar ese país -donde había sido contratado por el Comité Qatarí de los Derechos Humanos como consultor- a finales de 2020, pero sólo después de firmar junto a Karmoussi un protocolo que le obligaba a mantener lo ocurrido en secreto y a no divulgar esos documentos. Se preveía una multa de 5 millones de euros si ambos o su entorno rompían el silencio.
La denuncia de Karmoussi
"Al presentar una denuncia, el Sr. Karmoussi desea que se le considere víctima de los delitos denunciados y que los tribunales puedan investigar estos hechos con serenidad", afirmó Antoine Ory, abogado del exasistente, citado por Le Monde.
En su denuncia, el antiguo hombre de confianza de Al-Khelaïfi culpa también a su exjefe y al entorno de éste de haber intentado secuestrarlo a principios de 2020, al haber hecho todo lo posible para ponerle en un avión con destino a Doha, según lo que ha trascendido a la prensa.
Karmoussi también incluye cargos como extorsión, corrupción de agentes públicos, manipulación de testigos y asociación con malhechores. Por su parte, los abogados de Al-Khelaïfi han negado reiteradamente las acusaciones y alegan que es víctima de una campaña de difamación.