El presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación, Gianni Infantino, se enfrenta a un caso judicial siete años después de que se abriera una disputa por la patente de los espray que usan los árbitros durante los partidos para marcar las faltas sobre el campo. El Comité Ético del órgano máximo del fútbol mundial ha abierto expediente y una investigación sobre el suizo, así como a su comité ejecutivo y otras partes implicadas. Todo se enmarca en el 'Aesol Gate' y podría ser condenado por un delito de violación de patentes.
Los litigios comenzaron en 2014, cuando el argentino Pablo Silva y el brasileño Heine Allemagne reclamaron que el invento les pertenecía. La Justicia falló a favor de los creadores del aerosol que delimita las distancias en todos los partidos en 2018 y, después de varios recursos fallidos, la FIFA se ve obligada a abrir el caso. Infantino tendrá que decidir si deja de usar el sistema o si paga una infracción millonaria para compensar a los creadores.
Silva es un periodista y emprendedor argentino que saltó a la fama por su invento que revolucionó el mundo del fútbol. Su creación permitió delimitar con precisión la distancia en la que debe estar la barrera y marcar el lugar donde va la pelota para la ejecución del tiro libre, así evitó una de las grandes problemáticas entre árbitros y futbolistas dentro del terreno de juego. Allemagne, con su empresa Spuni, ayudó a comercializar el invento del argentino.
Ambos ganaron el juicio a la FIFA por el que deberán indemnizar a los autores con algo más de 100 millones de euros. Con Grondona y Blatter, el organismo del fútbol mundial se había comprometido a comprar el producto que se probó en el Mundial de 2014, cuestión que no se corroboró con la nueva dirección a pesar de que lo siguieron utilizando. La cuestión más grave fue usarlo en la Copa del Mundo de Rusia 2018. La multa viene por el compromiso de la venta de la patente por 40 millones de dólares más 15.000 dólares por cada partido de este torneo que se disputó.
Ahora, la FIFA
El Comité Ético de la FIFA también plantea sancionar a Infantino. Los cargos que se le imputan son: si engañaron a los inventores y dueños de la patente intentando comprar las patentes mundiales por solo 500.000 dólares, si adulteraron y manipularon sin el debido proceso las reglas de juego, si quitó de las reglas durante el periodo del proceso, sin tratamiento en la Asamblea de la IFAB, para beneficio propio, si obraron de mala fe, si se usó sin permiso el espray tanto en el Mundial de Rusia como en la Copa América Centenario, si se permitió que las federaciones usaran un aerosol "pirata y sin patente", si se usó el aerosol en los videojuegos y si violaron la declaración universal de Derechos Humanos de la ONU.
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