Nikola Jokic, del milagro al desquicio: la catástrofe que le uniría al club de los MVPs más infames

El 2-0 de los Golden State Warriors a los Denver Nuggets está siendo la gran sorpresa de la primera ronda de los playoffs de la NBA. La franquicia de San Francisco partía como favorita, sí, por su condición como tercera mejor de la Conferencia Oeste, pero nadie esperaba una superioridad así sobre el equipo del gran favorito a llevarse el MVP de la temporada regular: Nikola Jokic (Sombor, Serbia; 1995). 

Solo Jokic no basta contra unos Warriors que empiezan a asustar en su lado del cuadro. Sus dos victorias en casa por 123-107 y 126-106 hacen evidente el dominio de los Golden sin y con un Stephen Curry que volvió a lo grande en el segundo partido. En el segundo asalto se vio a unos Nuggets dando muestra de frustración e impotencia, siendo Jokic el que más acabó tirándose de los pelos.

De nada valieron los 26 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias que registró Jokic en el Chase Center. Se tiró todo el partido a la gresca con los árbitros hasta que, tras protestar de forma vehemente una falta no pitada a su favor, fue expulsado. La escena en el último cuarto era de desesperación total, con la gran estrella de los Nuggets perdiendo los nervios y siendo luego casi humillado por dos de sus rivales.

Primero fue Draymond Green, que despedía a Jokic en torno burlón agitando su mano. Luego fue Gary Payton II, quien daba una cachetada en el trasero al serbio. Entró en cólera el pívot, que tuvo que ser sujetado por Curry y compañía para que no fuera protagonista de un altercado mayor.

Con la eliminatoria yéndose a Colorado, la tarea se antoja complicada para los Nuggets. Cara y cruz para Jokic, que está a punto de recoger su segundo MVP de la temporada regular consecutivo. Las apuestas le colocan en clara ventaja sobre Joel Embiid y Giannis Antetokoumpo, ganador del galardón en 2019 y 2020. Su promedio de 27.1, 13.8 rebotes y 7.9 asistencias por partido le aúpan a por su segundo Trofeo Maurice Podoloff, nombre del galardón.

Ganar el MVP de la temporada regular no te asegura nada en el tramo final de la campaña. Lo sabe bien Jokic, que el año pasado lo ganó y perdió en las semis de Conferencia ante los Phoenix Suns (4-0). El castigo sería aún peor este año si se consuma la eliminación a manos de los Warriors a la primera de cambios.

Dos casos así en el s.XXI

No es fácil encontrar en la historia casos como el que puede protagonizar Jokic, es decir, ganar el MVP y quedar eliminado de los playoffs en primera ronda. Solo otros dos sufrieron ese destino en lo que va de siglo XXI: Dirk Nowitzki (Dallas Mavericks; 2006/2007) y Russell Westbrook (Oklahoma City Thunder; 2016/2017).

También hay pocos que estuvieron en la otra cara de la moneda y fueron MVPs para después ganar el anillo. En el siglo XXI solo lo han conseguido Tim Duncan (Spurs; 2002/2003), LeBron James por partida doble (Heat; 2011/2012 y 2012/2013) y Curry (Warriors; 2014/2015). 

Lo único que salva a Jokic, en caso de ganar su segundo MVP de la temporada, será que no quedará como el MVP más desgraciado de todos los tiempos. Ese 'reconocimiento' le pertenece a Kareem Abdul-Jabbar, quien en 1976 conquistó su cuarto galardón de este tipo y ni siquiera disputó los playoffs. Solo él en la historia ha hecho eso. 

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