Son muchas las curiosidades sobre el cuerpo humano, entre ellas, la cantidad de huesos que tenemos. De entre todas las cosas que podemos saber sobre el ser humano, resulta muy curioso que el número de huesos del cuerpo humano vaya cambiando a lo largo del tiempo, concretamente, desde que nacemos hasta que morimos, el número no es el mismo. Aquí te contamos toda la historia y el por qué.
¿Cómo se forman los huesos?
Cuando somos embriones dentro del útero, los cartílagos son los que sostienen el cuerpo humano. Estos huesos, que más bien son cartílagos, están separados por una cuestión de superviviencia: para facilitar su salida por el canal del parto. Y una vez que nacemos, se van formando los huesos a partir de estos cartílagos: sobre ellos se van asentando calcio y otras sales, que son las que dan solidez para su configuración.
De lo que hablamos es por tanto, de un proceso de osificación que experimentan los bebés. Esto puede ser de dos tipos: por un lado, la osificación intracartilaginosa, en la cual estos se transforman a partir del cartílago; por otro lado, la intramembranosa, que tendría que ver con la formación de los huesos del cráneo, que son planos. Estos procesos llevarían a la formación de 350 huesos.
¿Por qué el número de huesos varía según la edad?
Una vez el bebé va creciendo, los huesos se van fusionando, concretamente durante las dos primeras décadas de nuestras vidas. Se trata de un proceso que termina hasta la edad que comprende entre los 20 y 25 años. Todo este proceso llevaría a que nuestra vida adulta pasemos de esos 350 huesos, aproximadamente, a tan solo 206.
Además del cráneo, aún sin formar, la cadera de los bebés está dividida en tres o cuatro vértebras sacras que después se unirán en el sacro. También ocurre que el coxis en un recién nacido está formado por de 3 a 5 vértebras coxígeas y el coxal se forma de la unión de ilion, isquion y pubis. De la misma forma, su húmero dividido en tres partes, y el maxilar en dos, el maxilar superior y el inferior.
Durante todos estos años, el esqueleto experimentaría un proceso de formación a través del cual todos estos huesos que antes eran blandos y flexibles para permitir el parto natural, se convierten en lo que entendemos verdaderamente como los huesos del cuerpo humano para formar el esqueleto de un adulto.
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