España apuesta por el Powerchair Football: de un crowdfunding fallido a una victoria por la integración
La selección española ha participado por primera vez en una competición internacional en Suiza que ha finalizado con un meritorio cuarto puesto.
29 agosto, 2022 02:22¿Han oído hablar alguna vez del powerchair football? Habrá gente que sí, pero seguramente haya muchas personas que no conozcan todavía de la existencia de este deporte. Se trata de una disciplina consistente en fútbol practicado por personas que utilizan sillas motorizadas. Una práctica que está creciendo en nuestro país a pasos agigantados.
Es un deporte de equipo practicado por personas con discapacidad en una pista que bien puede ser la de un pabellón de fútbol sala o bien la de una cancha de baloncesto. Las personas que lo practican van en sillas eléctricas, las cuales utilizan para desplazarse por el terreno de juego y también para golpear al balón. El objetivo, como en cualquier modalidad del fútbol, es marcar gol al equipo rival. Compiten dos equipos de cuatro jugadores, porteros incluidos, que cuentan con unas sillas especiales y equipadas con protecciones metálicas para atacar, defender, y golpear el esférico en busca de la meta rival.
A pesar de que es un deporte muy desconocido, sus inicios se remontan a los años 70 y se sitúan en Francia, donde se encuentran los primeros partidos documentados de powerchair football. Poco después de se extendió por países como Bélgica o Inglaterra para más tarde dar el salto hacia el Nuevo Mundo pasando por Canadá y Estados Unidos. A medida que fue viajando por el planeta, fue modificándose y recibiendo las influencias de las diferentes sociedades que lo practicaban.
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No fue hasta el año 2005 cuando su situación se empezó a regular para unos meses después ver nacer su primera gran federación. Dos reuniones, una Coímbra (Portugal) y otra en Atlanta (Estados Unidos) derivaron en la creación de la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol silla eléctrica (FIPFA), cuya sede está en París. Su primera Copa del Mundo se celebró en Tokio en el año 2007 con EEUU como campeona. Y ahora, 15 años después, España ha participado en su primera competición internacional.
Un crowdfunding fallido
A pesar de que el powerchair football tiene varias décadas de historia, España ha sido un país que ha permanecido rezagado durante mucho tiempo. Por ello, las infraestructuras y el apoyo que ahora mismo reciben son casi inexistentes. La selección española ha tenido que pasar muchas penalidades hasta que por fin han podido competir en su primer evento internacional, el cual se ha celebrado esta última semana en Suiza.
Se trata de una disciplina que no solo fomenta el compañerismo y el juego en equipo, sino también la superación personal y el respeto a las personas con discapacidad. En España, la competición y los clubes están regidos por la Asociación de Clubes de Powerchair Football España (ACPFE), la cual no dispone de apenas recursos porque hasta hace solo unos meses no tenía vinculación con la Real Federación Española de Fútbol. Ahora, su equipo sí está reconocido por la misma.
Por esta situación, tanto la Asociación como los propios miembros del equipo se han visto obligados en las últimas semanas a abrir un crowdfunding para intentar recaudar todo el dinero posible de aquellas personas que quisieran ayudar en la causa a la hora de garantizar la presencia de España en dicha competición. Era la primera vez que el combinado nacional tenía la oportunidad de presentarse a la EPFA CUP 2022, una competición que depende de la UEFA.
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El torneo se ha celebrado en Ginebra y ha contado con siete equipos. Sin embargo, para que España pudiera estar presente era necesario realizar un importante desembolso por toda la infraestructura que se requiere. Los jugadores de powerchair football son deportistas de élite que tienen una movilidad reducida y una alta dependencia física, por lo que precisan de acompañantes que les asistan de manera continua.
Para poder estar en Ginebra era necesario pagar el viaje de todo el combinado nacional y de sus acompañantes, además de alojamiento para todos ellos. También costear el material, empezando por esas sillas de ruedas especiales, y la propia inscripción. Una batalla logística con mucho dinero por delante.
La batalla económica no dio todo el resultado esperado y el crowdfunding no fue suficiente para sacar todo el dinero que se necesitaba. Unos 15.200 euros. Sin embargo, los propios integrantes del combinado nacional y sus familias decidieron aportar de su bolsillo y el dinero necesario para poder estar en esa competición internacional celebrada en Suiza y luchar por llevar el nombre de España a lo más alto.
Un resultado de mucho mérito
Hace algo más de una semana, España cumplía un reto muy importante en el universo del powerchair football: hacer su debut internacional. A pesar de tratarse de un deporte con décadas de historia, en nuestro país todavía sigue dando sus primeros pasos. Por ello, la presencia del combinado nacional en la EPFA CUP 2022 de la UEFA celebrada en Ginebra ha sido tan importante.
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El combinado liderado por su estrella Samuel Grau hizo su debut en el torneo venciendo a Austria por 3-1. Además, dejó muy buenas sensaciones en otros partidos como en su empate contra Escocia, uno de los equipos con más tradición en Europa en esta disciplina y favorito a la victoria. En esa buena línea de resultados se unieron también la victoria contra Suiza, la anfitriona del torneo y el empate contra Italia. Solo Bélgica, en semifinales, y Alemania en el tercer y cuarto puesto, dos auténticas potencias, consiguieron doblegar al conjunto español que mostró una imagen muy positiva de cara al futuro. Finalmente, ocuparon la cuarta posición en el campeonato.
Se trata de un resultado que, más allá de lo deportivo, que también tiene su importancia, suma para hacer grande un deporte que hasta hace no mucho era completamente desconocido. Cada vez más personas van conociendo el powerchair football y van descubriendo una nueva manera de hacer deporte.
Para aquellos que tienen alguna discapacidad importante puede ser un motor de vida y un clavo al que agarrarse en sus peores momentos. Y para aquellos que no, una nueva forma de apoyar la inclusión social y de arrimar el hombro junto a aquellos que más lo necesitan.
El powerchair football es un deporte que no para de crecer año tras año a pesar de los muchos recursos que se necesitan para su mantenimiento en relación con las pocas ayudas que recibe. Tras pasar los peores momentos de su existencia durante los dos años de mayor azote de la pandemia de la Covid-19, ahora las miras están puestas en un futuro próspero y en poder alcanzar la Eurocopa del año 2023. El fútbol-silla, como coloquialmente se le conoce en España, ya cuenta con su propia liga y con un ambicioso plan de expansión que promete muchos éxitos.