La vida sigue igual para el FC Barcelona. Las cuentas no salen y el tiempo aprieta de cara al proyecto de la próxima temporada. La gran preocupación de Joan Laporta está en reducir drásticamente la masa salarial del primer equipo: actualmente está en 560 millones y el objetivo es bajar a los 400. Se avecina una cuarta rebaja salarial y el foco se pone sobre los capitanes de la plantilla.
Sergio Busquets, Gerard Piqué, Sergi Roberto y Jordi Alba son los cuatro capitanes del Barça. El tercero de ellos acaba de renovar por un año, hasta 2023, aceptando cobrar un 60% menos de lo que anteriormente percibía: de 10 a 4 millones brutos por temporada. Los otros tres son los mejores pagados del equipo y Laporta quiere sentarse a negociar con ellos.
La tensión es creciente desde hace tiempo. Lo evidenciaron las palabras de Busquets y Jordi Alba desde la Selección: "Me gustaría que me lo dijeran a mí y no me enterara por la prensa", decía Sergio, también capitán del combinado español, en referencia a los planes de Laporta. La bomba ha terminado por estallar en el encuentro mantenido semanas atrás por Xavi Hernández y Piqué.
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Laporta y Xavi toman el control frente a los capitanes por las necesidades del club. El entrenador le dejó claro a Piqué que la próxima temporada iba a tener un rol secundario en comparación al de años anteriores. Eso fue interpretado por algunos como una invitación a salir del equipo este verano, pero Gerard quiere seguir.
Tanto Piqué como Alba tienen contrato hasta 2024. Diferente es el caso de Busquets, con contrato por solo un año. No le bastará a Laporta solo con rebajar sus salarios (entre 25% - 50%), ya que el Barça se encuentra en serios problemas con los diferimientos. De los 1.350 millones que debe el club, 389 corresponden solo a sueldos en diferido de jugadores. De esos casi 400 'kilos', 85 se deben a los capitanes.
El Barça ha llevado a cabo tres recortes salariales desde el estallido de la pandemia. Cada uno ejecutado por un presidente diferente: Josep Maria Bartomeu, Carles Tusquets (al frente de la gestora) y Laporta. Solo Busquets, Piqué y Alba aceptaron las tres: una rebaja del 12% en abril de 2020, un diferimiento del 42,90% en diciembre de 2020 y otro aplazamiento del 70% en agosto de 2021.
Las tres rebajas del Barça
El primer recorte fue ejecutado por Bartomeu y se vio afectada toda la plantilla. El Barça recortó el 70% de sus salarios por la pandemia, pero solo durante los meses de parón en la competición. Esto significa que apenas supuso una reducción del 12% del total del curso. El Barça aplicó un ERTE a sus trabajadores y, a diferencia de las siguientes, los jugadores no recibieron de vuelta el sueldo recortado.
La segunda llevó tiempo y se necesitó de una mesa de negociación en la que estuvieron representados los futbolistas y el club, presidido interinamente por Tusquets tras la dimisión de Bartomeu. Se acordó diferir el 42,9% del salario de los jugadores y el 100% de las primas de la temporada 2020/2021: 122 + 50 millones en total. La devolución se fraccionó en cuatro temporadas, en caso del sueldo fijo, y en tres, las variables.
La tercera rebaja es la única ejecutada hasta el momento por Laporta. Solo afectó a los capitanes, una vez Leo Messi abandonó el club y Alba pasó a ser el cuarto a la cabeza del vestuario. El diferimiento fue del 70% a devolver en los próximos cursos, siendo Piqué el primero en firmar. Le siguieron Busquets y Alba, pero Sergi Roberto se negó.
La gran deuda con Piqué
La nómina que reveló Piqué el pasado mes de enero encaja en las cuentas. Mostró el cobro de 2,3 millones que recibió en diciembre de 2021, correspondiente a una de las dos pagas en las que reparte el Barça el sueldo de sus jugadores. Cobró más de 4 millones netos este curso, que suponen un gasto de 8 brutos al club. Es la cantidad que completa el 70% (19,6 millones) diferido del sueldo fijado en su contrato: 28 brutos.
El caso de Piqué es el más drástico del Barça. Es el jugador mejor pagado y al que más se debe de la plantilla. Antes de acabar su contrato debe recibir 31,6 según lo diferido este curso y el anterior (otros 12 millones). Si a eso se le suman los 28 millones de cada una de las dos temporadas de contrato que tiene, la suma supera los 80 'kilos' netos.
Los salarios de Busquets y Jordi Alba son algo inferiores. El centrocampista cobra 24 millones brutos y el lateral alrededor de 20. De los diferimientos se les debe 26,56 y 22,58, respectivamente. El caso de Sergi Roberto, que encima está solucionado para el curso que viene, es el menos traumático por los 4,29 que 'solo' se le deben de la rebaja que llevó a cabo Tusquets.
A Laporta le urge una solución. Quiere rebajar la deuda como sea y para ello, según apuntan varios medios, quiere que los capitanes tengan el gesto de perdonar parte de lo que se les debe más allá de sumarse a otra rebaja.
El problema es mayor con Busquets, que planea irse a Estados Unidos en 2023 y no tiene pensado renovar su contrato con el Barça. Eso deja poco margen al club para saldar su deuda con su capitán. ¿Le pedirán un sacrificio mayor? El pulso de Laporta ha comenzado y puede acabar en cisma.