Jonas Vingegaard se proclamó campeón del Tour de Francia hace justo un mes. La victoria más importante de su carrera deportiva después haber estado dejando buenas sensaciones durante los primeros años de su trayectoria. Sin embargo, el caso del danés es muy diferente al de su gran rival, Tadej Pogacar, acostumbrado a ganar desde que era un niño.
Los dos prometen grandes batallas en el futuro, pero Jonas debe aprender ahora a lidiar con la presión y con la exigencia que supone haber presentado su candidatura a ser el mejor ciclista del mundo en vueltas de tres semanas. Ya no habrá carrera en la que el corredor del Jumbo-Visma no sea el gran favorito. Incluso por encima del esloveno.
Es una situación que ya ha vivido en su propio equipo. Mientras Primoz Roglic había sido hasta ahora el jefe de filas, su victoria en el Tour que salió desde su propia casa ha convertido a Vingegaard en su punta de lanza. Una vorágine que parece haber envuelto en cierto modo al joven príncipe danés.
El plan que se tiene previsto con él de cara al final de la temporada es totalmente una incógnita, pero lo cierto es que la preocupación está creciendo a pasos agigantados en un Jumbo que vive permanentemente en la exigencia. Es el gran favorito para apuntarse La Vuelta por cuarto año consecutivo con Roglic, pero quieren más. Y Vingegaard no parece dispuesto a dárselo hasta que no asimile todo lo que está viviendo y, en parte, sufriendo.
Mientras Pogacar participó en la Clásica de San Sebastián pocos días después de la conclusión del Tour de Francia, con abandono por fatiga eso sí, de Vingegaard no se ha vuelto a saber nada hasta ahora. Estaba previsto que participara en el pasado Tour de Dinamarca, pero no fue así. Una carrera que generó una gran expectación debido al regreso a la competición de Egan Bernal, aunque el colombiano tuvo que abandonar fruto de una leve caída y del cansancio.
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La siguiente noticia que se supo es que Vingegaard también renunciaba a defender los colores de Dinamarca en el Mundial de ciclismo en ruta de Wollongong, en Australia. Una prueba para la que sin duda habría sido uno de los grandes favoritos. Ahora nadie sabe cuándo regresará a la competición. Ni siquiera dentro del Jumbo-Visma, donde reconocen que hay preocupación.
Preocupación en Jumbo-Visma
Esto decía Frans Maassen, director del equipo, en declaraciones al diario Ekstra Bladet: "Entiendo que los espectadores quieran ver a Jonas y hablé ayer con él sobre eso. Pero, tuvo momentos muy difíciles después del Tour... Nos hubiera gustado exhibirlo en esta carrera, pero debemos también comprender que le fue difícil ganar el Tour y con todo lo que eso conlleva". Maassen se refería al Tour de Dinamarca y a esa polémica ausencia.
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Muchos se preguntan si los problemas de Vingegaard se deben a una cuestión de cansancio o si tiene que ver con el agotamiento mental. Algunos van más allá y debaten sobre si puede haber algún otro motivo oculto que esté provocando que el danés no pueda volver a exhibirse sobre la bicicleta.
Frank Hyldgaard, director del propio Tour de Dinamarca, quiso defenderle también y finalmente terminó aumentando la polémica sobre su situación: "Una cosa es estar físicamente preparado, pero también debes estar mentalmente".
Su compatriota y corredor de Quick-Step Michael Morkov también dejó una reflexión preocupante sobre el flamante campeón de la Grand Boucle: "Ha invertido mucho. No hay duda de que ahora está exhausto". Habrá que esperar para ver cómo evoluciona la situación del corredor aunque en el Jumbo temen que puedan vivir otro caso como el de Tom Dumoulin, quien recientemente ha anunciado su retirada del ciclismo.