Gary Lineker se ha convertido en el gran protagonista de la actualidad del fútbol en Inglaterra. Ni Casemiro por su expulsión ni la lucha entre Arsenal y Manchester City por la Premier League o el Liverpool con su eliminatoria ante el Real Madrid en la UEFA Champions League. Todo el mundo habla del exjugador y comentarista de referencia en las islas.
Si Lineker es el hombre del momento es por la confirmación del peso que sus palabras y su figura tiene dentro de la población británica. Todo comenzó con un mensaje en su cuenta personal de Twitter acerca de la nueva ley migratoria que prepara el gobierno de Rishi Sunak.
El exfutbolista se mostró muy crítico y lo expuso en las redes sociales. Ante el revuelo que se montó después, la BBC decidió apartarle del programa de televisión Match of the Day. Pero la medida de la famosa cadena también ha tenido importantes consecuencias: de las críticas al boicot. Y es que ninguno de sus compañeros accedió a ocupar su hueco.
Política sobre inmigración
El 7 de marzo, el gobierno británico anunció una ley de inmigración. Ley por la cual prohibirá pedir asilo a las personas que lleguen a su territorio vía el Canal de La Mancha. Además de mantener las deportaciones a Ruanda. Y esto porque los dirigentes del Reino Unido consideran a países como el citado como "seguros".
La ley no se queda solo ahí, sino que a estas personas a las que se prohíbe pedir asilo también se les prohibirá regresar al Reino Unido, así como tampoco podrán solicitar el citado asilo o la ciudadanía británica. "Frenar la llegada de pateras", así definen desde el ejecutivo esta propuesta, mientras que desde la ONU lo equiparan "al fin del derecho al asilo".
Un movimiento así se espera en las islas después de que el primer Ministro dijese hace dos meses que "cualquier persona que entrara al país ilegalmente sería detenida y expulsada con rapidez". De acuerdo con esto, Rishi Sunak también comentó que "si un gobierno no responde ante las oleadas de llegadas ilegales que quiebran nuestras fronteras, traiciona la voluntad de los ciudadanos".
Además, hay unas excepciones dentro de este marco. Aquellas personas que sean menores de 18 años o las que padezcan condiciones médicas graves o bien se encuentren en riesgo de sufrir daños irreversibles "quedarán exentos de ser expulsados".
Opinión de Lineker
Nada más conocerse la ley que promueve el gobierno británico, Gary Lineker se lanzó a tuitear. Una opinión que recibió mucho apoyo en un primer momento, así como también usuarios que se mostraron en contra. En su mensaje, el comentarista futbolístico comparó los términos utilizados por el ejecutivo de su país con los de la Alemania nazi.
"No hay gran afluencia. Aceptamos muchos menos refugiados que otros países europeos importantes. Esta es solo una política inconmensurablemente cruel dirigida a las personas más vulnerables en un lenguaje que no es diferente al utilizado por Alemania en los años 30, ¿y estoy fuera de lugar?", escribió en Twitter.
Más de 12.000 retuits y más de 72.000 'me gusta'. Un fenómeno que arrasó en la red social del pajarito azul. No es la primera vez que Gary Lineker se convierte en viral, en el pasado muchas veces por sus críticas al Real Madrid, pero esta vez por su factor político, tuvo consecuencias para él.
Pese al apoyo mayoritario en redes, sus palabras no sentaron nada bien ni al gobierno, que tachó su mensaje de "inaceptable". Incluso se afirmó que se había pedido su despido. Y lo cierto es que la BBC, aunque no le echó, sí que le apartó de su programa Match of the Day.
Esta posición de la cadena de televisión no gustó, por su parte, al Partido Laboralista, que calificó su decisión como "cobarde" y que constituía "un asalto a la libertad de expresión" al ser tomada por la "presión política". Pero aun así, el programa se emitió el sábado sin presentador ni colaborados, puesto que fueron los más los que mostraron su apoyo a Lineker ante lo sucedido.
Rectificación
El 'caso Lineker' hizo lo que nadie pudo imaginar: llegar a alterar la parrilla televisiva de la todopoderosa cadena BBC. Y ante las posibles consecuencias, especialmente a la larga, esta ha decidido dar un nuevo giro. Se va a crear una renovada guía de uso de las redes sociales, después de que se creyese que el exfutbolista y comentarista había incumplido las "reglas de imparcialidad".
Ha sido el director general de la BBC el que ha dado la cara: "Como todo el mundo ha estado hablando sobre este asunto, no ha habido respuestas fáciles, ha sido difícil conseguir el equilibrio adecuado. Pero pedirle a Gary Lineker que se hiciera a un lado... creo que fue apropiado en ese momento. Ahora toca reiniciar".
"Entre ahora y cuando se realice el informe de la revisión, Gary (Lineker) cumplirá con las pautas editoriales", ha agregado Tim Davie. Ante estas declaraciones, el propio Lineker ha tomado la palabra, por supuesto, en Twitter: "Después de unos días surrealistas, estoy encantado de que hayamos navegado por este camino. Quiero agradecerles a todos por el increíble apoyo, particularmente a mis colegas de BBC Sport, por la notable muestra de solidaridad. El fútbol es un juego de equipo, pero su respaldo fue abrumador".
Lineker lleva más de tres décadas trabajando en la cadena y como ha puesto de relieve Davie "es una parte valiosa de la cadena y sé lo mucho que significa para la BBC". Por eso saben de su carácter. Y este carácter le ha llevado a reiterar su posición sobre la política de inmigración: "Por difíciles que hayan sido los últimos días, simplemente no se comparan con tener que huir de la persecución o la guerra de su hogar para buscar refugio en una tierra lejana".
"Es conmovedor haber visto la empatía hacia su difícil situación por parte de tantos de ustedes. Seguimos siendo un país predominantemente tolerante, acogedor y generoso. Gracias", sentenció Gary Lineker en su perfil de la citada red social tras la última escena del culebrón.
Un mensaje con el que se culminan unos días de locura para el fútbol británico o, más bien, para el seguimiento por parte de medios y afición. Y no solo por ellos porque incluso los futbolistas se solidarizaron con Lineker y se negaron a aceptar preguntas de los periodistas de la BBC en las diferentes ruedas de prensa.