La guerra en el Bayern Múnich que acabó con Nagelsmann: seis estrellas le 'hicieron la cama'

El Bayern Múnich ha sufrido un terremoto en los últimos días con el despido fulminante de Julian Nagelsmann. El técnico alemán fue cesado este fin de semana tras los últimos resultados del equipo bávaro (fue derrotado 2-1 por el Bayer Leverkusen antes del parón), pero el verdadero detonante habría sido una ruptura dentro del vestuario entre varios pesos pesados.

El diario Bild habla de seis jugadores que le 'habrían hecho la cama' a Nagelsmann. Todos tienen nombre y apellido, partiendo de dos de los porteros: Manuel Neuer y Sven Ulreich. A estos no gustó que el entrenador decidiera prescindir de Tapalovic, preparador de porteros muy cercano a ellos dos.

Además, se dice en el citado medio que Nagelsmann había perdido el favor de jugadores importantes. Estos serían Sadio Mané -gran fichaje del verano-, Jamal Musiala -la perla del equipo y otras dos figuras relevantes como Serge Gnabry y Leroy Sané. Otro más sería Joao Cancelo, que fue fichado en enero y con el que ya Nagelsmann tuvo algún 'roce' por su poca participación en el equipo.

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Hay, sin embargo, un choque de versiones por lo que se ha dicho en público. Los argumentos del presidente del Consejo Directivo, Oliver Kahn, y el director deportivo, Hasan Salihamidzic, apuntaron a que "la constelación entre el entrenador y el equipo había dejado de funcionar" lo que, traducido a un lenguaje más simple, quiere decir que Nagelsmann había perdido el vestuario.

Uno de los pesos pesados del vestuario, Joshua Kimmich, sin embargo, lo negó. "Yo no diría eso. La razón es que hemos ganado pocos partidos, no hemos tenido suficiente éxito", dijo a la televisión alemana.

Kimmich y Goretzka, en el otro 'bando'

"Todavía estamos vivos en todas las competiciones, pero se ha visto que en la Bundesliga no hemos tenido un buen desempeño. De diez partidos hemos ganado cinco. Pero no puedo decir que haya perdido el vestuario", agregó.

La revista Kicker sostiene que Kimmich no habla en nombre de todo el vestuario y destaca el silencio con el que ha reaccionado a la destitución el capitán, Neuer. Kimmich ha pedido a sus compañeros asumir responsabilidad ante la nueva situación. "Siempre que hay un cambio de entrenador es decepcionante porque quiere decir que los jugadores hemos fracasado", opinó.

La situación recuerda un poco la que se presentó tras la marcha de Carlo Ancelotti cuando había dos grupos en el vestuario que luego lograron ser unificados por Jupp Heynckes.

Goretzka, en declaraciones a la televisión alemana tras la victoria de Alemania contra Perú, dejó entrever que podía haber fuerzas opuestas a Nagelsmann en el vestuario. "Personalmente puedo decir que en mi relación con Julian no había ninguna grieta. Pero no sé que pasaba con otros jugadores", añadió.