La vida de Joana Sanz (31) cambió el 20 de enero de 2023, cuando su marido, el futbolista Dani Alves (40), ingresaba en prisión provisional tras violar a una joven en una discoteca de Barcelona el 30 de diciembre de 2022. A partir de ese momento, la modelo se convertía en el foco de la noticia y su relación con el brasileño pasaba a ocupar un primer plano.
"No le voy a dejar solo en el peor momento de su vida", defendía la canaria a la salida de su primera visita a prisión tras el encarcelamiento de su marido en febrero de 2023. Aunque estas palabras las pronunció de manera tajante, los siguientes meses han estado llenos de contradicciones y engaños.
Sólo han pasado ocho días desde la puesta en libertad del futbolista brasileño y Joana Sanz ha utilizado, como ya es habitual, sus redes sociales como altavoz para relatar cada uno de los pasos que da tras reencontrarse con su marido. Aunque quiera aparentar lo contrario.
[Joana Sanz y Dani Alves, de la mano después de que ella se autolesionara al saber de la violación y pidiera el divorcio]
Una vez se conoció la noticia de la entrada del deportista en prisión, los rumores de un posible divorcio comenzaron a sonar cada vez con más fuerza. Fueron muchos los que aseguraron que la modelo ya le había solicitado la separación tras conocerse la violación. "He visto muchas veces cómo mujeres se acercan al reservado, atrevidas, a intentar algo con mi marido en mi cara. Si lo hacen en mi presencia no me quiero imaginar cuando yo no estoy", defendía en redes sociales ese mismo mes de febrero.
Harta de desmentir rumores, dio un paso al frente meses más tarde para aclarar, con una carta escriba de su puño y letra, la situación en la que se encontraba y anunciar su divorcio tras ocho años de relación. "Me cuesta tanto aceptar que esa persona pudiera romperme a mí en mil pedazos (...) A pesar del daño que me ha causado, sigo estando aquí a su lado. Sigo y seguiré estando, pero de otra forma", reconocía confirmando así sus intenciones de separarse.
Meses después, en junio, Joana Sanz concedió su primera entrevista en la que no esquivó el tema de la violación y donde afirmó confiar en la "inocencia" de su esposo, pero no poder perdonarle una infidelidad. "Me planteo el divorcio porque descubro que me ha sido infiel, pero, a pesar de todo lo que se ha dicho, aún no hemos iniciado los trámites. Seguimos casados. De momento solo es de palabra", reconocía en Vanitatis.
Un divorcio verbal, pero la relación continuaba exactamente como antes con llamadas diarias y visitas a prisión. De hecho, Joana afirmó en esta entrevista que se había establecido en Madrid para continuar con su trabajo y recuperar su vida.
Meses después, se hizo público un escrito que Dani Alves le dedicaba a su todavía esposa. "Gracias por tu resistencia, gracias por tu resiliencia, gracias por no desistir de mí. Siempre dije que eras tú la que siempre soñé, pero ahora digo que eres más de lo que pude soñar", explica en una carta enviada desde prisión. Una publicación que confirmaba que su relación continuaba siendo igual de cercana, a pesar de las palabras de la modelo, y que estaban en contacto semanal.
Fue a principios de octubre cuando Leticia Requejo afirmó en TardeAR que los trámites para la disolución del matrimonio se habían paralizado y había regresado a la vivienda familiar en Barcelona. Un paso que sorprendió.
En su siguiente aparición pública, Joana Sanz confirmó que, finalmente, no iba a haber divorcio ya que Alves se había negado a dárselo. De hecho, confesó algo que todavía no se sabía: "Intenté autolesionarme para sacar todo el dolor que sentía. No sabía qué era verdad y qué era mentira. Lo único que me llegaba era por los medios de comunicación".
En el primer año del futbolista en prisión, Joana Sanz mostró públicamente su apoyo, pero también su rechazo. Las versiones y sus opiniones iban cambiando con el paso de los meses y conforme se iba acercando la fecha del juicio. Podía entender que cada paso que daba iba a perjudicar a su marido y su libertad.
Hace justo un mes, la modelo canaria compartía una publicación que generó muchas críticas por su parecido con la versión que la víctima había dado en el juicio sobre cómo fue la violación. "Ahora mismo me encantaría que me jalaran del pelo y me empotraran contra la pared. Renovaría energías", escribió. Finalmente, tuvo que salir a defenderse para negar todo tipo de vínculo con el juicio: "Aquí sacamos todo de contexto".
Marzo, un mes de vaivenes
Fue el pasado 20 de marzo cuando la Audiencia de Barcelona acordó dejar en libertad provisional al futbolista bajo fianza de un millón de euros y ser condenado a cuatro años y medio de cárcel. Horas después de conocerse la noticia, Joana Sanz tomaba una drástica decisión y eliminaba sus redes sociales. Fue en ese momento, cuando Así es la Vida informó que la canaria no tenía "ningún tipo de intención de volver a compartir techo con Dani Alves". Sin embargo, había declarado a su favor en el juicio.
En los últimos meses, se volvió a afincar en la casa que tienen en común en Barcelona, pero fuentes cercanas aseguraron que abandonaría el domicilio. En su regreso a redes, compartió una imagen desde Madrid. Sin embargo, podría no haber salido de su residencia en la ciudad condal.
El último movimiento sospechoso fue el pasado viernes, 29 de marzo, cuando dejó de seguir al deportista y eliminó todas las fotografías junto a él que estaban en su perfil. Desde Fiesta afirmaron que podría estar jugando al despiste, tanto con su entorno más cercano como con los medios de comunicación. Al parecer, ella misma informó del abandono del domicilio antes de la llegada de su marido, pero eso podía no haber sido del todo cierto y ahora se ha confirmado.
Este lunes, 1 de abril, la maniquí compartía una significativa fotografía: de la mano junto al deportista brasileño y que dejaba al descubierto el tatuaje que comparten. Una imagen que confirmaba, un año después de su detención, lo que negó durante meses: no había ruptura, no había divorcio y sigue siendo un apoyo fundamental en su vida.