El dopaje en Italia entre los 70 y los 90: las muertes tempranas de jugadores que asustan al fútbol
Mihajlovic y Gianluca Vialli han fallecido en el último mes de leucemia y cáncer. Se repite la historia de hace 20 años en el fútbol italiano.
19 enero, 2023 02:1521 días separaron las muertes de Sinisa Mihajlovic y Gianluca Vialli, uno de leucemia a los 53 años y otro de cáncer de páncreas a los 58. Ambos fueron estrellas de la Serie A en los 90 y no llegaron a cumplir los 60 por sus tempranos fallecimientos. Sus casos han reactivado la alarma en Italia por el dopaje sistemático que hubo en su fútbol durante el siglo pasado.
El grito al cielo lo ha puesto Dino Baggio, exinternacional italiano que jugó tanto con Mihajlovic en la Lazio como con Vialli en la Juventus. A sus 51 años, no oculta su temor a que una repentina enfermedad se lo lleve antes de lo debido y es por el abuso de los fármacos que se hacía en la Serie A de hace tres décadas.
"Creo que hay que investigar las sustancias farmacológicas que se tomaban en ese momento", denunció esta semana en una entrevista en la Gazzetta dello Sport. "Me gustaría que la ciencia nos pudiera dar respuestas sobre los fármacos que nos han administrado, para recuperarnos de una lesión o recuperar energías", añadía.
[Muere Gianluca Vialli, leyenda de la Serie A y la selección de Italia, por un cáncer de páncreas]
Baggio quiere respuestas ya que lo normal en aquella época era la administración de medicamentos por vía intravenosa, algo prohibido más tarde por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). En la memoria colectiva del aficionado italiano está el vídeo de Fabio Cannavaro, campeón mundial y Balón de Oro en 2006, siendo inyectado antes de la final de la Copa de la UEFA en 1999.
Entonces Cannavaro jugaba en el Parma, equipo en el que un año antes se encontraba indicios en 24 de sus futbolistas de haber ingerido eritropoitena (EPO), droga conocida especialmente en el ciclismo que aumenta el oxígeno en la sangre y dota de mayor resistencia al deportista. En el vídeo, el central italiano se inyecta Neoton, un cardiotónico a base de creatina que no era ilegal.
El vídeo muestra a Cannavaro en una habitación junto a varios compañeros de equipo del central, un masajista y un médico del club parmesano. Aparece una camilla con fármacos y jeringuillas y se ve al central mientras el médico le inyecta en el brazo izquierdo. "Esta es la prueba de que nosotros damos asco", bromeaba el futbolista.
Aquel Parma ganó un día después la Copa de la UEFA ante el Marsella. Lo hizo con un equipo en el que jugaban otras futuras leyendas como Gianluigi Buffon, Lilian Thuram, Verón, Hernán Crespo y el propio Dino Baggio. Era la época dorada del fútbol italiano y de los años más oscuros del dopaje.
La historia se repite
Hace 20 años ocurrió lo mismo que ahora, cuando eran las que fueron las estrellas de la Serie A en los años 70 las que temían por su vida. A mediados de los 2000, Raffaele Guariniello, entonces fiscal de Turín, abrió una investigación por la muerte prematura de varias centenas de futbolistas de primera y segunda división italiana de hacía 30 años. Setenta de ellas se atribuían a cáncer, leucemia y Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
En 2004, el exfutbolista Adriano Lombardi -jugó en el Como y el Avellino, entre otros- dio una terrorífica entrevista al diario AS hablando de la enfermedad que padecía, la ELA, y el consumo de sustancias no consentidas durante su etapa como jugador. "Tengo bastante claro cuál va a ser mi final", decía. Falleció tres años más tarde, a los 62 años.
En Florencia también se abrió una investigación por la complicada situación de muchos de los que jugaron en la Fiorentina en los 70. En 2005, tres ya estaban muertos (Bruno Beatrice, Nello Saltutti y Ugo Ferrante) y otros dos lo harían en los siguientes cuatro años (Massimo Mattolini y Giuseppe Longoni), además de algún otro que también pasó por algún problema grave de salud y se recuperó.
Gracias a lo recogido por las investigaciones se supo que algunas de las sustancias que se inyectaban lo futbolistas eran Cortex -extracto de corteza suprarrenal de origen animal-, Voltarem, Esafosfina o Neoton -fármaco que 20 años después se inyectaba Cannavaro, según el polémico vídeo-. También alguna que más adelante fue prohibida por la AMA, como el Micoren (crotetamida).
Casos de ELA
Especialmente la ELA, también conocida hace varias décadas como 'mal de Gehrig' por un jugador de los Yankees que murió de ella, se convirtió en una pesadilla para los jugadores de la Serie A en los 70 y 80. Estudios revelaron en los 2000 una incidencia de un 2,7 por ciento de los futbolistas italianos de las últimas décadas del siglo XX. La tasa era muy superior a la que se establece en la población mundial, que se calcula en torno a los cinco casos por cada 100.000 habitantes.
Las alarmas saltaron hace 20 años por las muertes de Gianluca Signorini, exfutbolista del Génova, y Lauro Minghelli, ex del Torino, por la ELA. Solo tenían 42 y 31 años, respectivamente. Aún así, las investigaciones no llegaron a concluir que todas estas muertes por causas similares tuvieran relación con el uso de sustancias farmacológicas.
Lo de Mihajlovic y Vialli reabre la cuestión. Dino Baggio enciende la alerta con su miedo: "No tomabas cosas raras, eran cosas normales, pero hay que ver si, con el tiempo, el cuerpo las sabe expulsar o si se te quedan dentro". Lo que entonces era normal pudo generar con los años daños irreversibles para algunos futbolistas. Sus casos piden el estudio de la medicina para poner algo de luz sobre un asunto tan oscuro.