Personajes que hasta ahora acaparaban las páginas rosas del papel couché están protagonizando, en los últimos meses, otras de un corte más negro. A finales de junio del año pasado, a Carlo Costanzia di Costigliole III (31 años), primogénito de Mar Flores (54), le condenaban a 21 meses de cárcel por un delito continuado de estafa agravada en la compraventa de coches de lujo.
A pesar de que este es el problema más grave al que se ha enfrentado judicialmente, en su currículum figuran otras detenciones por conducir bajo los efectos de los estupefacientes o tener acumuladas más de 100 multas de tráfico.
De momento, el joven se pasea con una pulsera telemática para estar controlado por las autoridades y desde hace casi dos meses mantiene una relación con Alejandra Rubio (24), la única hija de Terelu Campos (58). Si este caso no fuera suficiente, al papá de los Costigliole, Carlo II, que estuvo casado con Mar Flores de 1992 a 1995, no paran de acumulársele los problemas.
Su otro vástago, Pietro (23) fue detenido en Turín el 20 de marzo por un presunto intento de asesinato a machetazos de otro joven de su edad. Cinco días más tarde, su hermano Rocco (22) fue acusado de ser el presunto cómplice, ya que confesó que "conducía el scooter".
Si en España la familia Costanzia di Costigliole ha estado intermitentemente en el candelero, en Italia hacía bastantes décadas que no se sabía nada de ellos. En los últimos días se ha publicado que Carlo y sus hermanos frecuentaban las fiestas de la jet set italiana, viven en un castillo y que su nivel de vida era tremendamente alto. A este respecto, EL ESPAÑOL ha rastreado el pasado de esta familia para dilucidar si realmente pertenecen a una buena familia.
Según el Libro d’Oro di la Nobiltà Italiana, los Costanzia ostentaban el título de Señores en la corte de los marqueses de Saluzzo en el siglo XII debido a los logros y quehaceres de Guglielmo allá por 1192. Una de las ramas vivía en Saluzzo y otra en Costigliole, de donde tomó su nombre moderno. Ambas localidades están ubicadas en el Piamonte.
De Guglielmo surgieron varias ramas como los Palazzo, los Nara, los Burgo, los Garo o los Costigliole. A lo largo de los siglos, ejercieron como escuderos, tesoreros o concejales de los marqueses, así como otros cargos de cierta relevancia a nivel social como alcaldes, abadeses y gobernadores.
No fue hasta 1461 cuando el marqués de Saluzzo les otorgó un estatus más elevado que les convirtió en una de las doce familias nobles más relevantes de los territorios del marquesado.
La vida de todas estas familias giró a partir del siglo XV alrededor del Castello Rosso di Costigliole Saluzzo que se construyó sobre las ruinas del Castello del Costanzia, destruido en 1487. A lo largo de la historia el castillo sufrió invasiones y saqueos. En la actualidad, esta casa solariega enclavada en las colinas, cerca del marquesado de Saluzzo y a los pies del valle del Varaita, es un hotel de cuatro estrellas donde se puede reservar habitación a partir de 150 euros la noche.
Con el devenir de los tiempos la otrora grandeza de los Costanzia di Costigliole ha venido a menos, pero no hay que olvidarse que el abuelo de Carlo, Pietro y Rocco fue un piloto partisano que en 2005 fue reconocido como caballero por Carlo Azeglio Ciampi, presidente de la República Italiana, que le otorgó la Orden al Mérito de la República Italiana. Se trata de la condecoración de más alto rango que se confiere por méritos adquiridos por la nación.
Así lo recordaba Carlo Costanzia I en 2011 en el diario La Stampa, unos meses después del fallecimiento de su progenitor a los 87 años. Destacó además que fue combatiente de la Resistencia, participó en la liberación de Courmayeur y estuvo preso en Lamamora, que en tiempos del fascismo fue una cárcel de tortura. Sus camaradas le llamaban el teniente Carletto.
La historia es caprichosa y en varias generaciones se ha pasado de héroes a villanos. De momento habrá que espera a ver qué le depara la justicia a Pietro y Rocco Costanzia di Castigliole.