El Chelsea FC ha emitido un breve comunicado donde muestra su apoyo a los ciudadanos ucranianos. El club inglés no había dicho nada hasta el momento, pero horas después de confirmarse la renuncia de Roman Abramovich a tomar decisiones como máximo mandatario de la entidad, los blues han destacado que la situación en Ucrania es "devastadora". La nota oficial, sin embargo, no nombra a Rusia.
"La situación en Ucrania es horrible y devastadora. Los pensamientos del Chelsea FC están con todos en Ucrania. Todos en el club están orando por la paz", han subrayado desde la entidad de Londres. El hecho de que se haya esperado a la salida de Roma Abramovich aumenta la especulación sobre los lazos entre el dirigente y Vladímir Putin.
Además, el propio comunicado ha generado cierta polémica por los términos empleados. El Chelsea habla de "situación" y en ningún caso de "guerra" o "invasión". Tampoco se cita en ningún momento a Rusia, Estado con el que el club ha tenido estrechos lazos durante todo este tiempo y que está recibiendo la condena mundial por su invasión.
El comunicado del Chelsea llega después de que el mundo del deporte se haya movilizado para apartar a Rusia de cualquier disciplina. La UEFA, por ejemplo, cambió la sede de la Champions League de San Petersburgo a París después de numerosas presiones. Entre otros, el primer ministro británico, Boris Johnson, fue de los más duros con el organismo si no tomaba esa decisión definitiva.
Abramovich anunció su renuncia a la toma de decisiones en el Chelsea este mismo sábado. Eso no supone que deje de ser el propietario de un club que adquirió en 2003, sino que se aparta de la gestión como consecuencia de la guerra desatada en Ucrania. La decisión se entiende, sin embargo, como un primer paso para una futura venta si las sanciones económicas de Occidente continúan.
Los vínculos con Putin
Roman Abramovich compró el Chelsea en 2003 con el objetivo de reconstruir el club de Londres. Después de millonarias inversiones, el magnate ruso logró que la entidad se situara como uno de los clubes de referencia en la Premier League. Pero, desde entonces, ha tenido que afrontar numerosas investigaciones por posibles vínculos con el Kremlin.
El dirigente llegó a denunciar un libro donde se aseguraba que él había comprado el Chelsea por orden de Putin. Esa información apuntaba a que el Kremlin impulsó la transacción para tener un club prorruso en una competición como la Premier League.
Tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania y las consecuentes sanciones, Roman Abramovich anunció que daba un paso atrás y que la gestión del club quedaba en manos de la fundación. "Siempre he tomado decisiones pensando en el mejor interés del Club. Sigo comprometido con estos valores. Es por eso que hoy doy a los responsables de la fundación benéfica del Chelsea la administración y el cuidado del Chelsea FC", se despidió el dirigente en un comunicado.
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