España no podrá reeditar el triunfo en el Europeo sub21 de 2019. Los de Luis de la Fuente se volvieron a encontrar con la mala suerte como en los cuartos de final, pero esta vez no iban por delante en el marcador antes de que ocurriera ese infortunio. Un balón rebotado en Jorge Cuenca se envenenaría hasta el punto de hacer imposible que Álvaro Fernández pudiera pararlo. Así Portugal se ha clasificado para la final, aunque antes hubo un penalti sobre Brahim Díaz de Diogo Queiros que lo habría cambiado todo.
Los primeros diez minutos de partidos fueron tal y como los había descrito Luis en la rueda de prensa de antes del partido. El tanteo por quién iba a llevar el peso del partido en cuanto a la posesión era evidente. Los dos equipos cuidan muy bien el balón y no sería sencillo para unos y para otros la idea de robar. Unos tenían claro cómo podían llegar rápido al área, pero los otros también. Portugal buscaba desde la banda derecha a su referencia, Rafael Leao; España, con Bryan Gil yéndose de todos.
Así llegaron las dos más claras de 'La Rojita'. Con dos acciones individuales se puso el balón en su pierna izquierda para sacar a relucir su gran toque de balón. En la primera no llegó nadie, en la segunda lo hizo Brahim, pero su remate se iría por encima del travesaño. En Portugal un jugador trataba de desmarcarse y aprovechar su gran disparo. Vitinha asustó a España en dos ocasiones; la primera no enfocó bien, pero en la segunda obligó a Álvaro Fernández a despejar a córner.
Bryan - 'Cucu'
El juego español iba a pasar en la primera parte por las piernas de Cucurella, hoy lateral izquierdo, y Bryan. En una combinación entre ambos el del Sevilla se metió en el área y puso un gran balón al área que recogió Gonzalo Villar, titular en la tarde de este jueves en detrimento de Fran Beltrán. El de la Roma recortó y disparó, pero su tiro se estrelló en la defensa portuguesa. El rechace también iría a parar a un español, concretamente al debutante Óscar Gil que, en su caso, su misil sería fuego amigo y Puado lo desviaba, el jugador que sería la referencia de España en este inicio del encuentro.
Leao demostró esa potencia que ha atraído al Milan en la siguiente acción. El portugués aprovechó un exceso de confianza de Mingueza a la hora de ir a defenderle y se metió en el área por el borde de la línea de fondo a la derecha de la portería de Álvaro. Su centrochut raso no encontró a Mota y se pasearía en la ocasión más clara del encuentro. El mismo delantero trataría de engañar al colegiado sueco Mahbod Beigi fingiendo un penalti, pero el árbitro lo vio claro y le sacó amarilla.
Y Brahim
Por fin aparecería Brahim al borde del área aprovechando una gran anticipación del omnipresente Zubimendi. El jugador del Real Madrid chutaría, pero un central la rozó para enviarla a córner. El malagueño volvería a aparecer en el punto de penalti en otra gran jugada entre Cucurella y Bryan, pero otra vez aparecería el cuerpo de un portugués para impedir el gol. Luis de la Fuente está claro que no colocó al del Getafe por casualidad en el lateral izquierdo hoy.
Habría un par de ocasiones más antes de llegar al descanso. Primero, Cucurella lo intentaría de falta directa desde lejos sin éxito. Otra falta botada a favor de Portugal también llevaría peligro al área española con un disparo de Diego Leite que se fue por encima de la portería de Álvaro. Bryan tuvo la última con una nueva internada por su banda en la que pedía mano, pero no hubo nada más que comentar al final del primer tiempo.
Cambio sorprendente
La segunda comenzaría con una noticia bastante sorprendente. Bryan se quedaba en el vestuario para dejar su lugar a Juan Miranda, que pasaría a ser lateral y Cucurella adelantaba su posición. Según confirmó la Federación, en principio, Bryan no tenía ninguna molestia. Precisamente, el jugador del Getafe estuvo a punto de hacer que todo el mundo olvidase ese cambio con un gran disparo que se iría al palo derecho de Diogo Costa. Volvería a avisar Manu García desde la frontal que se iría al lateral exterior de la red por culpa de que volvió a golpear en un defensa.
Pero mejor fue la de Brahim. El del Real Madrid volvería a aparecer para aprovechar una gran jugada por la banda opuesta a lo que estaba siendo la tónica durante el partido para plantarse en el área. El partido empezaba a romperse y beneficiaría a España. Una gran acción de Puado para habilitar a Cucurella acabó en los pies de Juan Miranda que, siempre atrevido, se sacó un gran disparo que desvió Costa.
La polémica
Pero el lance que podía haber cambiado el partido antes de tiempo fue una internada de Brahim al estilo de las anteriores. El malagueño se quedaba solo delante del portero y Queiros le trastabillaría con la segunda pierna cuando ya le había recortado. El colegiado sueco no señalaría nada, a pesar de las protestas españolas. Lejos de seguir lamentándose, una nueva acción a la contra que llevó Manu García volvería a meter el miedo en el cuerpo de los lusos. Se plantaría en la frontal y su disparo se iría fuera por poco.
El cansancio fue haciendo mella poco a poco y el ritmo frenético fue tranquilizándose. Luis de la Fuente recurría a Yeremi Pino y Oihan Sancet para refrescar la mediapunta mermada físicamente con Manu García y Brahim extasiados. Eso anticiparía el principio del fin. Una gran combinación de Portugal y la mala suerte se cebaría con España. Un pase en profundidad hacia Fabio Vieira fabuloso de Vitinha dejaría al centrocampista encarado hacia la portería española y, cuando este iba a poner el pase de la muerte, el balón golpearía en Jorge Cuenca y el rebote haría una vaselina a Álvaro que no podría alcanzar. Portugal se ponía por delante en el marcador a falta de 10 minutos.
Se volcó España en ataque con el cambio que introducía a Abel Ruiz en el campo, pero la Selección tampoco tuvo grandes ocasiones. Un balón colgado iría a parar a Sancet, pero su centrochut iría demasiado fuerte y saldría por la banda contraria en el intento de ponerla al bulto. Cucurella tampoco estaría fino en varias ocasiones que tuvo para encarar, también marcado por el cansancio, y España se resignaría con el pitido final. En los cuartos de final fue el penalti de Hugo Guillamón, pero hubo margen de maniobra. Aquí ese balón que golpeó en Cuenca y en el larguero ha sido el responsable de que España se quede fuera de la final. Nunca se sabrá que habría pasado si el árbitro señala el penalti sobre Brahim.
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