Día grande para el ciclismo español y en especial para el equipo Movistar. La factoría telefónica está dejando una imagen espectacular en la gira de clásicas italianas que sirven para preparar el último plato fuerte de la temporada, el Giro de Lombardía. El líder del equipo español, Enric Mas, demuestra que llega muy fuerte al último Monumento del curso después de haberse llevado la victoria en el Giro dell'Emilia.
Actuación colosal del mallorquín que venció a rivales de mucha entidad. Entre ellos Tadej Pogacar, quien entró segundo en meta a unos 11 segundos de Enric y que no pudo seguir la rueda del español cuando este demarró en la parte final de la prueba. El de Artà supo gestionar a las mil maravillas sus fuerzas y aunque estuvo a punto de ser cazado en su intentona, pudo mantener el órdago lanzado hasta línea de meta.
Movistar fue gran protagonista de la carrera ya que consiguió meter a otro corredor en las primeras posiciones. Fue el caso de Alejandro Valverde, quien está haciendo su gira de despedida por las carreteras italianas. Su trayectoria profesional concluirá el próximo fin de semana con la disputa de Il Lombardia. En esta ocasión fue cuarto, justo por detrás de Domenico Pozzovivo, y tras vencer a rivales muy exigentes como el colombiano Rigoberto Urán.
Casi un año y medio llevaba Enric Mas sin saborear el regusto de la victoria. Concretamente, 533 días. Desde el 16 de abril, cuando consiguió llevarse el triunfo en la tercera etapa de la Vuelta a la Comunidad Valenciana en el Alto de la Reina. Una sequía larga y pronunciada incluso para un corredor que no está acostumbrado a ganar.
Sin embargo, las clásicas italianas le están sentando muy bien al equipo Movistar y así lo ha demostrado el mallorquín con esta pequeña dosis de calidad y piernas con la que ha dado un nuevo triunfo para la formación telefónica. Día intenso y de buen ciclismo el vivido en la segunda de estas bonitas carreras de final de temporada con 198,7 kilómetros de recorrido entre Carpi y San Luca.
[Vingegaard y su silencioso regreso: los “bombardeos mentales” que dejaron KO al ganador del Tour]
Control desde el principio
La expectación estaba marcada por la presencia de Alejandro Valverde, quien había sido segundo en la disputa de la Copa Agostini unos días antes. Una prueba marcada por la disputa del circuito final que arrancaba a unos 40 kilómetros de meta con cinco pasos por la mítica subida al Santuario de San Luca, de más de dos kilómetros con rampas superiores al 10% de media en muchos tramos.
La parte inicial de la carrera se desarrolló sin mayores sobresaltos con una fuga consentida formada por Geoffrey Bouchard (AG2R Citroën), Rick Pluimers (Jumbo-Visma), Johan Meens (Bingoal Pauwels), Jacopo Guarnieri (Groupama-FDJ) y Kobe Goossens (Intermarché-Wanty-Gobert). Este grupo consiguió pasar en cabeza las primeras dificultades montañosas de la jornada, Ca’ Bortolami, en el kilómetro 87 de la prueba, y Medelana en el 127.
Las ventajas, que habían llegado a estar incluso por encima de los tres minutos, fueron cayendo en picado una vez el pelotón entró en el circuito final. Así pues, los fugados fueron madurando uno hasta caer del árbol en el momento de la verdad tras el incansable ritmo de persecución del pelotón.
El momento de la verdad
A falta de 30 kilómetros, Kobe Goossens decidió emprender su aventura en solitario a la desesperada. Consiguió aguantar unos 10 kilómetros de escapada, pero terminó siendo engullido por el alto ritmo que imponían en el gran grupo tanto Movistar como UAE.
Dentro de la recta final, Formolo cambió el ritmo y el pelotón fue perdiendo integrantes hasta quedarse solo los grandes favoritos. Ni siquiera Julian Alaphilippe pudo mantener la pelea con gallos como Pogacar, Enric Mas o Valverde. La velocidad fue seleccionando cada vez más al grupo hasta que a falta de 10 kilómetros saltaron los primeros fuegos artificiales entre Pogacar y Enric Mas. Esloveno y español dejaron claro que eran los más fuertes desde un primer momento.
Primero atacó Enric, que pilló algo desprevenido a un Pogacar que no se esperaba la iniciativa del español. Los dos se destacaron por delante de un grupo en el que venía el 'Bala'. Las rampas del Santuario de San Luca, con máximas del 18%, provocaron que el grupo perseguidor, que era de siete ciclistas, se redujera a solo tres. Urán y Pozzovivo aguantaron el ritmo de Alejandro y se lanzaron a cazar a Mas y Pogacar.
A falta de algo más de 2 kilómetros para el final, Enric lanzó su última ofensiva y dejó clavado a Tadej, que por primera vez no podía soldarse a su rueda. El mallorquín se lanzó en solitario a por la victoria, mientras que Pozzovivo consiguió aguantar el ritmo de Pogacar hasta meta, aunque no pudo disputarle la segunda plaza. Alejandro Valverde consiguió soltar a Urán para entrar cuarto en un gran día para Movistar.