La fascinante historia de Piru Urquijo, la otra abuela de la novia de Almeida y gran dama de la alta sociedad de Madrid
Nieta del prestigioso médico Gregorio Marañón, vivió 62 felices años con Jaime Urquijo y Chacón y es madre de seis hijos, uno de ellos fallecido.
6 abril, 2024 01:47"¿Qué es lo que quieren de mí?", interpeló Carmen Fernández de Araoz, conocida en los círculos de sociedad como Piru Urquijo, abuela paterna de Teresa Urquijo y Moreno (27), inminente mujer del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (48), cuando EL ESPAÑOL la contactó para conocer su impresión de la relación sentimental entre Teresita -su adorada nieta- y el edil capitalino.
Piru se sorprendía entonces de que un medio de comunicación quisiera conocer su opinión, impresión o parecer sobre aquel extremo. Sostenía la que es una de las grandes damas de la alta sociedad madrileña que su propia vida no es relevante. No obstante, no puede estar más equivocada esta aristócrata de vasto abolengo: sus palabras, así como su fascinante vida, son de un interés sublime.
"Es muy joven de naturaleza, aunque mayor que Teresa, pero inteligentísimo y tiene un gran sentido del humor, algo que, personalmente, me gusta mucho", aseguró Carmen Fernández de Araoz a este medio sobre José Luis Martínez-Almeida. Pero este artículo, con permiso del alcalde, está centrado en la poderosa figura de Piru Urquijo, una de las mujeres más influyentes de Madrid.
Piru Urquijo protagoniza una de esas existencias que cuesta resumir en unas pocas palabras, de tan vasta como es. La aristócrata, que en la actualidad reside en el Barrio de Salamanca, en las inmediaciones de la iglesia de los Jesuitas -donde se casarán José Luis y Teresa-, en un vetusto apartamento, ha alternado con aristócratas y reyes, como los de Bulgaria o España, en el salón de su casa. Ése es su día a día, y le imprime la naturalidad que merece.
Junto a su razón de amor, Jaime Urquijo y Chacón, contrajo matrimonio en julio de 1957, en un magno enlace celebrado en San Francisco 'El Grande'. Ahí comenzó una emocionante historia de amor que duró la friolera de 62 felices años, hasta 2019, momento en que Jaime falleció. Aquella boda fue tan fastuosa como se esperaba, dada la talla de los protagonistas.
El encargado de llevar a Piru Urquijo hasta el altar fue su abuelo, el prestigioso médico Gregorio Marañón. Entre los invitados, figuraron nombres tan pesados como variopintos: José María de la Blanca Finat y Escrivá de Romaní, conde de Mayalde y alcalde de Madrid entonces, el almirante Abárzuza, el teniente general Barroso, ministro del Ejército, o el exembajador estadounidense James Clement Dunn.
El banquete estuvo a la altura y tuvo lugar en el chalet de Tiro de Pichón de La Moraleja, en Madrid. El matrimonio consolidó su amor con la llegada de seis hijos, el mayor orgullo de Piru y su desaparecido marido. Desgraciadamente, Piru tuvo que enfrentarse a la pérdida de un vástago, Juan, financiero de profesión, quien falleció en un trágico accidente aéreo en 1995.
Una durísima pérdida que destrozó a la familia sin remisión. El resto de los descendientes de Piru y Jaime -Cristina, Gonzalo, Lucas, Victoria y Pedro- consiguieron entroncarse con otros apellidos de gran calado en la sociedad española. Por un lado, el malogrado Juan selló su vida con Beatriz Zobel de Ayala y Miranda, una de las mujeres más ricas de Filipinas.
Por su parte, Cristina se unió al economista Antoine Velge Thierry. Gonzalo, quien hoy ocupa el puesto de consejero delegado de TALGO, enraizó su vida con Marta Barreiros Cotoner, nieta del marqués de Mondéjar. El hombre que ocupa el corazón de Victoria también es economista, y se llama Nicolás Thierry Gudefin. Pedro, por su parte, está enamorado de Alba de Donesteve y Goyoaga.
El cuarto vástago de Piru, de nombre Lucas, es director de comunicación de Roche Farma y el padre de Teresa Urquijo y Moreno, inminente mujer de Almeida. Se casó con su razón de amor, Beatriz Moreno y de Borbón, hija de los marqueses de Laserna y primos del rey Juan Carlos. Fruto de ese amor nacieron Teresita y su hermano, Juan Urquijo.
Este año 2024, Carmen Fernández de Araoz casa, además, a cinco nietos. Apasionada de los viajes y el campo, su lugar en el mundo es su finca Los Molinillos, situada en Navalagamella, en la capital de España. Se trata de un enclave salpicado de jardines. Cuenta con antigüedades que ha ido coleccionando de todo el mundo o, sin ir más lejos, piezas de la Real Fábrica de Cristales de La Granja. En ocasiones, la Guardia Real se entrena allí.
Allí, tuvo lugar la pedida de mano de José Luis Martínez-Almeida y su nieta Teresa Urquijo. El marqués de Amurrio, padre de Jaime Urquijo, la adquirió la propiedad en 1939.
Por si este vastísimo árbol genealógico no fuera suficiente, Piru Urquijo está entroncada, además, con la familia Palazuelo, pues es tía abuela de Sofía Palazuelo, la futura duquesa de Alba. La existencia de Piru Urquijo trasciende mucho más: va más allá hasta de su propia familia.
Ella ha sabido alimentar y nutrir su vida con unas experiencia únicas e inalcanzables para el común de los mortales. Fue amiga de Salvador Dalí y pasó veranos junto a Gala, Luis Miguel Dominguín o Fidel Castro. El escritor Robert Graves fue buen amigo y confidente de Piru y de su marido, Jaime. Amén de todo esto, Piru ha sido cultivar una bella y fortísima amistad con Juan Carlos I (86) y la emérita Sofía (85).
Un vínculo especial el que tiene Piru con Juan Carlos del que se dio buena cuenta cuando la aristócrata tuvo un problema de traumatología, que afectó a una de sus piernas, y el padre de Felipe VI (56) le hizo llegar una de sus muletas ergonómicas, como recordó en este periódico el periodista Eduardo Verbo. Cuando se curó, Piru colgó la muleta encima de su cama.
Piru Urquijo está feliz de que su nieta, Teresita, se casa con José Luis Martínez-Almeida este sábado 6 de abril. Con el alcalde de Madrid, Piru libra una cordial y bonita relación, como dejó patente ella misma en conversación con EL ESPAÑOL en octubre de 2023. Calificó a José Luis de "inteligentísimo" y con un "gran humor". "Cuando se case con mi nieta Teresa, seré tatarabuela", resolvió esta histórica mujer.