En los últimos meses, la relación de Joana Sanz (31 años) y Dani Alves (40) ha sido altamente criticada y se ha visto en el centro de la polémica. Hasta hoy, se desconocía en qué punto se encontraba su historia de amor desde que Alves, condenado a cuatro años y medio de cárcel por un delito de violación, saliera de prisión en régimen de libertad condicional tras pagar un millón de euros.
En medio de este delicado trance, en los últimos ocho meses, los movimientos públicos -y a través de las redes- de la modelo tinerfeña han sido analizados al detalle, para saber si se producía un acercamiento amoroso entre ella y el de Brasil. Cierto es que en este tiempo Joana ha estado siempre al lado del exfutbolista, incondicionalmente.
A pesar de la discreción pública de ambos, y del despiste al que han jugado en sus perfiles 2.0, EL ESPAÑOL conoce, en exclusiva, que el matrimonio tiene citas románticas y secretas en Madrid. Es decir, existe una relación, se ven y están juntos. Este diario puede confirmar que Joana y Dani continúan apostando por su amor.
A la luz de las reveladoras fotografías que ilustran este artículo, no cabe duda alguna: la dupla hace planes, disfruta de su tiempo libre por las calles de Madrid, derrocha complicidad, aunque siempre buscando la clandestinidad. En los últimos días, EL ESPAÑOL ha visto a la pareja por la capital de España hasta en dos momentos diferentes. El primero, el pasado 19 de noviembre, en uno de los hoteles más exclusivos de la capital. Fue, en concreto, en la tarde del mencionado día, sobre las 17 horas, cuando el exfutbolista fue visto con su razón de amor en el Hotel Mandarin Oriental Ritz de Madrid.
Ese primer día, el brasileño vestía un jersey blanco y pantalón sport del mismo color, a juego con un abrigo negro y gorra blanca calada, un complemento con el que, de seguro, querría pasar lo más inadvertido posible.
Por su parte, la maniquí, y siguiendo en la línea estilística, se decantó por un vestido ceñido marrón claro y abrigo negro. Según los testigos oculares, Sanz llevaba puestos unos auriculares.
Este periódico los captó justo en el instante en que abandonaban el citado hotel. Un vehículo grande y privado los esperaba a las puertas del Ritz. Al saberse reconocida, Joana Sanz intentó esconderse para evitar ser filmada junto al exvolante derecho.
Desliza el informante que Sanz se mostró muy pendiente de su teléfono móvil y el exjugador del Barça, unos pasos por delante de ella, con un rictus serio.
Aquí no terminan los planes -de lujo- de la pareja por las calles de Madrid. Al día siguiente, el 20 de noviembre del presente año, este medio localiza a Joana y a Dani paseando por la exclusiva Avenida Ortega y Gasett. Los enamorados fueron fotografiados en pleno atardecer, al caer el sol, en torno a las 18 horas, mientras hacían unas compras por la Milla de Oro.
Joana y Dani entraron en la tienda Hermès. La pareja iba agarrada de la mano, una muestra evidente de cariño que se alargó durante su estancia en el interior del establecimiento. El matrimonio permaneció intramuros más de una hora, eligiendo joyas para ella. Sanz fue vista probándose un collar.
Alves da Silva vestía un total look en color marrón con gorra, muy deportivo, mientras que Sanz elegía un cárdigan en color rojo pasión combinado con unos jeans y bolso de Hermès. Sea como fuere, el hecho incuestionable que se traduce de estas imágenes es que Dani Alves y Joana Sanz han decidido seguir adelante con su relación.
Cronología de la relación
Joana Sanz y Dani Alves gozaban, a priori, de una gran estabilidad en su relación hasta que en enero de 2023 estalló el escándalo: él fue acusado de agredir y forzar a una joven en una discoteca, con el objetivo de mantener relaciones sexuales con ella en los baños.
Ese día, la relación entre la dupla se vio seriamente dañada, aunque ella no le soltó de la mano durante todo el proceso. En medio de la posibilidad de acabar en prisión -como finalmente ocurrió-, Sanz confesó que ella no dejaría solo a su marido en el peor momento de su vida.
Meses más tarde, y entre confusas informaciones que hablaban de ruptura, Joana dio un paso al frente y anunció que se iba a divorciar tras ocho años de matrimonio. "A pesar del daño que me ha causado, sigo estando aquí a su lado. Sigo y seguiré estando, pero de otra forma", confesó.
Semanas más tarde, concedió una entrevista a Vanitatis y aseguró que ella y Alves seguían casados: "Por ahora solo es de palabra". Según han relatado algunas crónicas, el brasileño no quiso darle el divorcio. Existió un distanciamiento físico entre ellos, y hasta dejaron de seguirse en redes sociales.
Durante meses, su situación amorosa ha sido una de las más complicadas de descifrar en la crónica social. Tiempo después, todo se encauzó entre ellos a la salida de la cárcel de Dani. Ahora, el 22 de noviembre de 2024, EL ESPAÑOL es testigo de que el matrimonio ha sabido reconducir su situación y hoy vuelve a sonreír, entre planes exclusivos y jornadas de shopping por Madrid.
Habrá que ver, no obstante, cómo se perfila el futuro de Dani Alves, pues, pese a que quedó en libertad provisional tras pagar un millón de euros, sobre él pesa una condena de cuatro años y medio de prisión, de los cuales ya ha cumplido 14 meses.