"Me he decidido a dar esta entrevista, mi primera entrevista desde que estoy aquí, para que la gente sepa lo que pienso. Que conozcan la historia a partir de lo que yo viví aquella madrugada en aquel baño", así comienza Dani Alves la entrevista que ha concedido en exclusiva a La Vanguardia desde la cárcel.
La periodista Mayka Navarro ha conseguido hablar con el futbolista brasileño en la prisión de Brians 2, en Barcelona, y obtener su relato sobre lo ocurrido en la noche del 30 al 31 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton. Una joven de 23 años denunciaría el pasado 20 de enero a Dani Alves por una presunta violación.
Alves ha defendido hasta ahora ante la justicia que la joven y él tuvieron relaciones consentidas aquella noche: "No sé si ella tiene la conciencia tranquila, si duerme bien por las noches. Pero yo la perdono [...] Nunca he hecho daño voluntariamente a nadie. Y a ella aquella noche tampoco", reitera en la entrevista que da tras cinco meses encarcelado.
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El exjugador de Barça y Sevilla, entre otros equipos, sostiene que "hasta ahora se ha explicado un relato muy asustadizo de miedo y de terror, que nada tiene que ver con lo que pasó, ni con lo que yo hice".
"Yo entré detrás de ella. Ni cerré la puerta con pestillo. La puerta estuvo abierta en todo momento, podría haberse ido porque yo permanecí sentado prácticamente todo el rato sobre la tapa del wáter", relata sobre lo que sucedió en el baño, según él. "No hay ni una sola marca en su cuerpo que explique esa violencia con la que ella dice que la moví en baño. El rasguño es por permanecer de rodillas mientras me realizaba una felación", completa su versión.
Su salida del baño
"Todo lo que pasó y no pasó allí dentro solo lo sabemos ella y yo", añade Alves. "Esa madrugada, cuando la mujer con la que tengo el problema sale del baño detrás de mí, me quedo un rato junto a mi mesa. No estoy mucho tiempo porque era tarde. Estoy con mi amigo Bruno y se me acerca otra gente antes de irme", cuenta sobre lo que ocurrió después de su encuentro.
"Cuando abandono la discoteca por el pasillo de salida, he sabido por las imágenes que paso cerca de donde la mujer está llorando. Yo no la vi. Si la hubiera visto llorar me hubiera detenido para preguntar qué pasaba. Y en ese instante, si algún responsable de la discoteca me hubiera pedido que me esperara porque una joven aseguraba que yo le he había agredido sexualmente, yo no me voy a casa. Esa misma noche me presento en una comisaría a aclarar lo que ha pasado", apunta.
Alves señala que él se entera de la denuncia al día siguiente: "A mí allí nadie me dijo nada. Salí del Sutton tranquilo. Llegué a mi casa. Me duché porque mi mujer ya dormía y me avergonzaba de la infidelidad. Me enjaboné con rabia. Me acosté en otra cama. Regresaba a México a los dos días para jugar y en algún medio de comunicación se publicó que una joven acusaba a Dani Alves de agresión sexual. Llamé por teléfono a mi abogada, Miraida Puentes. Ella consultó con los Mossos y en los juzgados y me aseguró que no había ninguna denuncia y que podía viajar y salir de España con total tranquilidad. Por eso me fui", continúa.
"A la única persona a la que tengo que pedir perdón es a mi mujer, Joana Sanz", concluye desde la cárcel. Ahora deberá esperar entre rejas hasta que se celebre el juicio definitivo, el cual se espera para el próximo otoño.