La comparecencia de Luis Rubiales no ha acabado con la polémica. Al revés, ha avivado las llamas. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha atacado a políticos, dirigentes deportivos y al "falso feminismo" durante su comparecencia en su Asamblea. Después de varios días en los focos por el beso a Jenni Hermoso en la celebración de la victoria en el Mundial femenino, Rubiales ha sido claro: "Me quieren matar socialmente".
Ha sostenido esta postura en general, pero se ha referido en diferentes ocasiones al "falso feminismo" después de relatar la secuencia entera del acto en Australia. "Tuvimos momentos cariñosísimos en toda la concentración", adelantaba Rubiales. "Tienes que estar orgulloso de las jugadoras", añadía antes de narrar la secuencia con la jugadora: "En el momento en el que apareció Jenni, me cogió por las caderas, casi nos caemos, y al apoyarnos nos abrazamos. Ella me constetó 'eres un crack' y yo le dije: 'un piquito' y ella dijo 'vale', despidiéndose con un manotazo en el costado".
A partir de ahí, Rubiales puso nombres y apellidos a sus acusaciones: "Quiero decir, mirando a mis hijas, que están ahí, que la igualdad no es diferenciar cuando hay una opinión entre lo que dice la mujer y el hombre, es distinguir la verdad. "Vosotras sí que sois feministas de verdad, no el falso feminismo que hay por ahí". "La señora Yolanda Díaz, la señora Montero, la señora Belarra, el señor Echenique se han referido al beso con la palabra 'vejar', 'violencia sexual', 'sin consentimiento', 'agredir'. Voy a ejercer acciones contra estas personas", ha exclamado.
Rubiales ha enumerado esos nombres y ha vueto a la carga. "Fue un acto consentido. Han pedido mi dimisión y yo he hecho la mejor gestión de la historia del fútbol español. No voy a dimitir, no voy a dimitir y no voy a dimitir. Fue un acto consentido, lo voy a repetir siempre", incidía, zanjando la comparecencia con la necesidad que tiene de descansar y soltando una última soflama: "Aquí está la verdad sin amarillismo. Aquí está la verdad de lo que ha sucedido. Aquí están mis explicaciones".
Muchas de las frases han sido replicadas posteriormente con críticas o asombro. Dos futbolistas internacionales han sido escuetos. Iker Casillas, por ejemplo, ha escrito en Twitter: "Vergüenza ajena". Y David De Gea ha apuntado: "Me sangran los oídos". Además, el discurso ha levantado ampollas por esa definición del feminismo.
Justo lo ha dicho cuando la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, sacaba pecho sobre su labor en el Gobierno. "Me siento orgullosa del movimiento feminista que fue capaz de decir 'sólo sí es sí', de hacer posible que exista un Ministerio de Igualdad que transformó ese reclamo en un texto legislativo que hoy es ejemplo en todo el mundo", ha aplaudido.
Nada más suceder el episodio que ha puesto contra las cuerdas a Rubiales, escribió: "Harta de que hombres se victimicen y nos traten de locas y falsas feministas por decir que besar a alguien sin su consentimiento es una agresión sexual. Si no querias que se te dijese que agrediste sexualmente a alguien no haberlo hecho pedazo de impresentable". Este jueves, tanto ella como la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz alabaron la "victoria del feminismo".
Las redes no han dejado de arder desde el mediodía. A las tendencias con su nombre se han multiplicado. Se ha etiquetado al ministerio de Igualdad, se ha repetido el adjetivo machista y la defensa a Jenni Hermoso, sobre quien ha caído parte de la responsabilidad. "La igualdad no es diferenciar cuando hay una opinión entre el hombre y la mujer, hay que diferenciar entre la verdad y la mentira, y hoy estoy diciendo la verdad", ha subrayado Rubiales.
"Hijas, aprendedlo. Vosotras sois feministas de verdad. El falso feminismo no busca la verdad y no le importan las personas. Están preparando una ejecución para ponerse una medalla y decir que están avanzando", anotaba de nuevo, dando lugar a críticas como estas: "El machista de Luis Rubiales anuncia que no dimite a gritos y entre aplausos de sus seleccionadores Jorge Vilda y Luis de la Fuentes. Lamentable", calificaba uno.
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El escritor Nando López lo resumía así: "La estrategia machista habitual: se niega la agresión. Se culpabiliza a la víctima. Se presenta como víctima al agresor, hablando de "cacería" y "persecución". Se busca la complicidad patriarcal entre iguales y el descrédito de la denunciante. La basura de siempre".
"¡Que se enteren bien! España ya no acepta actitudes machistas ni permite que se denigren a las mujeres. Cualquier ataque a la igualdad, encontrará la respuesta firme de un Gobierno feminista", ha escrito la vicesecretaria general del PSOE María Jesús Montero.