El patrimonio sumergido en el embalse de Valdecañas, en Cáceres, sigue saliendo a la superficie. Otro histórico descenso del nivel del agua durante este verano, que ha redescubierto nuevamente el dolmen de Guadalperal y ha permitido a los arqueólogos realizar trabajos de estudio y seguimiento del monumento megalítico, se ha saldado con la recuperación de valiosas piezas arqueológica. La última, un singular verraco geminado, una de las pocas esculturas dobles características del pueblo prerromano vettón que se conocen en la Península Ibérica.
Según ha anunciado el Ministerio de Cultura y Deporte a través de un comunicado de prensa, la estructura zoomorfa de dos verracos unidos, realizada en granito y fechada en la Edad del Hierro, es uno de los bienes más valiosos que se han recuperado del fondo del pantano. Las actuaciones llevada a cabo estos meses en colaboración con la Junta de Extremadura también han sacado a la luz una inscripción de época romana, hitos con grabados de época prehistórica y un extenso yacimiento de carácter funerario con restos de construcciones de época probablemente romana y de carácter hidráulico.
"Es ejemplar bastante singular, una escultura zoomorfa que está geminada, es decir, serían dos verracos unidos", explica Juan José Gordón, jefe de servicio de arqueología del Instituto del Patrimonio Cultural de España. Otra pieza similar —tendrían tres funciones según los últimos estudios de los historiadores: la protección del ganado y los recursos naturales de la zona, la defensa de la comunidad y la protección de los muertos—, se encuentra en la pedanía de El Bercial de San Rafael, en Alcolea de Tajo, Toledo.
Al verraco, que ya ha sido trasladado a la sede de la institución estatal dedicada a la conservación y restauración de los bienes culturales del patrimonio nacional, se le va a practicar una serie de estudios y analíticas y luego se le aplicará un tratamiento de conservación. Después será expuesto en el Museo de Cáceres. Según la información proporcionada por el Ministerio de Cultura, se trata de una pieza que corría riesgo de aparición y en las imágenes se observa bastante erosionada por el efecto del agua.
Los trabajos de la campaña veraniega han sido realizados por la Cartera que dirige Miquel Iceta, a través de la Dirección General de Bellas Artes y dentro del Grupo de Trabajo creado en 2019, cuando emergió el dolmen de Guadalperal. El objetivo de este equipo multidisciplinar consiste en conservar y proteger el patrimonio histórico del embalse y su entorno.
Además de los nuevos elementos localizados, como las ruinas de la Casa Grande de Alarza, que antes de la desamortización de Mendizábal fue un convento de frailes llamado Santa Cruz de Alarza, se ha realizado un estudio de fotogrametría aérea de la ciudad romana de Augustobriga, que llegó a alcanzar el estatus de municipio en época flavia.