Ana Obregón aclara el papel de Lequio en el testamento de Álex y confirma su veracidad: "No he comprado un bebé"

Ana Obregón (69 años) ha dado un paso al frente. En la noche de este pasado viernes, 19 de abril, se sentó en el plató de ¡De Viernes! para aclarar las polémicas sobre las donaciones a la fundación de su hijo y, entre otras cuestiones, hablar de su relación actual con Alessandro Lequio (63). 

"Saqué fuerzas para crearla y en 2022 quedó registrada y puse el dinero. He donado todo lo que dije que donaría y estoy orgullosa de dar las gracias a todos los que han comprado el libro El chico de las Musarañas, porque han entrado más de 100.000 euros de derechos de autor", ha explicado la actriz en relación al revuelo que surgió por la falta de ingresos en la fundación. 

Tras hablar de ello, Ana Obregón ha querido pedir que se aparte a su exmarido y padre de Álex, Alessandro Lequio, de las polémicas. En cuanto al conde italiano, también ha querido aclarar que él siempre estuvo al tanto del gran deseo de su hijo: traer un hijo al mundo. 

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Ana Obregón, entre lágrimas, en su entrevista en '¡De Viernes!' Telecinco

Una de las polémicas que ha rodeado a la bióloga desde el nacimiento de la hija de Álex Lequio por gestación subrogada es si Alessandro habría estado al tanto de la situación y si estaría de acuerdo o no con ello. En este sentido, Ana Obregón ha recordado cómo fueron las últimas semanas en las que no se alejó del joven. Aquellas en las que el colaborador de televisión pidió a sus hermanas que viajaran a Barcelona para poder estar al lado de la intérprete ya que temía por su bienestar cuando su hijo falleciera.

Con los ojos llenos de lágrimas, Ana ha rememorado el momento en el que Álex les contó su deseo, dejando claro, una vez más que Alessandro siempre tuvo conocimiento de la situación. "Mira mami, papá, si a mí algún día me pasa algo, yo quiero dejar en este mundo algo mío. Yo quiero que utilicéis el semen", ha expresado Obregón, recordando las frases de su único vástago. 

"Como no podía ni moverse de la cama, debido a lo débil que estaba, le acercaron un bolígrafo para que firmara el testamento ológrafo en el que dejó escrito: 'En caso de que fallezca, quiero y doy derecho a mis padres a que utilicen este semen para que quede algún hijo o hija mío en la tierra'".

Sobre el documento, Ana Obregón se ha mostrado contundente y ha confirmado su veracidad: "Está ante notario, es decir, yo he heredado, no he comprado un bebé, lo he heredado, es mío". 

Ana Obregón y su nieta el día de su bautizo. Gtres

La actriz ha defendido que "como cuando un padre se muere y heredas una casa", ella ha "heredado". Así, ha respondido a aquellos que le tacharon de comprar un bebé por haber traído a Ana Sandra al mundo mediante la gestación subrogada.

Retomando el papel de Alessandro Lequio en la historia, Ana Obregón ha desvelado que él fue quien le recordó que tenía una misión por cumplir y que esa razón de ser le ayudó a sobrellevar el fallecimiento de su hijo. "En ese momento a mí me salvó la vida, porque me hizo volver a la realidad. Entonces abrí la puerta y él no sabía lo que yo estaba haciendo, pero yo creo que lo intuía, porque mis hermanas por eso estuvieron ahí las últimas semanas. Me dice: 'Ana, tienes algo muy importante, tienes que cumplir la última voluntad de nuestro hijo'", ha rememorado la artista. 

Defendiendo una vez más al padre de su hijo, se ha justificado diciendo: "Yo he aprendido en esta vida a aceptar a las personas que quiero como son. Porque si no, sufres. Y yo ya no puedo sufrir más. No puedo. Alessandro es así. Él tiene una familia. Tiene otra familia que es Anita, que es su nieta".

Aunque no ha querido confirmar si abuelo y nieta se conocen en persona, debido a que él quiere que se respete su privacidad, ha sentenciado: "Por supuesto que quiere verla, y sabe que es su nieta, y sabe desde el principio lo que he hecho y ha visto fotos de ella desde Miami cada mes, y así es". 

A lo largo de la conversación, Ana Obregón también ha querido compartir una alegría: la primera palabra de su nieta, Anita, como le llama cariñosamente. Según ha contado, mientras la pequeña miraba las imágenes de Álex que le muestra la bióloga para que conozca a su progenitor, Ana Sandra ha dicho "papá".