Estampas desde el infierno en el Guantánamo del Pacífico
El viñetista Ali amanece desde hace tres años en el centro de detención de inmigrantes de Manus, el mismo tiempo que lleva contando la vida en el campo a través de sus dibujos.
5 septiembre, 2016 12:56Noticias relacionadas
Violencia, privación de alimentos y trato vejatorio. Estas son las claves para comprender la vida en el centro de detención de inmigrantes de la isla de Manus (Papúa Nueva Guinea) según el dibujante Ali, quien firma con el sobrenombre de Mr Eaten Fish (el señor pescado comido), que lleva tres años en el centro y cuenta el día a día de los internos a través de sus viñetas.
Ali es iraní, tiene 25 años, sufre transtorno obsesivo convulsivo, ataques de pánico y estrés postraumático. En 2013 llegó a Australia en busca de una oportunidad pero el gobierno australiano lo metió en el centro de inmigrantes de manera provisional, como hacen con la mayoría de los solicitantes de asilo. Sin embargo, los expatriados que llegan al campo permanecen durante meses viviendo en condiciones inhumanas.
El dibujante se puso en contacto hace tres años con Andrew Marlto, otro caricaturista que firma bajo el sobrenombre de First Dog On The Moon. Desde entonces Marlton ha estado en contacto con él y ha podido difundir los dibujos que le enviaba desde Manus, los cuales muestran la vida del centro. La Red Internacional de Dibujantes por los Derechos (CRNI en sus siglas en inglés) ha decidido premiarle por su coraje. Este galardón busca visibilizar a los caricaturizadores políticos por su valor y por la resistencia frente al riesgo que amenaza su vida.
En 2013 Ali se puso en contacto con el dibujante Marlton, quien ha podido difundir su trabajo
Según la organización el dibujante “ha sido capaz de mantener un flujo de viñetas que documentan los abusos incalificables de los guardias y administradores del campo”. “Él ha sido objeto de palizas, se le ha privado de comer e incluso ha recibido un trato vejatorio”, afirma la CRNI en su web.
El artista “saca a la luz los horrores que están sucediendo”, cuenta el CRNI, “su trabajo se considerará como uno de los más importantes en la comunicación de las violaciones de los derechos humanos y la agonía insoportable de la vida diaria en este campo de prisioneros notoria e ilegal”. Según la asociación “los dibujantes políticos son a menudo los primeros en ser atacados por sus comentarios satíricos e irreverentes en contra de los tiranos y los terroristas, porque sus dibujos son inmediatamente reconocidos y con frecuencia ellos tienen más poder e influencia sobre la opinión pública que otros medios de comunicación”.
The Guardian Australia habló con el abogado del dibujante, Janet Galbraith, y afirmó que teme por la vida de su cliente. “Llegó a Manus siendo joven y ya entonces era una persona muy vulnerable, algunos trabajadores del centro afirmaron que no encajaba, ya que era un lugar peligroso para él”. “Él tiene un TOC grave, puede lavar su ropa y su cuerpo durante horas y todavía se sentirá repugnante, se lavará a sí mismo hasta que sangre”, contó ella abogado a The Guardian.
Frente a las muchas críticas de organizaciones internacionales y las declaraciones del dibujante el Departamento de Inmigración australiano negó en un comunicado que “los internos estén sujetos a palizas, privación de alimentos o trato degradante por parte de los guardias”, narra el periódico británico. El centro de Manus ha sido calificado como el 'Guantánamo del Pacífico' y el Tribunal Supremo de Papúa Nueva Guinea declaró que retener a los solicitantes de asilo así era inconstitucional, como contó EL ESPAÑOL. De hecho, las autoridades australianas cerrarán el centro en los próximos meses.