Los escándalos que vienen en el Barça: la auditoría, su papel en la Diada y el caso del mayor Ferran López

Joan Laporta tras la salida de Leo Messi EFE

En los próximos meses se sabrá cómo queda la operación del 'Barçagate' y, sobre todo, que implicación real tuvo Bartomeu en los hechos que se le acusan sobre las campañas de difamación a jugadores y a diversas personalidades en las redes sociales.

Ferran López

De salir airoso el expresidente, también habrá que conocer la implicación que tuvo Ferran López, actual jefe de seguridad del Barcelona, con la detención de Bartomeu. El comisario, que sustituyó a Trapero en los Mossos d'Esquadra cuando fue inhabilitado, fue el cargo policial que ordenó la detención de Bartomeu y de varios miembros de su junta directiva.

Ese suceso, en plena carrera electoral a la presidencia del Barcelona, ayudó a la campaña de Joan Laporta, candidato del independentismo catalán, y al resultado final de las elecciones. Lo más curioso del caso es que Ferran López fue contratado por Laporta nada más regresar al club para que se ocupara de la seguridad. Este 'fichaje' le cuesta al Barcelona unos 300.000 euros anuales.

Ferran López EFE

Lo verdaderamente importante será conocer en los próximos meses los motivos que Ferran López tuvo para ordenar la detención de un Bartomeu que nunca quiso alinearse con el independentismo catalán y si, en realidad, existieron otros fines para que esta se produjera. 

Según informa Xabier Salvador en Crónica Global, hasta la jueza del caso, Alejandra Gil, tuvo que reprender a los Mossos por la actitud que tuvieron con Bartomeu. Se ve que estos 'méritos' convencieron a Laporta para convertir a Ferran Lopez en el jefe de su guarda petroriana y el comisario no dudó en dejar de ser el número dos de los Mossos para pasar a tener un sueldo galáctico.

Independentismo

La caída de Bartomeu fue tan celebrada por el sector duro del independentismo catalán como la elección de Laporta como presidente del Barcelona. El propio 'Jan' afirmó, en campaña electoral eso sí, que mantendría al club fuera de la política, pero en los próximos meses se verá la posición real que tomará el Barça de Laporta. 

Con la Diada a la vuelta de la esquina, ya se espera, con intranquilidad, conocer el papel que tomará el Barcelona ese 11 de septiembre y en el futuro más cercano. Bartomeu nunca dejó que los poderes políticos secesionistas mandaran en el club azulgrana, pero este mismo lobby cuenta ahora con uno de los suyos en la presidencia.

Joan Laporta, en su primera etapa como presidente del Barça, durante una Diada EFE

Esa postura tomada por Bartomeu le costó ganarse poderosos enemigos, los mismos que meses después celebraron su detención. La política amenaza ahora de nuevo con volver a formar parte de los escándalos culés que están por llegar en una nueva temporada que promete ser tan trepidante e imprevisible como las anteriores. 

La auditoría

Lo primero que hizo Joan Laporta nada más llegar al FC Barcelona para iniciar su segunda etapa en el club como presidente fue anunciar una 'due dilligence', encargada a Deloitte, para conocer el estado de las cuentas del club, así como la realidad que escondían todos los movimientos que había hecho la entidad en la etapa final de Bartomeu. El documento que recoja todos estos datos será el que dictará por dónde pasa el futuro de un Barça que parece tocado y podría terminar hundido y sin más remedio que la reconversión en Sociedad Anónima Deportiva.

Desde la Ciudad Condal se viene asegurando que, en las próximas semanas, este documento, que revelará la realidad de la gestión de Bartomeu, estará listo para que todos los socios del club conozcan el estado real del Barça. Pero poco a poco desde la dirección del club van dando algunos detalles relevantes. Según esta versión, la presentación de las pruebas contra el expresidente en el caso 'Barçagate' ha servido para que los Mossos d'Esquadra hayan encontrado estructuras similares a las enmarcadas dentro de este escándalo.

Los agentes de los Mossos d'Escuadra, en las oficinas del Barça del Camp Nou en el marco de la investigación por el 'Barçagate' EFE

Además, desde el club también aseguran que hay cosas extrañas en los movimientos que se han hecho en algunas secciones. La clave del 'Barçagate' era que estas operaciones no pasaban por el control financiero de la junta directiva del Barcelona, por lo que se podía operar a espaldas de los ojos de la entidad. Si se corroboran, se podría hablar de una trama mucho más grande que la del caso que acabó con la presidencia de Bartomeu. Por si fuera poco, esta auditoría demuestra que la pandemia solo ha tenido un pequeño impacto entre el 10 y el 15% sobre la deuda milmillonaria que tiene el equipo azulgrana.

Joan Laporta también ha asegurado que las pérdidas que se esperan para cerrar el ejercicio 2020/2021 serán de 487 millones, una cifra récord que no hace más que agrandar la crisis del club. Con la ayuda del fondo Goldman Sachs se consiguió refinanciar 500 millones de la deuda, que está por encima de los 1.200 millones, que presentaba la entidad antes del 31 de junio y cumplir con los pagos de la plantilla del final de esta última temporada.

El estadio se cae

"Había peligro de accidentes en el Camp Nou (...) Si la temporada pasada se hubiera permitido público habríamos dicho no: la vida útil de materiales había caducado". Ese era el relato en SER Cataluña de uno de los hombres de las últimas horas en Can Barça, Jaume Llopis. El miembro de la comisión del Espai Barça, el gran proyecto que tiene encima de la mesa Laporta para reformar el coliseo azulgrana que también parece estar mucho peor de lo que pintaba, dimitió tras la salida de Leo Messi.

Nuevo Camp Nou. Web FCB

El tiempo extra por la pandemia ha sido un regalo para que el club pudiera hacer pequeños arreglos en la estructura del estadio. Eran muchos los candidatos a la presidencia que aseguraban que el estadio se caía "a cachos". Que la reforma era necesaria no es algo de un día para otro, ya que este proyecto lleva mucho tiempo debatiéndose, pero parece que apremia. Laporta ya anunció que quiere ponerlo en marcha cuanto antes e incluso no descartaba que esta misma temporada el equipo tenga que abandonar el Camp Nou para jugar en otro estadio.

Pero el problema vuelve a ser de dinero y de financiación. Bartomeu había arreglado precisamente con Goldman Sachs otro acuerdo para que pusieran 725 millones en torno al Espai Barça, que al club le costarían en total 1.250 millones por los intereses de devolución y el porcentaje que recibiría el fondo de inversiones por el 'naming' nuevo del estadio. Este acuerdo tenía que ser revisado por la nueva directiva de Laporta y todavía no ha sido refrendado hasta no conocer el resultado definitivo de la auditoría, pero el presidente ya explicó que el coste final será superior a esas cifras.

Los patrocinios

"El crecimiento que tenemos previsto es muy importante y optimista, porque tenemos muchas opciones en patrocinio, inversores que quieren entrar en negocios del club…", explicó Laporta el día en el que anunciaba a Leo Messi que las puertas para su continuidad se cerraban. El Barça entra en una temporada fundamental en este sentido, ya que tiene que abrir nuevas vías de negocio para paliar la grave crisis que atraviesa.

Piqué en un partido de pretemporada EFE

Pero también tiene que revisar las viejas. El contrato con RAKUTEN caduca en 2022, así como el de otros patrocinadores como Beko. Se acordó con el principal patrocinador de la entidad que se ejercía la opción de un año más que incluía el contrato que se firmó en 2017 y por el que la entidad ingresa 55 millones de euros por año. Las previsiones que se establecen tras la pandemia y la salida de Leo Messi son de que las cifras en un nuevo acuerdo disminuirán.

También habrá que luchar para que esta firma se pueda rubricar y para esto hay un factor clave que tiene nombres y apellidos: Gerard Piqué. Kosmos, la empresa de uno de los capitanes del Barça, y RAKUTEN son uña y carne; van de la mano en la Copa Davis, por poner un ejemplo.

El central se enfrenta a un conflicto de intereses muy grande, ya que ha renovado su contrato con la entidad culé recientemente hasta 2024, dentro de ese movimiento para prorratear su salario. Al Piqué empresario le interesa que RAKUTEN goce de buena salud financiera y a su vez, en su versión de jugador, no se ha rebajado la ficha a pesar de las peticiones de Laporta al vestuario. 

La inscripción

Este problema llegará a un punto clave esta misma semana. El Barça comienza LaLiga, pero no tiene asegurado que pueda inscribir a todos los fichajes que ha realizado. La no continuidad de Messi le permitirá reducir la masa salarial de un 110% de los ingresos totales previstos a aproximadamente el 95%, es decir, aún por encima de lo que dicta la normativa por lo que se les seguiría aplicando la regla del 25% del dinero que saquen entre plusvalías por ventas y ahorra en la masa salarial.

Depay debuta con el Barcelona EFE

La situación del Barça en este momento impide que Sergio 'Kun' Agüero, Memphis Depay, Eric García y Emerson Royal puedan disputar encuentros del campeonato liguero. Para poder inscribir a estos futbolistas, el club deberá generar entre 128 y 144 millones en plusvalías y ahorro de salarios, tal y como explica el asesor fiscal Ramón Álvarez de Mon. Por todo ello es tan importante que la rebaja en los actuales contratos de los jugadores se lleve a cabo.

Laporta y su junta directiva tendrán una semana de infarto y un final de mercado de traspasos con mucho trabajo. Solo han conseguido vender a Junior, Trincao, Konrad, Todibo, Aleñá y Matheus, que han dejado en torno a los 30 millones. De momento, la entidad no ha conseguido rebajas salariales, solo diferir algunos contratos. El objetivo, salvo gran venta, está lejos de cumplirse.