La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, ha celebrado este viernes que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, vaya a dimitir ante la Asamblea extraordinaria federativa tras su polémico beso sin permiso a la jugadora de fútbol Jenni Hermoso. "Me siento orgullosa del movimiento feminista que fue capaz de decir sólo sí es sí, de hacer posible que exista un Ministerio de Igualdad que transformó ese reclamo en un texto legislativo que hoy es ejemplo en todo el mundo", ha aplaudido.
Irene Montero ha obviado que, gracias a la ley del sólo sí es sí, y según el recuento que lleva el Consejo General del Poder Judicial, los tribunales ya han acordado al menos 1.155 reducciones de penas a agresores sexuales y 117 excarcelaciones. Precisamente esa norma provocó que la figura de Montero se fuera desgastando electoralmente hasta el punto de ser vetada por la propia Yolanda Díaz en las listas de Sumar del 23-J, un sacrificio que Podemos tuvo que acatar a regañadientes.
En una entrevista en RNE, realizada antes de la Asamblea donde finalmente Rubiales no ha dimitido, Montero ha asegurado que la renuncia de Rubiales "es una muestra de que el feminismo está cambiando todo" ya que "todo acto sexual sin consentimiento tiene que tener un reproche". "Lo colectivo funciona, no callar funciona", ha proclamado, porque "el silencio suele ser cómplice con los agresores y desprotector con las víctimas". "Somos un país mejor gracias al impulso del movimiento feminista", ha apostillado.
Rubiales, según fuentes federativas, iba a presentar este viernes la dimisión como presidente de RFEF, cargo al que accedió en mayo de 2018, tras la presión política, social y del mundo del deporte que ha recibido por el criticado beso a la jugadora Jenni Hermoso en la final del Mundial. Finalmente se ha aferrado al cargo.
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"Libertad sexual"
Para Montero, el caso de Jenni Hermoso muestra que "no es necesario que se ejerza violencia o intimidación para que haya una vulneración de la libertad sexual", que supone "un derecho que todas tenemos que ejercer". "El límite para esa libertad sexual es la falta de consentimiento", ha dicho.
Y, según ha añadido, "cuando no hay ese consentimiento, hay que desplegar todas las medidas y esa es una obligación de las instituciones". Algo que, según ha añadido, "tiene que saber Jenni Hermoso y todas las mujeres que puedan ser víctimas de violencia sexuales de mucha mayor intensidad, pero que un beso no consentido también es violencia".
Asimismo, Montero ha rechazado aquellos titulares de prensa o comentarios en redes sociales que ponían "el foco en la víctima". "Hay quien ha intentado cuestionar" a Jenni Hermoso o "minimizar lo que había ocurrido", "pero incluso esos comentarios han tenido una enorme respuesta de las redes de mujeres, recordándoles que eso supone una revictimización", ha añadido. "Esto también se ha acabado".
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Sobre la ausencia de mensajes de apoyo a Jenni Hermoso por parte de hombres futbolistas en activo, entrenadores o presidentes de clubes deportivos, Montero ha insistido en que "el silencio es cómplice de las violencias". "Cuesta hablar y alzar la voz y eso tiene un coste, pero el silencio desprotege a las víctimas y las deja en soledad, cuando las víctimas lo que necesitan saber es que tienen una sociedad que las acompaña y unas instituciones que están con ellas".
¿Repetirá como ministra?
Preguntada por si repetirá como ministra si se reedita el Gobierno de coalición entre PSOE y Sumar (con Podemos dentro), Irene Montero ha evitado responder al contestar que "no toca hablar hoy" sobre esa cuestión porque "no es el momento". Lo que sí ha destacado es que "vale la pena luchar".
"Las feministas hemos comprendido que estemos donde estemos, en el periodismo, en las instituciones, en el ámbito judicial, cultural... merece la pena luchar, porque sólo luchando se consiguen las cosas", sin aclarar si ella quiere "seguir luchando" desde el Miniserio de Igualdad. "La energía es nuestra seña de identidad porque es la única forma de luchar aunque a veces tenga un alto coste".